-¿Qué te dije que ibas a hacer? -me preguntó Bea orgullosa.
-Volver con él -rodé los ojos.
-¿Y qué hiciste?
-Volví con él -dije en voz baja, sonriendo.
Bea me pegó con una almohada pero después me abrazó fuerte, despeinándome.
-Aunque todavía no confíe 100% en él, me alegra que estés feliz otra vez -me besó en la frente-. Pero no dejes que tu humor dependa de alguien más, y menos de un chico.
-Obvio que no. Por favor, sabes con quien estás hablando -levanté una ceja divertida-. Es que me había molestado el hecho de que se haya borrado de la faz de la tierra sin decir A.
-Aunque su excusa fue un poco... ¿Vaga? -dio un mordizco al brownie, pensando-. Sí, vaga. Bueno, al menos es entendible.
-Supongo -me encogí de hombros.
Por un segundo pensé en contarle lo que había encontrado, pero eso significaría explicarle todo desde un principio y estaba segura de que le iba a echar la culpa, de alguna forma, a Nate. Y eso significaría intentar defenderlo por algo que ni siquiera yo sabía. Lo mejor era esperar y hablarlo con mi hermano.
El resto de la tarde se lo dediqué completamente a Bea. Es la persona que más amo en el mundo y no lo dudaría ni un segundo. Es de esas personas que te pueden escuchar decir algo súper incoherente y no te juzgaría, si no que te apoyaría diciéndote algo más incoherente todavía. Y ni hablar de la buena energía que tiene encima, tan contagiosa que me dan ganas de amar la vida.
-Y creo que me va a pedir de ser la novia -dijo de repente, sacándome de mis pensamientos.
Hacía rato que se veía con un chico, y me iba manteniendo al tanto pero esto me tomó totalmente de sorpresa. Es que siempre habíamos dicho que íbamos a terminar solteras hasta que a los 40 nos casaríamos una con la otra. Pero la sorpresa no era no solo por eso, si no porque también Bea es la persona más anti relaciones que puede existir.
-Alto ahí -dije acomodándome en mi lugar-. ¿No te parece muy rápido?
-Mia, es mi vecino. Lo conozco y me gusta desde que tengo uso de razón. Además no puedo estar soltera toda la vida.
-Pero pensé que tus papás te habían prohibido verlo... -dije sin creerlo todavía. Sí, estaba celosa.
-¿Y? A vos también y eso no te impidió nada -contestó cambiando el tono de voz, se estaba enojando.
-¡No es lo mismo! Beatrice, tu" futuro perfecto novio" ROBA y le vende droga a nenes.
-¡No es tan así! Y Nate se droga y golpea a la gente, es violento y lo sabes.
-Dejá de meter a Nate -rodé los ojos-. Te hablo de vos. No me gusta ese chico.
-Que odiosa sos cuando algo no se trata de vos. ¿Tanto te cuesta ver feliz a los demás? -se paró y agarró su mochila.
-No te vayas -dije agarrándola por su muñeca.
-Se me va a hacer tarde para volver -se alejó suavemente-. Después hablamos, Mia.
Abrió la puerta y salió.
Pude escuchar pasos acercándose por el pasillo y esperaba que fuera ella volviendo, pero no. Era mi mamá.
-¡Bea! ¿Ya te vas? -se paró frente a mi puerta, mirándola mientras se alejaba por el pasillo-. Pensé que te quedabas a comer...
-No, gracias. Me esperan en casa ya -fue lo último que dijo antes de que se escucharan sus pasos bajando las escaleras.
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Bad // Nate Maloley
Fanfic"pero él no era lo que parecía, él no era el malo. ¿nadie lo podía entender?"