V E I N T I C U A T R O

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Tiré el movil al suelo y corrí hacia un rumbo fijo.

Piqué a la puerta de casa de Aiden repetitivamente.

- ¡Abre! - grité. Claire abrió la puerta asustada y al verme cambió la expresión a: amargada.

- ¿Qué quieres? - cruzó sus brazos sobre su pecho y por un momento pensé en arrancárselos de cuajo.

- Aparta. - la empujé y busqué corriendo a mi amigo.

- ¿Estás bien? - me preguntó Aiden. Negué con la cabeza y me lancé a sus brazos.

- No. Tengo miedo. - acunó mi cara en sus manos.

Noté la preséncia de Claire. "Que asco, buacs".

- Tía, bésalo. ¡Está a punto de caer!

"Olive, no puedo".

- Es lo único que te pido. Antes de que me vaya para siempre. Por favor. Bésale delante de Claire.

Hice caso a las palabras de mi amiga y besé a Aiden. Él sonrió y siguió el beso.

- ¿¡Qué significa esto!? - gritó Claire.

La ignoramos y Aiden le cerró la puerta en las narices.

- ¡Toma! Gracias, te quiero.

"Y yo".

Claire gritaba y picaba a la puerta desesperada.

- ¿La dejamos pasar y se lo explicamos? - propuse. No reímos y él asintió.

- Adelante. - Aiden abrió la puerta y ví a una Claire muy diferente a la de siempre.

No estaba perfectamente peinada ni maquillada. Estaba fea. Y me daba algo de pena. Un poquito.

- Em... Claire. - Aiden movió la mano por delante de su cara.

Ella me miraba fijamente, y yo a ella. No nos movíamos, pero su respiración se iba agitando poco a poco. Parecía que explotaría en cualquier momento. Y eso hizo; se abalanzó sobre mí, o almenos hizo el amago. Aiden fue rápido de lejos y ella no llegó a tocarme.

- ¡Zorra! - me gritó -. ¿¡Cómo puedes hacer esto!? ¡Te odio! ¡Me das asco!

- ¿¡Te vas a tranquilizar!? - le gritó Aiden.

- ¡Y tú no me hables! Contenta me tienes. - me derrumbé y empecé a llorar. ¿Qué?

- Tía, no llores. ¡No puedes derrumbarte!

Aiden me abrazó y fulminó a Claire con la mirada.

- No la toques. - dijo él entre dientes.

- Muy bien, no lo haré. ¡Pero me voy a ir! - gritó. No pude evitar llorar más y más.

- Me preocupas, Jodie, ¿estás bien?

- No pasa nada. - me susurró Aiden. Me estrechó aún más contra su pecho y respiré su aroma profundamente para intentar calmarme.

- Lo siento. - le dije a Claire.

- ¿Qué?

- ¿Perdona? - respondió ella vacilona.

- Yo no quería hacerte daño, de verdad. Sabes que no me caes muy bien, pero esto no lo he hecho por este motivo. Estoy enamorado de tu... de Aiden, quiero decir. No quiero hacerte daño, te lo juro. - me disculpé. Tanto Aiden como Claire abrieron unos ojos como platos.

Haber, sé que mi comportamiento no es muy normal proveniendo de mí, pero no sé lo que me pasa. Siento esa necesidad de disculparme para intentar aliviar la extraña presión que siento en mi pecho, la culpa.

- No jures, promete.

- Yo... me voy. Volveré a por mis cosas. - dijo ella, y se fue corriendo.

¿Qué tampoco es para irse corriendo, no?

Aiden me miró y me sonrió, me obligó a salir de su casa junto con él.

- ¡TE QUIERO! - gritó. Sonreí y me besó.

- ¡Yo también! - grité al cielo.

- ¡Yo os quiero más a los dos! - vi que Olive me sonreía desde allí arriba, y sonreí yo también.

- Espera. - Aiden paró de reírse de golpe.

- ¿Qué pasa? - pregunté extrañada.

- ¿De qué tienes miedo?¿¡De quién!? - apretó las manos en puños a cada uno de sus lados. Me eché hacia atrás.

- He hablado con Karl. - balbuceé. Él relajó su expresión al verme asustada de él y de todo y me abrazó.

- Ven, entremos dentro, preciosa. - me besó la frente y entramos a su casa.

- Dice que alguien asesinó a Olive. - dije. Se sentó el sofá y se masajeó la cabeza. Alzó la vista para verme y volví a llorar. Tiró de mí hasta quedarme encima de él y me rodeó con sus brazos.

- Mi primo está loco. - suspiró y sacudió la cabeza.

- No, Aiden. Yo lo creo.

- ¿Qué te dijo?

- Pues que Olive estaba liada con Julen y que él fue quien la mató. Bueno, le dió unas pastillas muy fuertes. - agaché la cabeza.

- Eso no tiene ningún sentido. - me cogió de la barbilla para que le mirara.

- Karl es inocente. Y la policia lo persigue. - se levantó y me posó en el sofá.

- ¿Cómo sabe que fue Julen? - se llevó las manos a la cabeza y caminó de un lado a otro.

- Porque vio que él entraba con ella en el baño y llevaba esas pastillas en la mano. Lo que pasa es que él no sabió lo que eran esas pastillas hasta que Olive se... murió. - asintió repetitivamente con la cabeza.

- Vale, vale, muy bien. - suspiró y le detuve.

- Creeme y creele. Julen nunca me ha caído bien. - me puse de pie delante de él.

- Tenemos que descubrir la verdad. - asentí.

- Karl lo quiere matar.

- ¿Qué?

- Le va a dar esas pastillas, hoy. Me ha dicho que le acompañe pero... no quiero.

La vida de JodieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora