Capítulo 10

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Los días han transcurrido deprisa. Mi padre a regresado a Londres, luego de pasar un excelente fin de semana a mi lado; prometió estar de regreso junto a Janneth su esposa, para la celebración de mi boda. Para la cual solo falta poco más de una semana. David a confesado que me ama y sin duda eso representa un nuevo comienzo para nosotros.

- No tolero ineficiencia, Jessica, así que espero resuelvas ese percance, cuanto antes. - Habló David. Luego dejó su teléfono a un lado del escritorio.

Ya reconozco cada estado de animo de mi prometido. Hoy se encuentra molesto por algo relacionado a su trabajo, en el que Jessica vuelve a relucir. He tratado de controlarme, al escuchar que David me ama y que no le interesa nadie más, eso me ha proporcionado algo de paz y seguridad con respecto a sus sentimientos.

- ¿Cómo te sientes?. - Pregunto, al acercarme.

Se encuentra sentado tras su escritorio con la vista puesta en su laptop, no para de teclear.

- Un proyecto no marcha como debería. - Responde sin mirarme.

- ¿Quieres que te traiga la cena?.

- Debo revisar unos informes, dame unos minutos y cenaremos juntos.

Asiento y salgo dejándolo sólo en su estudio, no quiero quitarle tiempo. Media hora más tarde David y yo cenamos y conversamos un rato. Luego continuó con su trabajo.

Por la mañana siguiente salió muy temprano a su oficina, me percate de su ausencia al despertar.

..."Buen día Bella. No quise despertarte, salí muy temprano. Estaré en contacto. Que tengas un excelente día.
Te amo." ...

Tuyo, David Christensen

Leí la nota que estaba en su lado de la cama, bajo una hermosa rosa roja, tome la rosa y absorbí su fragancia con melancolía. El día sería largo y aburrido sin David. Pero lo mejor era darle tiempo y espacio para que se concentrara en sus asuntos laborales. Algo no marchaba bien y debía enfocarse en ello para resolverlo.

- ¿Qué desea desayunar, Eileen?. - Me pregunta Nancy, cuando entro a la cocina.

- Lo mismo que hayas preparado para David.

- El señor no desayuno, dijo que no tenia tiempo. - Dice Nancy.

Debo acordarme de pasarle un mensaje a David, recordándole que se alimente. El mundo no se acabara porque se tome unos minutos para comer, además eso le ayuda a estar más concentrado en su trabajo.

- Huevos con beicon, tostadas y jugo de naranja, estará bien para mí. -Termino pidiendo.

Nancy permitió que la ayudara en la cocina. Comimos juntas y mientras ella lavaba los utensilios yo los secaba y acomodaba en la alacena.

- ¿Hace cuanto trabajas para David?. - Pregunté.

- Desde hace muchos años señorita Elieen. Comencé trabajando para sus padres, prácticamente lo vi crecer.

- ¿A cambiado mucho?. - Pregunto con curiosidad.

- El señor tenía catorce años cuando entre a trabajar en la mansión Christensen. Fue un niño ejemplar, nunca dio problema alguno a sus padres. Siempre fue diferente a sus hermanos.

BELLA TRAICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora