Mi relación con David comenzó de forma poco ortodoxa. El patrón básico, es que las personas se conozcan, entablen una relación y si el noviazgo funciona y todo marcha bien, ambas partes lo acuerdan y se comprometen. Con ello viene la boda, la familia y con suerte cierto porcentaje llega al "para toda la vida".
Aun no se lo digo, pero yo lo amo. No me interesa, cómo empezó todo o si seguimos o no un patrón. Lo que en realidad me importa es permanecer a su lado tanto como me sea posible.
- Espero que esos suspiros sean por mí. - Dice David, sacándome de mis ensoñaciones.
Tiene puesto un elegante traje negro, una impecable camisa blanca, junto con una linda corbata en color vino tinto. Luce hermoso, no podría quejarme jamás, la imagen es glamurosa. No puedo evitar morderme el labio inferior cuando lo veo así. Tampoco lo logré cuando lo vi por primera vez ejercitándose, hace un par de días, en el gimnasio privado que tenemos en casa. Esa mañana me obligó a sudar de una forma que poco me agrada, pero la vista fue exquisita. Luego vino la recompensa por cumplir a cabalidad con su rutina exigente. También me hizo sudar pero de una manera mucho más placentera, aquello que hicimos, animaría a cualquier mujer a someterse a su entrenamiento diario.
- Eso quisieras... - Terminé respondiéndole.
No hemos vuelto a discutir, eso es un gran alivio. Contrario a eso hacemos cosas divertidas, como salir a cenar, conocer los lugares favoritos de David en la ciudad, compartir con su familia y hacer el amor, antes "en ciertas ocasiones, durante" y después de cada una de aquellas actividades.
- ¿Puedes ayudarme?. - Le digo, mientras me aparto el cabello y le doy la espalda.
Para que pueda subir el cierre, del bonito vestido negro de cóctel, cuello redondo con mangas, que llega por debajo de las rodillas y se ajusta muy bien en mi cuerpo.
- ¿Por qué me haces esto? Prefiero quitarte la ropa, que ayudarte a vestir.
Me abraza desde atrás y busca mi cuello para besarlo. Me provoca cosquillas y sonrío por el contacto.
- Aun tenemos tiempo. - Me dice al oído. Con ese tono que siempre me incita a pasar un buen tiempo en la cama o sobre cualquier otra superficie que nos proporcione el momento.
- No tenemos tiempo. Le prometí a tu hermana que llegaría temprano para empezar a tomar las fotografías, antes que todo se vuelva un caos.
- Siempre hay tiempo. Además esa galería de arte no se moverá de allí.
- Necesitamos estar allí antes que los demás.
- Te prometo que iré al grano. - Dice mientras que con sus manos empieza a subir el vestido por sobre mis muslos.
Cómo no sucumbir ante este hombre. Sus besos y caricias me encantan, esa manera de hacerme sentir tan viva y tan mujer, al hacerme suya, es inigualable.
*******
- Ahora si estamos listos... - Dice David, con una sonrisa placentera en su rostro.
Para él todo es más rápido y sencillo, ya se ha vuelto a vestir y peinar. Al verlo nadie imaginaria lo que acabamos de hacer. Yo por mi parte, necesito un poco más de tiempo para estar completamente apropiada.
Cárter permanece dentro del automóvil esperándonos. David ha hecho que vuelvan a sacar el que hasta ahora es mi auto favorito. El imponente deportivo Audi R8, en un tono gris, resalta por encima de cualquiera que se estacione a su lado. Desde la carrocería, el lujoso y sofisticado diseño de interiores, los suaves asientos forrados de cuero y el sorprendente funcionamiento del mismo, me hace querer volver a conducirlo, como en una ocasión anterior, durante un paseo con David. La experiencia fue excitante.
ESTÁS LEYENDO
BELLA TRAICIÓN
RomanceUn favor, una mentira y un desengaño llevaran a Eileen a verse involucrada en los fríos y calculadores planes de David Christensen, un acaudalado empresario y ex prometido de su amiga. Sin miramientos este hombre la utilizará para alcanzar sus objet...