XII

36 3 0
                                    

Sin importar la cantidad de flechas o disparos que Angie y yo les demos, los insectos gigantes siguen moviéndose, solo se detienen cuando Azael les corta la cabeza.

-¿Cómo se supone que vencerás tu miedo si no les haces daño?- le digo a Angie, quien está de rodillas a mi espalda mientras yo la cubro.

-no los quiero, no los quiero...- repetía una y otra vez.

Azael corta las cabezas de casi todos los insectos, solo faltaba uno que estaba a punto de aplastarnos a Angie y a mí, cuando Azael, de un salto, rebana la cabeza del insecto gigante.

-¡Bien!- digo llena de alegría aplaudiéndole a Azael.

-No, esto no está bien, se supone que Angie es la que debe vencer su miedo...- En ese momento escuchamos un ruido incesante de chasquidos por todo el lugar.

-¡Aléjense! ¡No!- grita Angie meciéndose de un lado a otro detrás de mí, pero no parecía decírnoslo a nosotros.

Volteo hacia los cadáveres decapitados de los insectos para observas que, de sus cabezas y cuerpos, comienzan a salir centenares de insectos tamaño normal, arrastrándose, caminando y volando hacia nosotros.

-¿Pero qué...?- grita Azael pateando y pisando a la ola de insectos que se aproxima rápidamente hacia nosotros.

-Que desagradable.- Digo mientras disparo a diestra y siniestra haciendo explotar algunos de los miles de insectos que ahora formaban un manto a nuestros pies.

-No... no... ¡No!- Angelina no para de gritar, esta petrificada por el miedo.

-¡Angie no te detengas! ¡Tú puedes contra ellos!- la anima Azael.

El mar de insectos nos rodea por todas partes, ya se habían acercado lo suficiente como para cubrir nuestros pies. Pateo mil veces pero los insectos no se terminan.

-¡No! ¡Angelina!- escucho gritar a Azael.

Volteo para observar a una Angelina completamente paralizada, ya ni parpadea, no se mueve, mientras poco a poco los insectos van cubriéndole el cuerpo. Azael y yo intentamos llegar a ella lo más pronto posible. Los insectos ya habían cubierto todo su cuerpo para cuando Azael llego con ella. Con las manos intento apartar los insectos de Angelina, pero mientras mas apartaba los insectos, más se acercaba al suelo, y el cuerpo de Angie no aparecía.

De un momento a otro los insectos se esfumaron en una gran nube de humo negro. Azael y yo vimos cómo se abría la puerta al cuarto blanco.

-Espera un momento... ¿Por qué se abrió la puerta? ¿Dónde está Angie?- Azael parecía cada vez más alterado, volteando hacia todos lados en busca de Angelina.

-Azael... solo estamos tú y yo.- le digo casi en un susurro...

Azael me mira desconcertado, como si no entendiera lo que acaba de pasar. Me acerco a él, con cada paso que doy  se va formando un gran nudo en mi garganta. Ahora solo quedamos dos. Llego a pocos centímetros de Azael, su expresión ahora es de horror, de nada vale negar lo obvio, sus ojos están aguados. Lo abrazo y el me abraza fuertemente, sé que está llorando, igual que yo.

-Angie no pudo superar su miedo...- le digo aguantando el nudo de mi garganta, aguantando un sollozo.

-Reiyel... No dejare que nada te pase... Siempre te protegeré...- Su voz se entrecorta, habla muy bajo, y su abrazo se hace cada vez más fuerte y consolador.

-Jamás me apartare de tu lado, Azael.- Lo abrazo con la misma intensidad que el a mí.

Parecía que estábamos horas así, llorando ambos en silencio. Nuestros amigos ya no están, sacrificaron todo para protegernos, fueron valientes, fuertes y a pesar de todo lo que pasábamos, nos hacían sonreír. Eriol, Angelina y Ronoa... Jamás los olvidaremos.

Beyond LifeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora