A través del dolor {Segunda temporada de "Cumplir un sueño, y ¿algo más?"}

Capítulo XXXVI: Azul y Rosa

Y después de mil siglos, subo capitulo. Perdón <3

Habían pasado unas cuantos semanas desde que Kevin había salido de nuestro departamento, y no habíamos vuelto a saber de él. No quiero sonar egoísta o fría, pero en realidad no me preocupaba, hace un par de días había hablado con Victoria y ella me dijo que se había ido de viaje, no sé a dónde exactamente, solo le dijo que necesitaba tiempo y que volvería pronto. ¿Qué más podía hacer yo contra eso?

Mientras más avanzaban los días, mi pancita crecía aún más mostrando ya un poquito más de cuatro meses de embarazo. Afortunadamente los mareos y vómitos ya eran cosa del pasado, al menos ya no tenía que soportar eso cada mañana ni cada segundo de mi vida, pero lo soportaría mil años por mis bebes.

Esa mañana Avi había despertado temprano, obligándome a despertarme junto a él con un tierno ataque de cosquillas que casi le cuesta un ojo morado.

-Déjame dormir -murmure escondiendo mi rostro en la almohada.

-Vamos, despierta. No me dejes solo.

-Estoy aquí, estoy aquí -balbucee estirando mi mano hasta tocar su pecho. -Pero déjame de dormir.

-No.

-Avi...

-Despierta.

-Avi... déjame...

-¡DESPIERTA!

Avi tomo mis brazos, sentándome en la cama, a lo que reaccione con un movimiento brusco para soltarme que casi da justo en su ojo.

-¡Wow! -exclamo al ver mi puño justo enfrente de su cara. Dos centímetros más y había tenido un ojo de un hermoso color violeta por un par de días. -Creo que te pones un poco violenta con todo eso de las hormonas. -bromeo.

-Tú me obligaste.

En realidad no quería darle un golpe, solo quería soltarme y que me dejara dormir, cosa que ya no iba a ser posible.

-¿Sabes qué día es hoy? -pregunto después de un rato mientras miraba el techo.

-Lo sé. -admití con un suspiro, acercándome a él y acomodándome en su pecho. -Estoy nerviosa y emocionada.

-Yo también. ¿Qué crees que sea?

-No lo sé. -dije dejando escapar un suspiro.

Avi hizo un pequeño movimiento para poder mirarme, aun seguíamos en la cama y no teníamos intenciones de levantarnos aun.

-¿Crees que estén bien? -pregunte.

-No lo creo, estoy seguro.

Él tenía el poder de tranquilizarme con solo una sonrisa, podía darme paz con solo mirarme a los ojos y curvando sus labios en una de sus preciosas sonrisas.

-Creo que es hora de levantarse.

-¡No! Por favorrrr, Aviii. No quiero.

Acto seguido cubrí mi cabeza con las mantas haciendo puchero, negándome completamente a salir de cama.

-¡Vamos, princesa! Se nos hará tarde. -Insistió Avi, pero no respondí. -¡Heeey! ¡Rominna! No me obligues a hacerlo otra vez.

-No, no, ni se te ocurra. -dije rápidamente levantándome casi de un salto.

No iba a soportar otro ataque de cosquillas. Avi soltó una risa a medida de que se levantaba de la cama y la rodeaba para llegar hasta mí, dándome un tierno beso en la frente.