Cosa de gemelos.| Gemelos Harries.

8: "¿Hija de Venkishton?"

— No se acerquen, locos. — Dije amenazándolos con la almohada, no se burlen, no tenía tiempo de buscar un arma mejor.

— Por favor, Tori, baja del mueble, es nuevo. — Dijo Jack, en un movimiento raro y rápido agarró mis tobillos haciendo que cayera, cerré mis ojos preparada para el impacto de mi cuerpo chocando con el suelo pero en vez de eso sentí unos suaves brazos sujetarme. Era Jack. — Me debes un gracias por no dejarte caer. — Sonrió de lado.

— Tú me hiciste caer, idiota. — Me moví entre sus brazos con la intención de que me bajará pero no lo hacía. — Bájame. — El negó con la cabeza, bufo molesta intentando bajarme de sus brazos.

— Jack si quieres luego hazte el Príncipe azul, ahora tenemos cosas importante de las cuales hablar y se nos está acabando el tiempo. — Dijo un nervioso Finn. El se encontraba rascando descontrolado sus brazos dejando marcas rojas en ellas.

— ¿Tomaste tus pastillas, Finn? — Pregunta un preocupado Jack mientras me baja.

— Si. — Contestó. — Pero tardan en hacer efecto. — Dijo un poco más tranquilo. — Por favor, Tori, necesitamos que nos escuches. Te explicaremos todo y responderemos todas las preguntas que tengas pero necesitamos que nos creas.

Asentí lentamente intentando creerle. Pero tenía sentido. La vez que los encontré en la cafetería, como leyeron mis pensamientos y lo usaron en mi contra. Cuando no me dejaban ir, cuando logre escaparme de los dos y corrí hacia la puerta pero Finn corrió y sé puso en frente de mi con una velocidad impresionante. En detención, esas dos personas que saltaron del árbol y cayeron al suelo como una pluma. Ahora todo encajaba.

— Somos vampiros. — Aclaró Jack. — El chico vestido de negro, Nick, también lo era. Él te mordió. Te  mordió y te quitó muchísima sangre. Te trajimos rápido hacia aquí y te curamos.

— Estabas alucinando. Decías palabras en un idioma raro. — Abrí mis ojos sorprendida.

— ¿Puedo hacer mis preguntas? — Pregunté dudosa. Ellos asistieron. — Me mordió para tomar mi sangre, ¿No qué los vampiros cuando te muerden te conviertes en uno de ellos?— Pregunte confusa.

— Sé puede decir que somos una especie nueva. Podemos decidir entre dos opciones: Morderte para alimentarnos o morderte para convertirte. — Dijo Finn dudando sobre lo que decía.

— Interesante. — Sonreí.  — ¿Qué significa Suceur de sang? — Pronuncie la frase en un intento de francés.

— Es francés, significa chupa sangre. — Lo sabía. — Es un grupo o  Vampherd, como solemos decirlo, de vampiros, son los malos. Ellos se alimentan de sangre humana, hasta matan por placer, ponían en riesgo nuestro secreto. Por eso fueron expulsados de Gord Furd cuando perdieron la guerra. Gord Furd solía ser una aldea de vampiros pero con el tiempo muchos de los nuestros murieron y llegaron los humanos a adueñarse convirtiendo la aldea en un pueblo. — Jack se acercó al estante en donde se encontraban unos cuantos libros, sacó un marrón viejo con tierra y lo trajo al colchón ensuciando las sábanas. Busco en la paginas amarillas de lo viejas y siguió hablando. — La guerra Vessant Sang fue una guerra en la que pelearon los buenos y los malos, los que se alimentan de sangre humana contra los que alimentan de animales. Afortunadamente ganamos los buenos y el castigo que le dimos fue expulsarlos del pueblo y que no volvieran nunca. Pero hicieron una propuesta. — Jack paro en una hoja, en ella había una imagen; personas con colmillos se encontraban en ella, unas peleando, otras bebiendo la sangre del otro. Abajo con letras cursiva y pequeñas decía "Año 1997, guerra de Vessant Sang. Aldea de vampiros."

— La propuesta que hicieron fue que no volverían nunca, a no ser que la propietaria del pueblo regrese, aceptamos la propuesta seguros de que la propietaria nunca regresaría. — Dijo Finn.