Chapitre Sept

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Louis se encontraba sentado en una mesa particular tomando una taza de té que yacía a un lado de su Macbook mientras permanecía en el restaurante del hotel.

Daba pequeños sorbos, mientras miraba constantemente la bandeja de su correo esperando noticias acerca de la cita con el señor Styles, sin embargo, no había absolutamente ni uno. Así que optó por comenzar a realizar unas cuantas cosas que su padre le había pedido de favor. Pasaron treinta minutos desde que el ojiazul comenzó a teclear en su portátil cuando su celular comenzó a sonar, rápidamente poso su mirada hacía éste y se dio cuenta que era Nicole.

— ¡Dios! Nicole, soy un idiota. — Dijo para sí mismo. Tomo el celular y contestó la llamada.

— Hola cariño. Antes que digas algo quiero pedirte una gran disculpa por no haber llamado antes, pero han pasado tantas cosas que... — Suspiro frustrado —. Tengo mi mente en otro mundo.

— ¡Hey cielo! No te preocupes, sólo marcaba para ver si te encontrabas bien, me preocupe un poco por no haber recibido tu llamada, pero ahora todo está bien.

— En verdad lo lamento Nicole, soy un torpe.— Dijo apenado.

Ya te dije que no tienes por qué preocuparte, todo bien cariño ¿Y qué tal estuvo la entrevista? ¿Cómo te fue?  Pregunto entusiasmada.

— No hubo entrevista, por lo menos aún no.

— ¿Qué? ¿Por qué? — Sorprendida.

— Hubo unos inconvenientes por parte del dueño de la empresa, al parecer tuvo que retirarse de imprevisto y su asistente nos avisó que marcaría o enviaría un correo para confirmar la siguiente cita, así que... -Dio un pesado suspiro—. sólo hay que esperar.—menciono con una media sonrisa en su rostro.

— ¡Oh, lo siento cariño! espero que pronto recibas respuestas.

— Sí, eso espero yo de igual manera.

— Louis ¿Te parece si en un rato más te marco? Estoy en casa de mis padres y sólo llamé para asegurarme que estuvieras bien, tengo que volver.

— Está bien cariño, hasta entonces.

— Te amo Louis.

—  Yo también Nicole, te mando un abrazo.

— Te mando dos. ¡Oh! Antes de que lo olvidé. Mis padres te enviaron saludos, esperan verte pronto.

—  ¿En serio? Dale las gracias de mi parte y que de igual manera deseo verlos pronto.

— Yo les diré cielo, hasta al rato.

Después de que terminaran la llamada, el ojiazul se centró de nueva cuenta en la macbook.
A los minutos terminó con lo que debía hacer, así que decidió ir de nueva cuenta a su habitación, sin embargo antes de que éste se levantara de su asiento vio a Liam acercarse a él.

— ¿Ya comiste? —Pregunto el castaño tomando asiento enfrente del ojiazul.
—  ¿No? ¿Por qué? —Cerró su macbook y la puso a un lado de la taza de té.
— ¡Genial! Avise que comería aquí.
—  Hable con Nicole. — Comento el menor saliendo totalmente de tema.
— ¿Y qué sucedió? ¡Oh basta! Espera. Ya imagino toda esa llamada que seguramente fue por más de media hora diciéndose cuanto se quieren y enviándose besos y abrazos. —Comento el castaño con tono burlesco y un puchero sarcástico en su rostro.
—Pero si eres el rey de los comediantes. —Louis comenzó a reír levemente—. Nunca lo superarás ¿Cierto?
—¿Ser tu compañero de habitación por años y soportar esas llamadas a media noche? —El ojiazul asintió con la cabeza.
— No. Jamás. Aún sigo sin poder creer que un día antes de uno de los exámenes ustedes tuvieran esa típica llamada en la madrugada, la cual me mantuvo despierto por horas y gracias a eso haber sido la burla de todos por quedarme dormido en pleno examen. —Dijo el castaño indignado cuando vio a Louis soltar una carcajada.
—  Algún día lo harás y te aclaro que hoy no fue así, creo que la llamada no duro siquiera 5 minutos. —El castaño volteo a verlo abriendo sus ojos del tamaño de un plato.
—¡Oh dios! ¿Qué ha sido eso? —Cuestiono el castaño en tono alto y sorprendido. Las personas que se encontraban cerca de ellos voltearon a verlos haciendo que el ojiazul rodara los ojos y cubriera su rostro con las palmas de sus manos.
—Estás avergonzándome.—Movía su cabeza de un lado hacia otro aún con su cara oculta por sus pequeñas manos.
—No seas dramático.
—No seas un imbécil y deja de hacer este tipo de cosas, las personas están mirándonos.
—Eso es bueno ¿No? Ahora seremos el centro de atención de todo el restaurante.
Louis volvió a rodar los ojos. Rápidamente vio a la rubia que lo había atendido anteriormente acercarse hacia ellos.
—¿Desean algo más? —Pregunto amablemente con una sonrisa en el rostro.
—Mi amigo sí. -Comento el ojiazul levantándose de su asiento—. Ya vuelvo, trata de no pedir todo el menú. —menciono aludiéndose al castaño en tono burlesco.
—Creo que ahora el comediante eres tú. —El castaño rodó los ojos mirando avergonzado a la rubia que yacía parada enfrente de su mesa esbozando una leve risa por el comentario del chico.
El ojiazul sólo le dedico una sonrisa haciendo que esas pequeñas arrugas que se formaban entre la cien y el pómulo de su rostro resaltaran.
Dio media vuelta y se dirigió hacia el baño del restaurante dejando a Liam y la rubia solos.

El recuerdo de las 7 décadas {l.s}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora