La vida de Jodie

Parte sin título 30

Karl y Olive en multimedia.

- Hola. - escuché la voz de Olive.

- Hola. - contesté triste.

- Yo lo siento, ¿sabes? Siento haberte dejado "sola". De verdad, yo no quería irme. A mí me gustaba vivir, ver sonreír a la gente gracias a mí, ver la felicidad de este mundo y verte a ti. No pretendía hacer nada con Julen, pero ahora es él el que está conmigo. Tendré que soportarlo. ¿Quieres que te dé un consejo? Disfruta de la vida, amiga. Disfruta muchísimo cada momento y de cada persona. Sé que estás en una situación muy difícil y que crees que tienes que tomar una decisión. Pero, Jodie, no tienes que elegir entre uno de ellos dos. No hace falta quedarte con uno, si decides seguir con Dave, por ejemplo, puedes mantener tu amistad con Aiden, y viceversa. Así que no te comas tanto la cabeza. Solo sonríe, princesa. Me tengo que ir, ese era mi último consejo. Espero tardar en verte por ahí arriba. - sonrió y se fue.

Se fue para siempre.

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- ¿Qué...? - conseguí decir con un hilo de voz.

- Todo cuadra, señorita; Karl mató a Olive con esas pastillas, después intentó matarte a ti pero fuiste inteligente y, finalmente, acabó con la vida de Julen. Aunque creas lo contrario, ese chico está mal de la cabeza. Se ha sometido a algunas pruebas y llegamos a la conclusión de que tiene un trastorno obsesivo-compulsivo. Así que tranquila, no irá a a cárcel, irá a un médico. - explicó el agente mientras se paseaba de un lado a otro de la sala.

- ¿Tú que sabes de todo esto? - le pregunté a Dave. Él se encogió de hombros.

- Yo vi como Karl y Olive entraban a esa habitación. Olive no estaba liada con Julen, sino con Karl. Julen solo... Julen no hizo nada y ahora está muerto. Créeme, Jodie, Karl se merece estar en ese sitio. - dijo Dave intentando sonar duro, cosa que no consiguió porque parecía un niño pequeño cabreado.

- ¿Nos podemos ir ya? - preguntó Aiden al agente.

- Sí, es suficiente. Gracias por algo. - el agente Jones nos abrió la puerta y sacudió la mano.

- Adiós. - nos despedimos.

Salimos a la calle y Dave nos invitó a salir a comer juntos, "tenemos que arreglar la estúpida tensión que hay entre nosotros" le dijo a Aiden mientras me rodeaba los hombros con un brazo. Aiden refunfuñó entre dientes y nos siguió.

Llegamos al restaurante y nos sentamos en una mesa.

- ¿Como estás? - me preguntó Dave cuando Aiden se fue al baño.

- Bien, mal, normal, oye... Tenemos que hablar. - intenté sonar firme.

- ¿Sobre... qué? - él frunció el ceño, pero dejó que me explicara.

- Verás, Dave... eres una persona importantísima para mí y yo te quiero mucho, mucho, te quiero a rabiar, Dave. Pero... tú sabes lo que hay entre Aiden y yo. Te lo he explicado millones de veces, sabes que entre él y yo hay una conexión muy especial. Que no quiero decir que entre nosotros no la hay, porque si lo dijera, mentiría. Entre nosotros también existe algo inexplicable. Quería darte las gracias por todo, por apoyarme, por confiar en mí en todo momento, por darme unos meses fantásticos y, simplemente, gracias por existir, Dave. Porque tu presencia es algo muy importante para mí, y no quiero decirte adiós definitivo, ya que no sería persona si no te tuviera a mi lado. Dave, sintiéndolo mucho... quiero que seamos solo amigos... - lo miré, preocupada por su respuesta.

Todo lo que he dicho es verdad, nada saldría bien sin él a mi lado. En estos últimos meses me lo ha demostrado, él lo sabe.

- Tienes que estar orgulloso de ser como eres y de conseguir un efecto en mí que sabes que no lo consigue casi nadie. - dije al ver que no decía nada. Él sonrió y hizo que yo también sonriera.

- No te voy a fallar, pequeña. No te preocupes por nada, te quiero, así que no me alejaré de ti. No puedo decir que no me duela no poder estar contigo como... algo más. Pero me importas de una manera inexplicable. Así que esta es tu decisión, y la entiendo. - me acerqué a él y lo abracé.

- Yo también te quiero, Dave. Valoro mucho todo lo que haces por mí, y me gusta muchísimo el nuevo Dave. Gracias. Y no llores, por favor. - le susurré mientras seguía abrazándole.

- No lo hagas tú tampoco. - juntamos nuestras frentes y sonreímos. Le sequé las lágrimas y él a mí.

Cuando levantamos las cabezas, vimos a Aiden sonreír. Miré a Dave de reojo y él también le estaba sonriendo. Mi amigo se levantó, y después de quedarse como dos segundos mirando a Aiden, le estrechó la mano y lo abrazó.

- Enhorabuena, tío, que seáis muy felices. Y siento mucho haberte guardado todo ese rencor. Ella me ha demostrado que es feliz a tu lado, y sólo por eso, no debo odiarte. Cuídala mucho. - le dijo Dave a Aiden. No podía parar de sonreír.

- Eso haré. Gracias a ti por hacerla feliz tú también. - me levanté de un salto y nos abrazamos los tres.

- Os quiero. - dije.

- Bueno... me voy. Es vuestro momento. - dijo Dave, guiñó un ojo y se fue.

Suspiré, miré a Aiden y nos sentamos.

- Prométeme algo. - dije cuando ya empezamos a comer.

- ¿El qué? - sonrió.

- Que estaremos juntos siempre. - él se rió.

- Jodie, hemos pasado por cosas fatales y ahora míranos, estamos más unidos que nunca. Nos conocemos desde hace casi 17 años, 17 años siendo mejores amigos. Ahora empieza una nueva etapa en la vida. Yo no puedo saber que nos depara el futuro, pero sí sé que quiero pasar el resto de mi vida contigo. - dijo. Consiguió que se me humedecieran los ojos. ¿Puede ser más perfecto? Bah, imposible.

- La perfección existe, ¡y la tengo delante! - exclamé.

- Me alegra tantísimo que estés feliz. - asentí.

- Y a mí. - pude imaginar a Olive, sonriéndonos.

Olive, sé que tú deseabas que pasara todo esto. Así que, va por ti, amiga. Muchas gracias por todo. No sabes cuánto te adoro. Bueno, en realidad sí que lo sabes.

***

- Y así es como vuestro padre y yo empezamos a ser novios.

- ¿Ya está? - me preguntó Zoe.

- ¿Este es el final de la historia? - preguntó Ethan.

- Eso fue sólo el principio. - sonreí a mis hijos.

Fue sólo el principio de algo nuevo, nuevas experiencias y emociones al lado de la persona que hoy en día seguía siendo esa persona especial.

THE END