0.8 - Los Maloley

3.5K 213 9
                                    

Nate llegó unos minutos después de mandar el último mensaje. Al llegar, bajó de su auto y corrió para darme un fuerte abrazo.

-Nate... no puedo respirar -dije.

-Perdón -se sonrojó un poco. ESPEREN ¿NATE MALOLEY ESTABA SONROJADO?

-No pasa nada -le sonreí con ternura.

-¿Qué pasó esta vez? -preguntó, con su tono de hombre duro otra vez

-Solo tuve una pelea con Jason. Al parecer él decide quién entra a casa ahora -miré hacia la casa y un escalofrío recorrió mi cuerpo, ya no reconocía ese lugar.

-Lo odio un poco -rodó los ojos.

-Es una persona odiable -dije encogiéndome de hombros. Agarré sus manos entre las mías -¿Qué favor te tengo que hacer?

-Bueno, ¿viste que te dije que estaba con mi familia?

-Si ¿qué pasa? -asentí.

-Estamos en una especie de reunión familiar y digamos que tendría que estar cuidando a mis primos más chicos -se rascó la nuca y levantó sus manos en el aire-. ¡Pero es que esos nenes son imposibles! No dejan de correr, gritar, cantar, tirar, romper...

-Ya entendí -dije interrumpiéndolo mientras reía-. Son nenes Nate, ¿qué esperas?

-Pensé que iba a ser más fácil. Además ¿A quién se le ocurre dejarme a cargo de alguien? -se notaba que estaba cansado e indignado. Reí otra vez.

-Lo sé, lo sé -le di un beso en la frente-. ¿Y necesitas la ayuda de Mia superniñera?

-Exacto -dijo con una sonrisa de victoria en sus labios.

-Encantada.

Nate me sonrió y me empujó contra la pared, quedando muy cerca mío. -¿Cómo te lo recompensaré?

-Ya pensaremos en algo -me alejé y le guiñé un ojo-. Vamos, dejaste a unos pobres nenes solos y, seguramente, aburridos.

Me volteé a verlo antes de subir a su auto y reí por su expresión de sorpresa y frustración, no podía creer que lo haya dejado ahí solo. Seguramente estaba esperando que caiga en su juego y terminemos besándonos en el medio de la calle como si no existiera nadie más, pero estaba equivocado. Si juego, lo gano.

Al instante subió él también.

Manejó en silencio, cada tanto me miraba de reojo y sonreía, pero seguía sin hablar. Oh, el señorito está sensible.

-Esperá, ¿se supone que tengo que estar con tu familia? -dije dándome cuenta de lo que había aceptado-. ¡Qué vergüenza, Nate! ¿Qué se supone que soy? ¿Una que encontraste por ahí para que te ayude con tus primos?

-No, nena. No te creas tan importante -lo miré fingiendo que me había dolido. Me miró con una gran sonrisa.

-Cuidadito que me bajo acá, eh -me crucé de brazos aguantando una risa. Si bajaba probablemente terminaría violada. Por lo que veía, estábamos yendo a los bosques que quedaban a una hora de mi casa.

-"Nate, te necesito" -intentó imitar mi voz y eso fue lo único que necesité para soltar mi risa.

-"Siempre estoy disponible para vos" -dije con mi voz de hombre-. Y en mi defensa, no sueno tan desesperada.

Nos miramos desafiantes por unos segundos. "Lo tengo" pensé, pero estaba equivocada. Nate me miró divertido mientras levantaba su ceja, haciéndome soltar otra risa.

"okay, él te tiene"

Estuvimos haciéndonos bromas hasta llegar al bosque. Nate bajó de su auto y enseguida fue hacia mi puerta, extendiendo su mano para ayudarme a bajar.

Bad // Nate MaloleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora