Me sentí incapaz de contradecir la imposición del hombre frente a nosotros. Su séquito nos observaba como presas, listas para ser devoradas al instante que su líder lo ordene. Una señal de Viktor, con la mirada, fue suficiente para que el enorme sujeto, de hombros anchos, cabello rubio que le llega hasta la nuca y mirada gélida como tempano de hielo, me soltase.
- ¿Acaso tienes algún problema con que Eileen, nos acompañe?. - Preguntó Viktor a Harry.
Mi nombre pronunciado con tal familiaridad de la boca de este individuo, se siente tan extraño al punto de ser desagradable.
- Nuestros asuntos no le competen a ella. Por supuesto que tengo problema con eso. - Respondió serio. - Debe marcharse. - Terminó diciendo.
Viktor rió como si aquello le causara gracias y se acercó a Harry.
- Eso era una pregunta retórica. Ya debes saber que poco me interesa lo que pienses.
El temor en la mirada de Harry ha desaparecido y cambiado por algo parecido a la rabia y desprecio. Siento que estoy observando un programa de Animal Planet, en esos donde dos fieras contienden con una mirada retadora por el liderazgo, esperando el mínimo movimiento de su contrincante para emprender su ataque.
Aunque confío que Harry podría ofrecer una excelente contienda y salir bien librado, ahora mismo no es buen momento para un enfrentamiento, dado que el otro retador no viene solo y presumo que sus acompañantes están aquí para evitar cualquier disputa que perjudique o quebrante a su jefe.
"¡Por favor, no lo hagas!". Grité en mi fuero interno, cuando Harry apretó sus manos en puños.
Lo vi tentado a dar el primer golpe, pero luego de unos segundos, Harry desvió la mirada hacia mí y agradecí al cielo cuando lo noté rendirse. Sé que él también a analizado sus pocas probabilidades, al ser cuatro contra uno.
- ¿Qué haces aquí? ¿Te envió Olivier?. - Preguntó Harry.
Viktor se alejó y caminó por el recinto, con las manos metidas en los bolsillos del pantalón de su traje.
- Caleb, Cedrick y Marcus, encontraron tu nueva choza. Y ya que no nos invitaste, decidí pasar a visitarte.
- Hazle saber a tu padre que aun requiero el tiempo que acordamos. Que no es necesario que se tomen la molestia de venir a visitarme.
- Eso no será posible. - Comentó Viktor.
Harry lo observó desconcertado.
- Número uno. - Dijo, alzando en el aire, el dedo índice de su mano izquierda. - No soy un mensajero, así que no me trates como tal. Número dos. - Y alzó el siguiente dedo. - El viejo senil, falleció trágicamente de manera natural, hace semanas. Y por último y no menos importante. - Exhaló. - Te encuentras frente al nuevo y único, encargado de los negocios de la familia Sarkozy.
Harry abrió más sus ojos. Es claro que esas no son buenas noticias.
- No me enteré de la muerte de Olivier.
- Cómo lo ibas a saber. Seguramente te enviaron una invitación al sepelio, pero te mudaste y tal parece que no querías que nadie supiese tu ubicación.
- ¿Insinuas algo?. - Replicó Harry.
- Nunca insinúo, yo afirmo o niego. No me ando por las ramas.
- Tenía un acuerdo con Olivier. ¿Cómo quedará ese asunto?.
- Excelente pregunta, Harry. - Musitó Viktor. - Pero si mi memoria no me falla, ese acuerdo es más bien una deuda.
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BELLA TRAICIÓN
Lãng mạnUn favor, una mentira y un desengaño llevaran a Eileen a verse involucrada en los fríos y calculadores planes de David Christensen, un acaudalado empresario y ex prometido de su amiga. Sin miramientos este hombre la utilizará para alcanzar sus objet...