VII

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Se me nubla la visión gracias a la humareda negra resultante de la explosión de la araña gigante, intento concentrar mi vista mientras camino tanteando el invisible suelo justo para ver como Angelina esta de rodillas, con lágrimas cayéndole por las mejillas y una cara perdida, más temprano que tarde me doy cuenta que está a punto de caer al suelo, así que corro hacia ella, solo para ver como Eriol ya está a su lado mientras levanta a una inconsciente Angelina.

-Lo siento, héroe, déjame cargarla por ti- me sonríe mientras se voltea y camina en dirección hacia el cuarto blanco.

Reiyel camina sonriente junto a Eriol mientras la sigo, por un momento volteo y veo a Ronoa, que está mirando intensamente a Reiyel. ¿Qué demonios le pasa a ese chico?

Al llegar al cuarto blanco Eriol deposita a Angelina en su cama, que extrañamente solo tiene una letra A grabada.

- ¿Estará bien? -Digo, después de recordar que estaba ciega cuando vivía.

- debió de ser fuerte- dice Reiyel sentandose al borde de la cama y comienza a acariciar la cabeza de Angelina. Ahora siento un profundo repudio a las arañas.

-no es eso- replica Ronoa entrando por fin a el cuarto, veo como su mirada se posa rápidamente en aquellos ojos carmesí de Reiyel.-mira su reloj, está marcando el 11, lo que hizo bien podría haber terminado con toda su energía y haber desaparecido.- Ronoa camina y se acerca más y más a nosotros. -Angelina pudo colocarnos en una situación peligrosa, es muy impulsiva e imprudente...

-¡Cállate!- grito acercandome a el y lo sostengo con fuerza de la camiseta.-¿Tienes alguna maldita idea de lo que recordó ella? ¿Tú crees que esa no fue su forma de desahogarse? Ella estaba sufriendo, ¡y tú solo la cuestionas en todo!- inmediatamente siento una punzada de algo filoso en mi estómago.

- ¿quieres probar si de verdad no podemos matarnos entre nosotros?- dice Ronoa con uno de sus cuchillos en mi estómago y una mirada furiosa. - suéltame ahora mismo a menos que no quieras ver tus fantasmales intestinos en el suelo...

-¡ya basta ustedes dos!- dice acercándose Reiyel y colocando sus manos entre nosotros para separarnos.

-somos un equipo, señores, si lo único que harán es pelearse sería mejor que cada uno fuese por un callejón distinto- Eriol se levanta y nos mira a los dos con una expresión seria.

-lo siento Eriol, es que no soporto a este idiota- digo mientras suelto bruscamente la camisa de Ronoa y me alejo para sentarme en mi cama.

Noto que grabado en mi cama, además de mi nombre, hay un dibujo tosco, como si fuese hecho por un niño pequeño, de dos personas agarradas de manos, ¿será que lo habrá dibujado Moira para mí?, me rio un poco al pensar eso. Noto que Ronoa se sienta en la cama frente a mí y ni me dirige la mirada, la cabecera de su cama tiene unos guantes de box mientras la de Reiyel, justo a su lado, tiene una especie de mesa con un decorado elegante dibujado en ella... Alcanzo a ver algo así como unos boletos de entrada en la cabecera de la cama de Eriol el cual ya se encoraba acostado, antes de sostener y taparme la cara con la suave almohada blanca y quedarme rápidamente dormido.

***

De inmediato siento una intensa angustia y desesperación, estoy en medio de una calle concurrida, comienzo a correr a todos lados gritando un nombre que escucho distorsionado, me doy cuenta que estoy llorando, me tropiezo con un montón de personas, pido ayuda pero todos están en su propio mundo, ahora cruzo por un puente, noto que tengo algo en las manos, una hoja de papel, es un dibujo hecho por una niña, nos dibujo a ella y a mi, ahora sé a quién estoy buscando, estoy buscando a mi hermana.

***

Abro poco a poco los ojos y observo a Reiyel sentada en el borde de mi cama mirando a una de las paredes del cuarto, giro la cabeza un poco para ver que todos siguen dormidos.

Beyond LifeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora