Cosa de gemelos.| Gemelos Harries.

11: "Solo fue una pesadilla."

Entre al edificio no sin antes dar una mirada por la ventana que se encontraba al lado, Finn estaba doblando en la esquina. Ya se fue. Por alguna rara e inexplicable razón me sentía mal porque ya se había ido. Soy una tonta, ¿Por qué no le dije que pasara? ¿Por qué en casos como éste suelo ser tan imbécil? Era simple, solo tenia que decir dos simples palabras "¿Quieres pasar?" Pero no, siempre tienes que cagarla Victoria, siempre.

A pesar de que sea una tonta, retrasada e imbécil por no invitarlo a tomar una taza de café... aunque pensándolo bien, es un vampiro, no toma otra cosa que no sea sangre. Dejando de lado ese tema, hay que hablar de lo importante, ¿no?

BESE SU MEJILLA. ¿Entienden?

BESE SU SUAVE, FRÍA Y PERFUMADA MEJILLA.

Olía a flores, lo juro.

Sonrió, como el gato de "Alicia en el país de las maravillas", y camino a pasos lentos hacia el ascensor del edificio, presiono el botón y espero a que baje. Soy una vaga, bien podría ir por las escaleras, total, vivo en el segundo piso, solo serian veinte escalones y de paso hago ejercicio. Pero no, ahí estaba, ya adentro de la pequeña habitación subiendo hacia el pasillo en donde se encontraba mi "casa". Saco las llaves de respuesto que tenemos por debajo de la alfombra.

Abro la puerta lentamente intentando no hacer demasiado ruido, pero parece que hoy todo esta contra mí, ya que al abrir la puerta esta crujió como si de una vieja puerta se tratara. Entro al departamento y cierro la puerta. Todo se encontraba oscura, parecía que Leslie ya se encontraba en el quinto sueño, eso significaba que no tendría que darle un discurso de porque llegué a esta hora. Créanme cuando les digo que Leslie es peor que una madre sobreprotectora; sería como una madre mejor amiga sobreprotectora... ¿Qué digo? No interesa.

Sonrió y empiezo hacer mi baile de victoria con movimientos de caderas y todo pero de repente la luz del living se prendió. Me giro lentamente, ya que me encontraba de espaldas hacia esa parte, cuando giro me encuentro con una Leslie toda despeinada y con mi pijama de Muffins sentada en el sofa, oh maldita perra, pensé.

— Hasta que llegas—Se encontraba igual que mamá cuando sabía que llegaría tarde, hasta tenía puesto unos anteojos sin aumento. Que debo decir que le quedaba muy bien— ¿Dónde andabas?—Preguntó sin rodeos.

¿Debería decirle que estuve en la casa de los gemelos?

— En la casa de los gemelos—Contesté.

— ¿Harries?—Asenti con la cabeza—¿Y qué hacían?—Me miro pícara.

Iugh.

Oh no, que asco, no.

Ella pensaba que había tenido un trío con los gemelos. Dios. De tan sólo imaginarlo se me hacía la piel de gallina.

— No Leslie, eso no. Nunca y menos con ellos—dije desesperada—Sabes que con los únicos gemelos con los que haría un trío son con los gemelos Sprouse.

— Entonces, ¿Por qué razón terminaste en la casa de ellos?—Me miro esperando una respuesta.

¿Debería decirle la verdad? Me tomaría de loca.

"Pues como verás, salía del Instituto y un chico rubio, super lindo, me quiso llevar con un tal Venkishton que parece ser mi padre. Pero no pudo hacerlo porque llegó Finn al rescate y me salvo. ¿Y qué crees? Es vampiro, al igual que Jack, Steven, Sam, Isaac, Patrick y el rubio, que resulta llamarse Nick. Pero tranquila, estoy bien... oh y casi lo olvidaba, esté pueblo antes solía ser una aldea de vampiros. Resulta que nos mudamos a un pueblo en donde habitan vampiros, pero todo normal eh, continúa con tu vida... Lo olvidaba, no te sorprendas si algún día terminas siendo mordida por mí, parece ser que soy mitad vampiro y mitad humano. Todo kul"