Beyond Life

XIII

Lo siento.... Lo siento, no puedo dejar de pensar en el rostro de mi hermana diciendo que me odia, tengo que contener lo que serán mis últimas lágrimas, no quiero llamar la atención, me alivia un poco que esté solo en la esquina del vagón y las pocas personas no prestan mucha a atención a sus alrededores, solo veo a una joven bien vestida husmeando en un periódico y un anciano jugando con una niña, lo que me hace recordar dolorosamente a mi hermana de nuevo... Es la única a la que quiero en este mundo, la única con la que puedo confiar, ahora no puedo verla a los ojos sin sentir una profunda sensación de culpa... Al final veo a una hermosa chica, de cabellos tan rojos como sus exóticos ojos rubí, que me observan de manera curiosa.

El tren se detiene en una estación que por alguna razón me entristece más recordar, espero a que la chica y los otros pocos pasajeros del vagón salgan de este... Al subir hacia la calle, veo a la chica pelirroja, de espaldas a mí, recibir una llamada y luego echar a correr algo nerviosa y la pierdo de vista. Frente a mí, tengo el puente que conecta con el otro lado de la ciudad, principalmente al hospital más grande de toda esta. Tan solo el recorrer cada tramo de este puente me llegan a la mente tantos recuerdos, la mayoría malos, pero solo uno en particular me hace sentir... Diferente... el de mi buscando a mi hermana...

Finalmente llego a la mitad de aquel puente y sin pensarlo dos veces me subo entre la barandilla de protección de concreto, solo con una mano sosteniendo el poste de luz y la otra apuntando al vacío frente a mí. Espero encuentren la nota de suicidio y perdón en mi bolsillo.

Repentinamente volteo al escuchar un chillido y el derrape de unas llantas, solo para ver a una figura de cabellera roja alzando la mano hacia mí y un camión acercándose rápidamente,  no vi nada más, ya estaba cayendo.

***

Moira despega su dedo de mi frente, del cual siento una leve calidez que no había sentido nunca en todo el tiempo que estuve en todo el frio purgatorio, volteo a ver a Reiyel, que me devuelve aquella hermosa mirada llorando de felicidad.

-Jóvenes, ahora están...- mis oídos niegan la voz de Moira mientras Reiyel y yo nos fundimos en un profundo abrazo, con sus manos apretando fuertemente mi espalda.

-Aquella hermosa chica... ¡Eras tú!- digo mientras la observo a los ojos muy cerca el uno del otro.

-Y tú aquel chico en el tren, y en el puente...- dice ella mientras se acerca más y más a mi rostro.

-¿Pero podrían escucharme de una vez ?- dice irritada Moira. - tengo que entregar el informe al consejo, ¡y no estoy aquí para declararlos marido y mujer o algo!

Con una tímida sonrisa de Reiyel nos separamos de nuestro abrazo, pero aun con nuestras manos entrelazadas. Con un bufido y una media sonrisa la pequeña muerte nos mira a los dos a los ojos.

-Lo han logrado, han superado las catacumbas de la Vie Cripte, han demostrado que quieren seguir con vida superando incluso sus miedos- nos dice mientras camina de un lado al otro. -Ahora, en otro momento tendrían una pequeña ceremonia dictada por uno de mis siervos, pero dadas las circunstancias... - comenta Moira mirando hacia el gran agujero que guía hacia la nada absoluta dejado por el alma corrompida. - Y solo porque a ustedes les tengo cierto... Aprecio, les regresare la vida justo al punto donde murieron- Cuando oigo eso algo me llama la atención, pero antes de decirlo Moira hace uso de su poder. -Buena pregunta, Azael, regresaran a su último minuto de vida, ¡pero no morirán de nuevo!, eso sería un poco ilógico ¿no?- dice la muerte con una pequeña risa infantil. -Si Reiyel, algo cambiara, se los aseguro- Moira flota un poco para ponerse justo a la altura de nuestros ojos. - fueron más valientes que ninguna otra alma que haya pisado este lugar durante muchos años, pero es tiempo de que partan otra vez a su vida- dice empujando un poco en mi pecho y el de Reiyel, el cual siento otra vez una calidez momentánea por todo mi cuerpo. -Hay algo que tengo que decirles- dice Moira regresando al suelo.- sus recuerdos acerca de todo esto se irán en el momento que dejen el purgatorio- Me quedo petrificado, a oír eso de Moira.