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Se veía irresistible, nunca en mi vida había deseado tanto a un hombre en tan poco tiempo, camine a paso lento hasta llegar frente su escritorio donde me incliné a dejar su café, note que su mirada se posó en mi escote, pero después llego a mis ojos, su mirada era profunda y penetrante que te intimidaba con solo observarte.

-Muchas gracias señorita Kim, puede retirarse a su oficina hasta que la necesite-

Esto de recibir órdenes nunca me había gustado de hecho me gusta mandar a los hombres claro cuando del sexo se habla, pero recibir órdenes de este hombre era lo más excitante del mundo, me dirijo a mi oficina y me senté de nuevo a leer mi libro, ahora no dejaba de pensar en aquel hombre que estaba tan solo a una pared de distancia, era joven claramente tal vez unos 28 años era rico en dinero y en todo aspecto.

No fue muy buena idea leer libros eróticos mientras pensaba en el señor Lee, lo imagine follándome en todas partes incluso en la oficina, sabia claramente que no ocurriría era muy respetuoso y una de las reglas era no tener relaciones en horas de trabajo, pero eso no impidió excitarme pensando en todo lo que haría aquel hombre, desde metros de distancia podía notarse su experiencia respecto a tener relaciones sexuales, ha de ser poderoso, posesivo y salvaje.

Mi parte más íntima dolía de solo pensar esas cosas y claramente no podría tocarme en la oficina, me escucharían y podrían despedirme también, decidí ir al baño pero me di cuenta que tendría que pasar por el frente del señor "Sexo salvaje" mis mejillas estaban sonrojadas pero no impidió que lo hiciera, sentí su mirada en mi espalda y trasero que bien "Deséame" pensé.

Dark Secret.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora