D I E Z

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- No. - dije por enésima vez.

Mi madre aparcó en el garaje y salió del coche.

- Jodie, cielo... Estoy segura de que a ti no te pasará lo mismo. Son suposiciones y... no puedes dejarme sola. - abrió la puerta del coche para que yo saliera. Pero no me moví.

- ¿Qué? - escuché la voz de Aiden. Salté del asiento.

- ¿Te acuerdas de Iker? - le preguntó mi madre. Aún con lágrimas en los ojos. Aiden la abrazó.

- Sí, claro que me acuerdo. ¿Qué ha pasado? - se volvió hacia mí -. ¿Estás bien? - negué con la cabeza.

- A Jodie le ha pasado lo mismo que a su padre. - explicó mi madre. Aiden intentaba contener las lágrimas.

- No. Pero... ¿ella... no morirá verdad? - me derrumbé. Estaba harta de esconderme. Me tiré al suelo y empecé a llorar.

Él se agachó para estar a mi altura y me acunó la cara entre sus manos.

- Jodie. Yo no lo permitiré. ¿Me escuchas? No te pasará nada
- me dijo. Negué con la cabeza.

- No hay nada que tú puedas hacer. No quiero haceros daño. Si me tengo que morir, no quiero que vosotros estéis presentes. Lo siento, pero la vida es dura. Tú te estás curando por fin, y yo me alegro muchísimo. Siento haberme enfadado contigo por desconfiar de los médicos, siento haber tratado mal a tu prometida y siento haberme escondido del mundo. Pero ahora, se ha acabado todo. Eso es lo que más siento, dejaros solos. Quiero que os cuidéis el uno del otro como sabéis hacerlo, ¿vale? - Aiden pegó su frente a la mía y rompió a llorar como un niño pequeño.

- No sientas nada. Yo te quiero así, y no te vas a ir. No te irás, Jodie. No me dejes solo. - suplicó.

- Adiós, Aiden. Te quiero. - dije mientras me levantaba.

- Y yo. - me fui y él se quedó allí, tirado en el suelo con mi madre.

" No hay nada que tú puedas hacer. No quiero haceros daño. Si me tengo que morir, no quiero que vosotros estéis presentes. Lo siento, pero la vida es dura. Tú te estás curando por fin, y yo me alegro muchísimo. Siento haberme enfadado contigo por desconfiar de los médicos, siento haber tratado mal a tu prometida y siento haberme escondido del mundo. Pero ahora, se ha acabado todo. Eso es lo que más siento, dejaros solos. Quiero que os cuidéis el uno del otro como sabéis hacerlo, ¿vale?" Mis propias palabras se repitieron en mi cabeza.

"Siento dejaros solos".

La vida de JodieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora