The First Time (Camren)

Capitulo 5

Lauren's POV:

Estaba bastante sorprendida, observando los collages de la habitación de Camila cuando ella regresó.

Traía una botella de vino en una mano, y dos copas vacías en la otra.

-Esto es realmente genial –Alagué asombrada–

Camila se dirigió hacía un reproductor de discos antiguos y le dio a un botón para encenderlo.

La armonía comenzó a llenar mis oídos en unos segundos. Me sorprendió que ella hiciera esto, primero el vino y luego la música clásica. Se suponía que tenía novio, aun que después de todo comenzaba a creer que era una mentira.

Comencé a tararear la canción porque era un álbum de Lana Del Rey, y yo básicamente la amaba. ¿Cómo lo habrá sabido Camila?

La observe durante varios segundos sorprendida por su elegancia, mientras ella servía el vino en las copas.

-Es verdad, ¿No? –Suspiré–: La calidad del sonido es realmente mejor que una canción descargada.

Camila: No realmente.

Me ofreció una de las copas y la miré confundida. Si no creía lo mismo que yo, entonces... ¿Por qué puso un álbum en un reproductor antiguo?

-Entonces, ¿Por qué?

Camila: Tan solo me gusta la idea. Tú sabes, una colección de discos –Se encogió de hombros–: Sabes, la mayoría son de mi padre.

Ella se alejo unos pasos y observo fuera de la ventana, dándome la espalda. Tome el primer sorbo del vino, pero en lugar de liquido lo que entro a mi boca fue algo duro.

Casi me ahogue con él y lo saque de mi boca. ¿El corcho? Lo mire extrañada y quise reírme, pero en lugar de eso simplemente lo guarde en mi bolsillo.

Camila se dio la vuelta para mirarme y sonreí inocentemente.

Ella se sentó en la alfombra y me miró. Sus ojos cafés conectándose fijamente con mis ojos verdes.

Camila: ¿Quieres saber cuándo soy realmente feliz? –Preguntó rompiendo el silencio–

Su pregunta me sorprendió un poco, así que solamente me limite a asentir.

Camila: Cuatro en punto... En casa, después de clases, el sol entra por esa ventana –La señalo con su dedo índice–: y hace que la alfombra sea totalmente cálida.

Ella tomo una pausa y tome un trago de vino, sentándome en su cama. La observaba atentamente esperando a que continuara.

Camila: Y me siento aquí a cortar fotos. Cuando era pequeña, eran crayones pero... –Suspiró– Nunca he estado más contenta que cuando sólo estoy... Tú sabes, sola, en mis asuntos.

Que ella se abriera y me contara algo tan personal me hizo sentirme, completa... Porque ella confiaba en mí.

-Sí, entiendo lo que quieres decir –Repliqué– Es decir, no estoy tan sola, definitivamente no en mi casa... Pero tengo mi auto, algunas noches me gusta dar vueltas por ahí. Música alta, ventanas cerradas...

Camila: ¿Has tenido sexo? –Me interrumpió y eso me hizo abrir mis ojos como platos–

La mire fijamente incomoda.

-¿Qué?

Mi voz se torno un poco ronca, eso pasaba cuando estaba nerviosa o insegura.

Camila: Sólo preguntaba –Susurró suavemente–

-¿Honestamente?

Camila: No, miénteme.

Trague saliva y desconecte mi mirada de la suya.

-Aún no –susurré débilmente– Es decir, no es que no hayan habido oportunidades...

Camila: Oh sí, ¿chicas poniéndose en fila para tener sexo contigo? –replicó sarcásticamente–

-No, eso no es lo que quise decir –susurré exasperada–

Camila: ¿Quieres tener sexo con Keana? –sonrió–

-Supongo que sí –contesté incomoda– Pero no me gusta fantasear sobre ello... Me imagino tomando su mano, y besándola bajo la lluvia. Tú sabes, todo ese drama y mierda romántica, de la que eres tan fanática –bromeé–

Camila asintió con una sonrisa y tomo otro sorbo de su vino. Me senté en la alfombra frente a ella.

-Y me imagino teniendo sexo con Hailee Steinfeld –confesé–

Camila: ¿Es alguna actriz que deba conocer?

-Es una chica que va a mi escuela –Expliqué–: Es la chica con la que todos y todas quieren tener sexo, porque es... Tú sabes, malvada.

Camila: Oh... Interesante

.-Keana es el tipo de chica que quieres como novia.

Camila: La virgen y la puta. Una historia tan vieja como el tiempo –Bromeó haciendo un pequeño puchero al final–

-¿Tú lo has hecho?

Camila: No es de tu importancia –sonrió–

Sonreí confusamente por su repentina pérdida de sutileza.