Los sentimientos se arremolinaban en el pecho de Edward, formando un tornado de emociones donde involucraba la empatía, cariño, amor, lastima y entonces no sabía cómo sentirse. Sabía que algo estaba pasando, algo se estaba formando e iba creciendo sin detenerse en su corazón. Sabía que a Imalay o Maya o como sea que se llame, no le agradaba la lastima o pena. Se lo había dicho aquella vez en donde le había confesado su gran secreto, ese que guardaría hasta la tumba.
Mirándose en el espejo, se cepillo los dientes y luego lavo su cara. Se quedó en bóxer y sin camisa. Tenía hambre así que fue a la cocina y preparo una taza de café y un pan con queso. Comiendo tranquilo, pensó en Imalay y en lo que le había propuesto. Estaba claro como el agua que preguntarle si era virgen no fue buen inicio para decirle lo que sentía.
¿En que estaba pensando? Obvio que era virgen, el fue su primer beso, joder.Acepto que se equivocó con eso y que debió haberlo hecho de otra manera, pero se habían besado, habían estado a punto de tener sexo, se tocaban, a en le gustaba y sabia que ella sentías algo por el pero no quería aceptarlo ¿Por qué no se deja querer, amar? Estaba claro como el agua que él la quería, pero también estaba consciente de que las cosas estaban pasando muy rápido, ahora estaba dudando si eran amigos porque eso nunca quedo muy claro que digamos y ninguno hablo sobre eso. Solo siguieron las cosas normales, hablando como si nada.
Soltando un gemido, fue a su habitación preparado para adelantar un poco de trabajo pero no encontró sus papeles y tampoco su computadora. Busco en sus cajones, en su armario y en la sala pero no había nada. Gruño.
¿Dónde carajos estaban sus cosas?
Tomo el teléfono de la casa, ya que su móvil tampoco aparecía por ningún lado y marco el número de Chaz. Este contesto al momento.
-¿Hola?-
-¿¡Me puedes decir donde carajo están mis cosas!?- grito. Estaba alterado, odiaba que tocaran sus cosas y Chaz lo sabía muy bien.
-Lo primero, ¿Podrías calmarte?, lo segundo ¿De qué rayos me hablas?- pregunto, estaba realmente confundido. La noche anterior se había quedado con Amy durmiendo abrazados luego de intentar hacer amor pero no pudieron culminar tal acción ya que la pequeña Sofi quería dormir con ellos.
-No te hagas el imbécil Chaz, sabes que odio que toquen mis cosas y mis papeles, mi Laptop y mi teléfono no aparecen- ladro
Realmente estaba enojado, tanto así que el dolor de cabeza estaba volviendo y con mucho vigor. Sabía que estaba exagerando pero no toleraba que tomaran las cosas sin su permiso.
-Edward cálmate ¿sí?, yo no estaba ayer en casa, me quede con Amy, la única que se quedo cuidándote fue Imalay- hablo con serenidad, sin saber que había metido la pata hasta el fondo.
Edward tomo una profunda respiración y apretó el teléfono.
-Gracias- colgó sin siquiera decir adiós
*
Maya, caminando de un lado para el otro, se preguntaba como estaría Edward. Esta mañana lo había dejado bien arropado como un bebe para que se sintiera cómodo y bien cuidado. Pero había otra cosa que la estaba perturbando. Hill.
*Flashback*
Estaba arreglando algunos papeles y archivando documento viejos, pero que estos, eran importantes. No le prestó atención a ninguno, solo guardaba por orden alfabético y los encerraba en ese cajón. Luego de estar haciendo la misma rutina por media hora, se levanto para ir al baño pero una llamada la interrumpió.
-Buenos días, Empresas Phill ¿En qué puedo ayudarle?-
-Buenos días, necesito hablar con el señor Phill, ¿se encuentra?-
ESTÁS LEYENDO
Déjate Amar(Pausada)
RomanceImalay. Una chica con muchos problemas. Uno de ellos el amor. Edward. Un hombre con la necesidad de encontrar a la mujer ideal. Capaz de luchar por lo que quiere. ¿Qué pasara cundo estos dos individuos se encuentren? ¿Se odiarán? ¿Lograra qué Imala...