Capitulo XXXIV: No otra vez {Parte I}

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¡Hola mis pequeños saltamontes! Hoy les he dejado dos capitulo en compensación del tiempo que me tarde en actualizar. Los amo, nos vemos pronto.

La mañana siguiente, me desperté por el odioso sonido de mi celular, sonaba con el endemoniado pitido de un nuevo mensaje.

A regañadientes abrí los ojos, estirándome para tomar el pequeño y ruidoso aparato móvil que yacía en mi mesita de noche. Sinceramente, no sé cómo Avi no había despertado con el pequeño alboroto, cuando ese hombre dormía era como un dragón.

Deslice la pantalla de mi celular, no sin antes sonreír al ver la foto de mi fondo de bloqueo, pero esa sonrisa se disipo al ver al remitente del mensaje; Kevin.

Mi estómago se removió inquieto en mi interior, tanto, que al segundo siguiente estaba en el baño devolviendo todo lo que había comido la noche anterior. Fue una mezcla de mis síntomas de embarazo y lo nerviosa que me puse ver un mensaje de él.

Luego de un par minutos, un poco más recuperada volví a tomar el celular entre mis manos. Tarde o temprano tenía que leer ese mensaje.

Lentamente, volví a desbloquear mi celular, rogando a los cielos que no fuera nada de lo que estaba pensando. El mensaje solo decía:

"Necesito hablar contigo" 

Solo fueron necesarias tres palabritas, solo tres, para hacerme correr de vuelta al baño.

-Esto no puede estar pasando –susurre para mí, dejándome caer en el borde de la cama.

-¿Qué no puede estar pasando? –pregunto Avi sofocando un bostezo.

-¡Mierda! -exclamé asustada. - Creí que estabas dormido.

-No, ya no. ¿Estás bien, princesa?

Avi acomodo un mechón de mi cabello, y luego acaricio mi mejilla con suavidad sin dejar de verme a los ojos.

-Sí... son solo vómitos matutinos.

Su suave tacto se deslizo por mi espalda y no pude resistirme en dejarme abrazar por sus brazos trayéndome de vuelta a la cama. Pase mis brazos por su cuello, abrazándolo, sintiendo su cuerpo contra el mío.

-¿Crees que podríamos ir al centro comercial otra vez? –pregunto enterrando su nariz en mi cuello, causándome un montón de cosquillas.

-Hoy no, tengo algo que resolver.

Él no respondió, solo se acomodó en la cama sin soltarme. Fue como si supiera que algo estaba pasando, pero si yo no se lo decía, él no iba a entrometerse y realmente agradecía eso, si solo supiera... no quiero ni pensar de lo que podría ser capaz.

-Voy a darme una ducha –dije después de un rato deshaciéndome de su abrazo.

Avi asintió sin decirme palabra alguna. Podía sentir la tensión en el aire y de verdad, me incomodaba la situación que se estaba creando por culpa de Kevin, pero prefería esto a que volviera peor.

Tome algo de ropa del armario, un par de zapatos cómodos y me encamine hacia al baño. Me di una ducha corta, no esperaba que el agua caliente se llevara todas mis preocupaciones, por lo que solo me limite a lavar mi cabello y mi cuerpo, no tenía tiempo de ponerme reflexionar.

Minutos más tarde salí del baño con el cabello aun húmedo, encontrándome con un Avi aun en pijama y viendo televisión. Me quede mirándolo un segundo, él parecía ignorar mi presencia por completo.

En silencio, tome mi bolso y comencé a buscar las cosas necesarias antes de irme, ya saben, maquillaje, celular y un montón de cosas inservibles que solo las mujeres ponemos dentro de nuestra cartera.

-Esther me ha estado llamado.

La voz de Avi sonó a mis espaldas, sacándome de mis pensamientos.

-¿Esther? –pregunte extrañada.

-Sí, Esther, mi hermana. –dijo sin despegar su mirada del televisor.

-Sé quién es, Avi. –respondí con cierta ironía. - ¿Qué quería?

-No lo sé, no le he contestado.

-¿Crees...? ¿Crees que sepa que estoy embarazada?

Avi apago el televisor, el capítulo de Game of Thrones había terminado. Su mirada verde se conectó con la mía.

-No lo sé, quizás los chicos se lo han dicho. –me quede en silencio. –Espero no se vuelva a entrometer.

Sabía que él seguía guardándole cierto rencor a Esther, pero era su hermana y a pesar de lo que ella nos había causado, yo ya no la odiaba, porque si lo odie al saber que había sido su culpa que Avi y yo nos separáramos, pero como dije, era su hermana. Tarde o temprano tendrían que arreglar las cosas.

-Deberías contestarle. –dije despacio, ganándome una sorprendida mirada de Avi.

-¿Qué? –soltó medio elevando la voz. -Rominna, ella fue quien nos separó, ¿ya lo olvidaste? Sophie estaría con nosotros sino fuera por ella.

De pronto, los ojos verdes y brillantes de Avi se oscurecieron, llenándose de rabia.

-No lo he olvidado, Avi. Pero es tu hermana... deberías...

-¡No! ¡No!–me corto con rabia. –Esther ya no es mi hermana, ella...Sophie... la odio.

Me quedé de una pieza, estática como una estatua hecha de piedra, hacía mucho tiempo que no veía a Avi tan enojado. No dije nada más, un nudo se formó en mi garganta impidiendo el paso normal de aire hacia mis pulmones.

Avi caminaba por la habitación como un león enjaulado, solo le faltaba empezar a rugir. Yo solo intentaba que Avi entrara en razón, pero era obvio que el tema de Esther y la herida que había dejado, aún estaban frescos.

-Creo... que es mejor que me vaya. –dije tragando un poco de saliva, intentando deshacer el nudo en mi garganta.

Él no respondió, ni siquiera me miro solo se dejó caer en la cama molesto.

Salí del apartamento sintiéndome un poco mal, un poco decepcionada y también un poco molesta y triste. ¿Pero que más podía hacer? Avi estaba molesto no solo por el hecho de que Esther volviera a rondar en su vida, sino que también porque me estaba comportando un tanto misteriosa, y lo entendía, pero por ahora no iba a decirle nada, no mientras pudiera resolver este asunto yo sola.

Camine hasta el ascensor mientras tecleaba en mi celular una respuesta para Kevin;

"Te veo en el café del centro comercial en media hora"

No estaba segura de lo que iba a pasar, pero tendría que averiguarlo.

A través del dolor {Segunda temporada de "Cumplir un sueño, y ¿algo más?"}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora