Capítulo XXIX: Un niño

255 23 3
                                    

-¿Unos zapatitos de bebé?

Lo único que fui capaz de hacer fue morderme el labio inferior sin saber como decírselo, según yo solo con aquel regalo era suficiente para que se diera cuenta de lo que intentaba decirle.

Avi volvió a posar sus verdes ojos en mi regalo. Y como si algo lo golpeara de pronto, se puso de pie de un salto sosteniendo los zapatitos frente a sus ojos.

Su mirada brilló y su boca se abrió en una redonda y perfecta "o". Al parecer solo hicieron falta unos segundos para que Avi entendiera mi mensaje.

-¡ESTÁS EMBARAZADA! -grito a todo pulmón antes de abrazarme con fuerza y repartir besos por mis labios, mejillas y frente.

-Elegí los blancos, porque no sé si será un niño o una niña. -logré articular momentos después. Él no me respondió, seguía abrazándome y mirando los zapatos completamente embobado.

-Sophie tendrá un hermanito -le oí susurrar, como si eso escapara de sus pensamientos.

-O una hermanita -le corregí. Aún existían aquellas dos posibilidades.

Avi se separó de mi unos cuantos centímetros, clavándome su verde mirada.

-Será niño, estoy seguro. -dijo sonriéndome.

Sus ojos brillaban demasiado, todo de él me decía que aquella noticia lo hacia extremadamente feliz.

-¿Un niño?

-Estoy totalmente seguro, es un niño. -Me miró por un momento y luego desvió su mirada hasta mi pancita. Aún no se notaba nada, pero podía sentir a nuestro bebé creciendo dentro de mi. -Debemos ir al médico. Necesitamos saber cuanto tienes, como esta el bebé...

Avi comenzó a caminar por la habitación hablando sin parar. No sé en que momento él sabia tanto de bebés, embarazos y todo eso.

-Avi -él no me escuchaba. -Avi... ¡Avi!

Se detuvo en seco y me miró asustado.

-Ven aqui.

Extendí mi mano para que él la tomará, él la tomo y lo guié hasta el sillón, indicándole que se sentara conmigo.

-¿Dije algo malo? -sus ojitos me miraron con un poco de tristeza, pero el brillo en ellos no había desaparecido.

-No, cariño. No es eso.

-¿Entonces...?

Suspire en busca de encontrar las palabras adecuadas.

-No quiero ilusionarme -dije mirando mis manos sobre mi regazo. -No quiero que pase lo mismo que con Sophie... no lo soportaría...

Sentí como un nudo se formaba en mi garganta y pude ver en solo tres segundo lo que había pasado hace un par de meses atrás. Por más que el tiempo hubiera avanzado, las heridas del pasado no sanarían.

Cerré los ojos tratando de quitar eso de mi mente cuando sentí su suave tacto sobre la piel de mi rostro. Con cuidado Avi levanto mi rostro para que yo le mirara a sus ojos.

-Mírame -me pidió-, mírame y escúchame Rominna.

Abrí mis ojos levemente humedecidos.

-Te prometo que eso no pasara. No permitiré que nada te pase ni a ti, ni a nuestro bebé. Y créeme que nuestra pequeña angelita tampoco lo permitirá. Te prometo princesa que voy a protegerte. ¿Me escuchas, princesa? Nada te pasara a ti, ni a nuestro bebé.

Mordí mi labio un segundo y lo besé. Avi me atrapó en sus brazos, acurrucándome en su pecho, sintiendo su corazón latir con fuerza dentro de su pecho.

Avi se recostó en el sofá lentamente conmigo encima. Nos quedamos así un tiempo, mientras él acariciaba mi pancita, sonriendole al vacío.

-¿Alguien más lo sabe?

Su voz llegó a mis oídos, sacándome del adormecimiento que me invadía. Estaba apunto de dormirme sobre su pecho cuando habló.

-Solo nosotros y la chica que me vendió el test de embarazo en la farmacia.

-Solo nosotros -dijo riendo. -Bien, ¿quieres decírselo a los chicos?

-Creo que es muy pronto...

-Sí, tiene razón. ¿Luego de que vayas al médico? Creo que ese seria un buen momento para decírselos. Digo, tendremos más información de como esta nuestro bebé.

-Me parece perfecto.

-A tu madre le dará un ataque cuando lo sepa -rió él.

-Hey, eso no es gracioso. -dije dándole un golpe en el brazo haciéndolo caer del sofá. -Exagerado -murmure al verlo retorcerse en el suelo simulando mucho dolor. Avi no tardo mucho en dejar de quejarse para comenzar a reírse casi a carcajada limpia.

Desde el suelo Avi clavo sus ojos en mi, sin dejar de reír extendió su mano para que yo la tomara. Creí que era para que le ayudara a levantarse pero no, tomó un poco de aire para calmarse y decir; -Me haces muy feliz.-

Nos pasamos el resto de la tarde en el apartamento, Avi había arreglado que al día siguiente fuéramos a visitar al médico para que nos dijera como estaba nuestro bebé y luego comenzaríamos el recorrido para contarles a todos la noticia.

Todo estaría bien.

A través del dolor {Segunda temporada de "Cumplir un sueño, y ¿algo más?"}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora