Cosa de gemelos.| Gemelos Harries.

14:"Marca de nacimiento"

(...)

— Jack, te aconsejó que cierres la boca, el mal aliento atrae moscas— Ríe simpático.

Lo observó indignado por su comentario, no tenia mal aliento, hasta yo podía sentirlo mi aliento olía a menta con chocolate— Retractaque.

No podía creerlo.

Volvió. Seguía en shock mirando al hombre que una vez fue el dueño de este lugar, lastima que no supo como manejarlo. Su obsesión con la sangre humana lo llevo por un mal camino hasta llegar a la ruina.

Pero como siempre dicen, alguien malvado siempre vuelve por algo... ¿Por qué volvió?

— Nick, quitarles la venda, quiero que me miren a los ojos cuando diga lo que tengo que decir.

Nick le hizo caso y le saco las vendas de los ojos a mis dos hermanos.

—¡Santa madre mía—Dice Finn luego de que Nick le quitara la venda de los ojos.

—Tu madre no es santa, querido— Dice Harry con tono burlón.

— ¿En verdad eres tú?— Pregunta ignorando su comentario anterior.

— Por supuesto que es él, imbécil— Le contesta Sam un poco cabreado— ¿Por qué volviste?— Pregunta de forma bruta

Sam podría ser el menor y el menos experimentado del grupo pero cuando esta molesto o algo ya lo esta cansando, no le importa nada, no le importa si con el que estaba hablando era el vampiro más poderoso o si era el mismísimos Obama. No le interesaba nada.

Sam tranquilo, nos meterás en problemas

Me meto en su mente intentando calmarlo, él solo cierra sus ojos mientras respira por la nariz intentando calmarse.

— Creó que ya deben estar enterados de por qué volví.

No lo sabíamos, pero teníamos una idea con Finn de porque volvió.

— La verdad que no— contesta Sam mirando a la nada.

Harry sonríe y comienza a caminar alrededor de nosotros mientras nos cuenta el por qué de su volvida.

— Verán mi queridos amigos. Luego de la guerra quedamos en que no volvería nunca... A no ser que mi legitima hija volviera— calla por unos segundos haciendo resonar el tacón de sus botas contra la madera— Y creó que ya no hay mucho que decir.

— Nos hemos asegurado por muchos años de que esa propietaria no toque estas tierras, te aseguró que tu legitima hija no volvió— dice Sam intentando contener la rabia.

— Oh, claro que volvió y con mi querido compañero la estamos buscando, aunque él cree que ya la encontró.

— Nick esta equivocado, la chica que el piensa que es la propietaria no es tú hija— Dice Finn.

— ¿Cómo es que estas tan seguro de eso?

— Porque lo estoy— contesta con inseguridad.

— Eso lo veremos... La chica esta puede ser mi salvación, si ella me entrega el pueblo yo volveré a ser el dueño de todo esto— Eleva sus brazos en el aire.

— ¿Tienes alguna forma de saber si ella es tu hija?— Pregunta Sam.

— Por supuesto que la tengo— acerca sus manos a su cabeza. Con una se levanta el cabello, que lo tenia largo, y con la otra agarra su oreja y la hace para abajo dejando a la vista una linea deforme de un color un poco mas fuerte que su tono de piel. Una marca de nacimiento.