Durante el resto del día no salí de la habitación y nadie tocó mi puerta, salvo Nancy quién se preocupaba por mi alimentación. El fin de semana transcurrió y no sabía nada del hombre; por medio de Nancy supe que David había salido las dos noches anteriores y llegaba avanzada la noche, de lo contrario permanecía en su estudio y pedía que nadie lo molestara. Prácticamente dos días sin vernos ni hablarnos me parecía insólito, dado que vivíamos juntos. Ese silencio, me llenaba aun más de dudas, corroboraba lo que ya me temía. Por las noches al recordar esos momentos maravillosos que pasamos juntos, me causaban tanto dolor y tristeza, que por poco olvido todo mi orgullo y corría a buscarlo "lo extraño" Y mucho, para mi desgracia, "tan cerca y al mismo tiempo tan lejos" Pensaba en los momentos de debilidad.
- Hola querida, te llamo para que almorcemos juntas esta tarde. Y así seguir finiquitando detalles para la boda. - Habló Camilla, siempre llena de energía.
Creo que nada me sentaría mejor, que salir de estas cuatro paredes y distraerme con Camilla. Puede que no tenga suerte con su hijo, pero me he ganado una suegra de ensueño, de esas casi inexistentes. Es una alegría escucharla.
- Por supuesto Camilla, me encantaría.
La llamada finaliza y me dispongo alistarme. Llevo puesto un jeans azul ajustado, un suéter color rosa pastel, una chaqueta marrón que me han comprando en la elegante tienda hace un par de días y las bonitas zapatillas que hacen juego con todo el vestuario. Conforme con mi aspecto, salí para encontrarme con Aaron.
- Buen día señora. - Me saluda Aaron. Siempre tan formal.
- Buen día Aaron, ya te he dicho que no me llames señora, mi nombre es Eileen. - Respondo.
- Lo siento, es solo que no logro acostumbrarme, es impropio que la llame por su nombre.
- Por favor Aaron ¿de que historia medieval saliste?.
Aaron debe tener unos treinta y tantos años, trabaja a tiempo completo para su jefe, me pregunto si tiene familia, y si la tiene donde estarán. Es todo formalidad y nunca le he sorprendido desprevenido, más que un buen chófer, es un excelente guardaespaldas, eso es lo que percibo.
- Que le parece, si yo hago el esfuerzo de llamarla como me pide, pero usted trabaja en acostumbrarse a ser llamada como lo que será pronto, "la señora Christensen".
El caballero medieval a mi lado permanece inmutable ante mi mirada reprobadora.
- Aaron, eres irremediable, dime como mejor te parezca, con lo que te sientas más cómodo.
- Gracias señora. - Responde, marcando muy bien esa última palabra.
No puedo molestarme, a pesar de su seriedad y formalismos, Aaron me agrada.
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- ¿Te ocurre algo Eileen?. - Pregunta Camilla, cuando nos sentamos, bajo la sombra de un árbol, en el jardín de su casa, para almorzar.
¿Qué puedo decir?
- Nada importante, Camilla.
La dama junto a mí, me observa por unos instantes.
- Hoy no tienes ese brillo que percibí en ti el sábado pasado.
¡Vaya! "Así que reflejaba lo bien que la pase el día anterior"
- Los días anteriores a una boda, pueden ser difíciles, aunque tengas toda la ayuda, siempre están presentes los nervios y el estrés. - Explicó.
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BELLA TRAICIÓN
RomanceUn favor, una mentira y un desengaño llevaran a Eileen a verse involucrada en los fríos y calculadores planes de David Christensen, un acaudalado empresario y ex prometido de su amiga. Sin miramientos este hombre la utilizará para alcanzar sus objet...