Capítulo 5

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Ante esta perspectiva, no contaba con los recursos necesarios para hacerle frente a la amenaza de David Christensen. Ya habían pasado dos días luego de aquella conversación. Para el día de hoy debía darle una respuesta o de lo contrario me tendría que atener a toda consecuencia.

- Tú ganas... - Dije con voz débil.

- Haces bien, Eileen. - Dijo David.

El abogado que nos volvía hacer compañía, sacó del bolsillo interno de su traje un bolígrafo y me lo extendió para que firmara el documento, no lo acepté, solo le dediqué una mirada asesina, tomé el bolígrafo que traía conmigo y tuve que controlar los leves espasmos de mi mano para lograr firmar mi sentencia de muerte.

*******

- Hola madre. - Saludó David a Camilla.

- David, Eileen, que alegría que estén en casa. - Nos saludó Camilla al llegar.

La mansión Christensen es una joya arquitectónica, la vista desde afuera es maravillosa y una vez dentro me quedé sin palabras. El piso de mármol es tan brillante que puedo ver mi reflejo en el, algunas obras de arte conocidas decoran el lugar y sobre cada mesa que visualizo hay adornos florales. Sin duda todo aquí está organizado y decorado en función al gusto exquisito y elegante de la señora Christensen.

- Alyssa se alegrará muchísimo al vernos a todos reunidos. - Dijo Camilla.

- Ya le ordené a Cárter, que fuese por ella al aeropuerto. - Habló David.

Alyssa, es la hermana menor de David, por lo que sabía, llegaría esta noche de Europa, la familia le estaba preparando una reunión de bienvenida. Y por supuesto que David me trajo consigo.

- Eileen, puedes invitar a tu familia esta noche, me encantaría conocerlos. - Me dijo Camilla.

David me observó por un instante, por alguna razón fue como si supiera lo incómodo que me resultaba el tema de mi familia.

- Me temo que no se podrá. Mi madre murió cuando yo nací y mi padre, conoció a alguien más y ahora vive en Londres. Solo tenemos contacto vía telefónica.

- ¡Oh! querida lamento lo de tu madre.

- No te preocupes.

- ¿Eres hija única entonces? - Preguntó Camilla, parecía muy interesada.

- Si. Mi padre no ha tenido más hijos.

- Bueno espero nos consideres familia de ahora en adelante. - Dijo Camilla con su sonrisa cálida característica.

Ojala su hijo se pareciera más a ella, si así fuese, estar con él seguro sería mucho mejor. 

- Será un placer. - Respondí

Aunque no me sentía totalmente a gusto en esta casa, fingiendo ser algo que no era, manteniendo la postura de prometida de un hombre que solo me tiene aquí como medio para un fin, le había tomado mucho aprecio a Camilla y podía sentir que el cariño era recíproco por lo que al estar con ella no me sentía como una mentirosa.

*****

- ¿Y tú dónde dormirás?-Pregunté.

Esta noche nos quedaríamos en casa de Camilla, habían habitaciones para todos y veía a David dejar sus pertenencias al lado de la cama.

- Esta noche dormiremos aquí, se supone que somos prometidos, Eileen. Mi madre no es una puritana.

David acomodó sus cosas y tomó asiento en uno de los muebles que está en la habitación luego abrió su macbook y empezó a trabajar con ella. No me gustaba la idea de dormir en la misma habitación, me quedé observado la cama, siendo la única tendríamos que compartirla aunque la idea de que David duerma en el bonito sofá donde se encuentra ahora, es mucho mejor.

BELLA TRAICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora