1.0 -Primera de muchas

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Ya que había tenido la tonta idea de ocupar mi viernes con Chris, Nate decidió que salgamos el Jueves.

"-lista para la mejor noche de tu vida?

-sí, pero tengo una estúpida cita con un chico raro:(

-callate. Paso en 15 minutos ;)"

Nate no me había dicho a dónde me iba a llevar, solo dijo que me vistiera cómoda. No sabía si tener un buen o mal presentimiento sobre esto pero al menos sé que si estoy con él me voy a divertir seguro.

Cuando terminé de arreglarme bajé dando saltitos.

"Dejá de actuar como una nena de 8 años"

"Malala, hoy no tenes voz en mi cabeza. Shh"

Me dirigí a la cocina, donde estaba mi mamá sola tomando un café. Jason había salido a una reunión de negocios, lo cual era perfecto.

-¿Puedo saber a dónde vas? -dijo mi mamá divertida.

-Sip. Tengo una cita -sonreí con orgullo.

-¿Y quién es el afortunado?

-Nate -la sonrisa de mi mamá desapareció.

-Mia, ya hablamos de esto.

-Mamá no lo conoces. Tendrías que darle una oportunidad.

-Está bien -suspiró-. Solo porque hoy no está Jason.

-Gracias, gracias, gracias -me acerqué y le di un ruidoso beso en su mejilla-. Sos la mejor.

Recibí un mensaje de Nate diciendo que ya estaba fuera.

-No te acostumbres tanto a salir con él, eh -dijo, a lo que rodé los ojos y salí.

A mi papá no lo habían aceptado en la familia de mi mamá durante 3 años, tuvieron que salir medio en secreto. Entonces ¿Por qué actuaba así? Seguro es Jason quien le llena la cabeza.

Al salir vi a Nate sentado sobre el capó de su auto. Me sonrió y dio un silbido, haciendo que me ruborizara.

-Te haces esperar princesita -cuando me estaba acercando tiró de mi mano, dejándonos cara a cara.

-No soy una princesita, idiota -le saqué la lengua y Nate aprovechó para besarme. Fue un beso típico de él. Sus besos siempre te dejan con ganas de algo más.

-Vamos que está empezando a atardecer -dijo con una gran sonrisa. Rodeó el auto y subió, yo hice lo mismo.

-¿Me podrías decir a donde vamos? No es normal tener una cita a las 5:30 de la tarde -Nate rió.

-Paciencia.

Condujo por unos 15 minutos hasta que llegamos al mirador de la ciudad. No era exactamente un mirador, pero con mis amigos le habíamos dado ese apodo porque desde ahí se puede ver toda la ciudad. Tampoco era un lugar muy recurrido ya que no había mucho, solo césped y algunas rocas.

-Apurémonos o nos vamos a perder el atardecer -dijo una vez que estacionó el auto. Di un gemido de felicidad y bajé del auto.

Cuando era chica solía venir con Bea a mirar el atardecer todos los viernes. La astrología saca mi lado friki.

Al bajar del auto nos encontramos con la gran subida.

-Ya recordé por qué no venía tan seguido -dije y Nate rió.

Comenzamos a subir, y en medio de risas y charlas idiotas, Nate se ofreció a llevarme en su espalda. Obviamente acepté, mi estado físico era peor que el de mi abuela.

-Yyyy llegamos -dijo y yo bajé.

-Wow -miré con asombro la gran vista. Era en serio algo hermoso.

-Lo sé, por eso es uno de mis lugares favoritos.

Nos sentamos mirando hacia la ciudad y el atardecer. El sol recién comenzaba a ocultarse.

-Y por si fuera poco -Nate sacó de su mochila un champagne y dos copas. Lo miré y reí.

-Claro, el alcohol nunca puede faltar -agarré una copa mientras él nos servía.

-Digamos que un buen trago mejora el momento -dejó la botella a un lado y me sonrió-. Por todos los idiotas y princesitas del mundo.

-Amén -levantamos nuestras copas en el aire y nos miramos sonriendo. Bebí un poco, mientras admiraba el hermoso paisaje.

Me era difícil decir que me gustaba más. El paisaje era único y me relajaba, pero también lo hacía Nate (y el paisaje no tiene sus músculos ni sonrisa).

N/A: ya sé que es muy corto:( voy a intentar escribir este fin de semana ya que eS LA ÚLTIMA SEMANA DE CLASES

Bad // Nate MaloleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora