Chapitre Treize

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Capítulo dedicado a:

hemmorroides xx

Se encontraba sentado frente a diversas personas de aspecto elegante; en una enorme sala de juntas a la cuál había sido citado desde el día anterior. No tenía la más mínima idea de la razón por la qué estaba ahí, pero suponía que no pasaría nada grave; pues anteriormente le había comentado la asistente de Harry Styles que no se trataba de algo negativo. Al contrario, le serviría mucho a su reputación y reconocimiento ante la alta sociedad. A pesar de las diversas veces en las que Liam se había reído de él al pensar que Louis iba a ser despedido por haber quebrado el jarrón del empresario más famoso de todos los Ángeles California. Rió entre dientes al recordar las estupideces que su mejor amigo decía, pero todo aquello se esfumo en segundos al recordar en donde se encontraba sentado.

Comenzó a mover sus manos de forma nerviosa como si estuviese desenredando una maraña de estambre cuándo se percató de que una rubia con facciones muy parecidas a las del rizado había entrado a la sala de juntas. Llamando la atención de todos los que yacían presente en aquel lugar, pero no era demás si detrás de ella se encontraba él.

Harry Styles, aquel chico de ojos verdes esmeralda y castaños rizos como si se tratasen de resortes bien definidos.
Nervioso, lo siguió con la mirada hasta que éste tomase asiento en su respectivo lugar.

- Buenos días. -Dijo mientras hacía leves señas para que se acercase su asistente, quién se encontraba de pie a un lado de él, entregándole diversas carpetas. A lo cual todos respondieron de buena manera su saludo incluyendo a Louis.

- Disculpe señor Styles, pero ¿A que se debe ésta reunión tan urgente? -Preguntó uno de los inversionistas que yacía sentado a un lado de la chica con parecido a Harry.
Éste volteó a verlo en seco, desaparto la vista de él y comenzó a hojear papeles de la carpeta que tenía en sus manos.

- Bien, como saben el desfile de modas se acerca, incluyendo el coctel que habrá posterior a dicho evento tan peculiar en Londres. Todo estaba perfectamente preparado para que octubre fuera el mes de la moda más exitoso para la empresa como lo ha sido por años consecutivos.- dejo de hojear los papeles y postro su vista hacía las personas que se encontraban sentadas mirándolo y escuchando sus palabras con claridad. Visualizando el rostro de Louis a simple vista, quién yacía mirándolo atentamente. Fue inevitable para éste no verlo, por alguna razón le daba calidez. Aclaró su garganta después de haber dejado varios segundos sin decir palabra a causa del contacto visual que había tenido con el ojiazul. Apartó su vista de él para seguir con el tema.
Louis agachó levemente su cabeza al haber sentido la mirada del rizado postrarse sobre él. Ahora se sentía más nervioso que antes, no sabía que hacía ahí, ni por qué lo habían llamado, pero ansiaba salir pronto de ese lugar.
La sola presencia de Harry hacía que de nueva cuenta su vulnerabilidad apareciera brotando por todo su cuerpo, poniéndolo nervioso como ya era de costumbre desde la primera vez que se había topado con éste.

De pronto como eco retumbando en el interior de sus tímpanos las voces de todas las personas presentes en aquella habitación comenzaron a abrumar aún más la presencia de Louis. Por varios instantes se había limitado a escuchar a su subconsciente impidiendo que los sonidos del exterior fueran escuchados por él. A lo cuál, su nombre dicho por la persona que más le hacía sentir incomodidad en esos momentos fuese dicho para toda la sala de juntas, quedando en silencio y cayendo como bomba las miradas de todos sobre el castaño. Comenzó a sentir sus manos sudar al percatarse de todas las miradas hacía él, pero sobre todo la mirada de Harry sobre Louis, quién esperaba respuesta por algo que ni siquiera había tenido la oportunidad de escuchar.
- ¿D-disculpen? - Preguntó atónito mirando hacía donde se encontraba de pie el rizado.
- Tú serás la persona indicada para llevar a cabo junto conmigo los diseños de la nueva colección otoño de Do lamour Styles.-Tomo asiento y lo miró fijamente a los ojos esperando a que éste retomara la palabra para que fuese escuchado por los inversionistas y todo aquel que se encontraba en la sala.

El recuerdo de las 7 décadas {l.s}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora