Bad // Nate Maloley

0.7 - El monstruo

-Mia, ¿seguro que todo está bien? Te voy a pedir perdón las veces que sea necesario.

Bea no deja de disculparse. En los 15 minutos que llevábamos hablando por teléfono, 10 me estuvo pidiendo perdón.

-Bea basta, en serio. Estamos bien -reí un poco para calmarla.

Me había explicado que estaba celosa de Nate, según ella ya estaba pasando más tiempo con él que con ellos. Y una Bea celosa es casi igual, o peor, que una Bea enojada.

Escuché unas risas y voces provenientes de abajo -Te cuelgo, mañana nos vemos. Te amo.

-Dale, y hagamos algo por favor. Yo más.

Colgué y dejé el teléfono en la cama, e intentando hacer el menor ruido posible, bajé las escaleras.

Mamá y Ethan habían salido, dejándome sola con Jason. Por eso me parecía raro escuchar risas y voces ¿con quién estaba?

Estaba en su oficina. Me asomé por la puerta que estaba media abierta y pude ver a Jason y Chris hablando muy cómodamente ¿QUÉ? 

Sí, Jason "está" en mi familia hace bastante tiempo como para conocer a Chris, pero no sabía que podía haber un tema de conversación entre ellos dos.

-Sí, ya lo tendríamos que tener listo todo.

-Ya lo sé, pero ya la conoces. 

-Sí, y ella no es el único problema -Jason sonrió, dándome un escalofríos.

-Ya lo sé, ese idiota se le pegó como chicle. No los puedo separar -dijo Chris rascándose la nuca. Él solo hace eso cuando se siente incómodo o enojado.

-Dejame a mí, pero que no vuelva a pasar.

Chris asintió y al salir se chocó conmigo.

-¡Mia! -sonrió intentando no parecer sorprendido, lo cual era raro ya que estaba en mi casa y era mi amigo-. ¿Qué estás haciendo acá? ¿Escuchaste algo?

Estaba a punto de contestar cuando Jason salió de su oficina.

-Oh, Mia. Christian te vino a buscar y yo pensé que no estabas, así que nos quedamos hablando de fútbol y otras cosas.

-¿Está bien? -dije confundida. Okay, esto se ponía más raro e incómodo cada vez. Jason nunca me daba explicaciones de nada.

-Sí, eso. ¿Podemos hablar? -preguntó Chris. Miró a Jason antes de que él volviera a su oficina.

-Sí, claro.

La verdad es que ya se me había pasado el enojo con él, pero claro que una disculpa no estaba de más.

Fuimos al patio interno de la casa.

-Mia, ¿cómo estás?

-Bien, supongo -no tenía ganas de hablar, solo quería escuchar sus disculpas.

-Bueno, quería pedirte perdón por lo de ayer. No sé en qué estaba pensando, ni siquiera es como en verdad lo siento. Sabes que sos libre de estar con quien quieras -Chris estaba nervioso, hasta la gente en China lo podía notar.

Él había dicho 'él tenía razón' cuando dijo esas cosas anoche ¿De quién hablaba?

-Si, está bien.

-No. No lo está. Me siento muy mal, sabes cuánto te quiero a vos y a tu familia, nunca diría algo así.

-El alcohol nos hace decir cosas estúpidas -dije recordando todas las cosas que Chris tuvo que soportar cuando yo tomaba de más.