1.5 - Chris

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Abrí las ventanas de mi balcón y miré al atardecer. 

¿Qué tan patético es decir que hasta los atardeceres me hacían acordar a él? Sí, muy.

Me senté en el barandal del balcón, viendo como mis pies colgaban. Saqué un paquete de cigarrillos de mi buzo y reí al ver el pequeño papel que había adentro.

"imagino que una chica linda e inteligente como vos no quiere morir tan joven. nate"

Recordé el momento en que lo escribió. Estábamos en mi habitación y cuando decidí sacar mi paquete de cigarrillos, Nate me lo sacó y me dio un discurso sobre lo malo que era fumar (que sarcasmo que justo él lo diga). En fin, escribió lo mismo que me dijo el día que nos conocimos, y me los sacó por una semana hasta que se los pude sacar. Todavía tenía un cigarrillo.

Suspiré y lo encendí. Me guardé el papel y tiré la caja lo más lejos que pude.

-"fumar mata" -dije con una voz burlona mientras ponía caras-. ¿Qué me importa? De todas formas voy a morir.

La canción que estaba escuchando de repente se paró, lo que me hizo mirar a mi habitación. Había sido Jason. Me estaba mirando desde el otro lado de la ventana con una mirada desafiante.

-¿Por qué no me sorprende que te metas en mi vida sin avisar? -lo miré por unos segundos y alejé mi vista antes de terminar de hablar, haciéndole saber que no tenía ganas de escuchar su respuesta.

-Cuidado, chiquita -se acercó al balcón, terminando detrás mío-. Estás muy cerca de caer.

Puso sus manos en mis hombros y me dio un pequeño sacudón. Un escalofríos me recorrío de los pies a la cabeza.

Okay, cuando decía que podía morir en cualquier momento definitivamente no me refería a esto. Salí del barandal de un salto y lo miré frunciendo el ceño, a lo que él rió.

-Solo vine a recordarte que a las 9 es el evento en mi oficina, es muy importante para la familia así que por favor no intentes hacer una escena.

Me acerqué despacio y le solté el humo en la cara. -¿Familia? Como digas.

Me di media vuelta y me aseguré de hacerlo con bastante fuerza para que mi pelo le tocara la cara. Jason se dirigió a la puerta en silencio.

-Los balcones no son el único lugar peligroso en esta casa -sonrió de un lado-. Sería una pena que te pasara algo.

Sin decir más salió de mi habitación, dejándome con los brazos cruzados y mi ceño fruncido. ¿Me estaba amenazando? No me sorprendería.

Tiré mi cigarrillo sobre el auto de Jason que estaba estacionado en el jardín. ¿Quién se piensa que es? No puede entrar como si nada a mi habitación y amenazarme.

Puse de nuevo la música y deje sobre la cama lo que iba a usar en la noche, un vestido negro de encaje, bien de funeral. Me comencé a desvestir sin preocuparme por las ventanas abiertas y fui directo a mi baño, bailando al ritmo de Bebe Rexha. Cerré la puerta con llave y canté con mucho sentimiento "No Broken Hearts" mientras me miraba al espejo. Sí, se podría decir que estaba sintiendo la canción.

Después de darme una ducha relajadora, me envolví en la toalla y salí del baño. Para mi sorpresa, había algo sobre el vestido. Me acerqué mirando a mi alrededor, extrañada, y agarré con cuidado la cajita celeste.

Me sorprendí al ver ese regalo, o lo que sea que fuera. Dentro había una pulsera dorada con unos colgantes y una nota arrancada de un diario o libro, que parecía bastante viejo. Me puse la pulsera enseguida, era muy hermosa, y le me senté en la cama intentando leer el pedazo de papel. 

Bad // Nate MaloleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora