D I E C I O C H O

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Y le besé. Sí, le besé. Fui a buscarle como una idiota y una histérica bipolar después de decirle "vete" repetitivas veces y después le besé. Tardé menos de una hora de pasar de un chico al otro. ¿Qué me está pasando?

"Definitivamente, ve a un psicólogo, maja."

Tendré que ir por tu culpa, "maja".

- Jodie. - dijo Aiden sobre mis labios.

- Perdón. - me sonrojé y rápidamente me aparte y me fui corriendo (literalmente) a mi habitación.

Él me siguió y claro, como tiene que correr más que yo, no dejó que le cerrara la puerta en las narices.

- ¿¡Qué!? - le grité, aún llorando.

"Te vuelves débil, idiota."

No hace falta que me insultes.

- ¿Sería mucho pedir que me explicaras lo que sientes? - suspiró y se pasó la mano por el pelo.

- Pues sí, sería mucho pedir. - me crucé de brazos.

"Infantil. Ahora, encima, te enfadas."

- Jodie... - mi "mejor amigo" o "exmejoramigoporqueyanocuentacomoamigoporquenoshemosbesado" sacudió la cabeza.

- Es que... ¡AW! - me tiré del pelo -. ¿Porqué me lo dices después de que haya empezado a aclararlo todo? Eres mala persona. - le dije por encima del hombro.

- Lo siento, ¿vale? ¿Y porque no me lo dijiste tú antes? - puse los ojos en blanco.

- ¿¡Porque tenemos que ser las chicas las que demos ese paso siempre!? - espeté.

"To-ma. Haber por donde lo coge ahora el pobre chaval."

- No te pongas a la defensiva. ¡No lo hagas!

- ¡No lo hago! ¿Porqué empezaste a salir tú con Claire, entonces? - subí y bajé las cejas repetidas veces. Él frunció el ceño. Se había quedado sin palabras, ja -. ¿Lo ves? ¡No me eches a mí la culpa de todo esto!- grité.

- No te estoy echando la culpa, cariño. - me reí irónicamente.

- ¿Cariño? Estás de coña, ¿verdad? ¡Te odio! - le pegué repetitivos golpecitos en el abdómen, él me rodeó con sus brazos.

- Jodie, por favor. Confías suficiente en mí como para confiar en mis palabras. - me besó la cabeza y yo me encogí entre sus brazos.

- No te odio. - aclaré.

- Lo sé. Me quieres demasiado. - sonreí y subí la cabeza para ver su sonrisa.

- Te quiero demasiado. - me puse de puntillas y le besé.

Mi móvil sonó a los pocos minutos.

- Que oportunos. - musitó Aiden. Me deshice de sus brazos y cogí el aparato.

- ¿Hola? - contesté.

"Hola, ¿eres tú la que acompañaste a tu amiga Olive en la ambulancia?" Contestó alguien al otro lado.

- Sí, sí. Yo... soy esa persona. ¿Ella está bien? ¿Ha despertado ya? ¿Quién eres tú? - pregunté nerviosa.

"Lo siento. Tu amiga, Olive, aún no ha despertado".

- ¿Jodie? - Aiden me tocó el hombro.

"¿Hola?".

- ¿Estás bien? - preguntó.

"¿Sigue ahí?¿Hola?"

- ¿Porqué no ha despertado aún? - pregunté con un hilo de voz.

Aiden me miró extraño ya que no sabía nada pero me abrazó al ver mis lágrimas.

"Estamos investigando en eso".

- ¿No puedo ir a verla?

"Aún no." Supiré.

- Vale, gracias. Adiós. - me tembló la voz y colgué.

- ¿Y bien? - preguntó Aiden contra mi cabeza.

- Olive está en coma. - se apartó un poco para mirarme a los ojos.

- Lo siento. - me volvió a abrazar rápidamente y me hundí en un mar de lágrimas.

La vida de JodieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora