3. Un nuevo día

1.3K 78 4
                                    


A pasado ya un mes desde que Alucard se entero que ahora su sirviente cambiaría los papeles para convertirse en amo. Eso por supuesto enojo al gran nosferatur pero no podía hacer nada.

Ya que Victoria no haría ninguna misión, ni trabajo en la mansión, Alucard se tendría que encargar de eso y del entrenamiento de los nuevos reclutas, que hasta ese momento había sido trabajo de Seras. Eso incluso lo molestaba mas ya que pensaba que los reclutas eran una carga, pero esa era su nueva tarea.

-30 años fuera y lo único que me dan tras mi regreso son malas noticias- pensó el vampiro mientras se dirigía hacia el campo de tiro.

El sol estaba en su apogeo, pero eso no le molestaba en absoluto. Mientras entrenaban en el campo de tiro el vampiro se dio cuenta que uno de los soldados destacaba de los demás y no solo eso si no que era mas joven que los estos. Este soldado tenia aproximadamente 16 años de edad, su piel era extremadamente blanca y su pelo era negro. Media a lo mucho 1.60 y, a pesar de que era delgado, el chico ganaba en todas las peleas cuerpo a cuerpo a sus compañeros. Pero lo que mas destacaba de aquel joven era su rostro. Tenía una horrible cicatriz en la cara que simulaba una sonrisa. Alucard no prestaba atención a su apariencia si no a sus habilidades, con cualquier misión o labor encomendada, el la hacia a la perfección. Así que decidió investigar quien era ese misterioso soldado que solo respondía al nombre de Jack. Ese hombre no era el único que le llamaba la atención al vampiro, sino también el nuevo mayordomo, Sebastian, quien era un hombre con extraordinarias habilidades, incluso Alucard se atrevió a decir que era mejor que Walter. Este hombre aparentaba 30 años de edad, media la misma altura que Alucard así que era muy alto. El al igual que el Jack tenia una piel muy blanca, pelo negro y un atractivo físico que ninguna mujer que lo había visto negaría que el hombre era guapo. Alucard quería saber información sobre esos dos tipos ya que por alguna razón no podía leer sus mentes, así que fue directamente con Sir Integra. Se telentransporto directamente a la oficina en forma de sombra, pero en lugar de encontrar a Integra se encontró con Serás revisando los documentos. Alucard se sorprendió de que ella estuviera  haciendo los deberes de Integra.

-¿Donde esta Sir Integra?- pregunto el vampiro

-Estaba demasiado cansada así que le dije que mejor se retirara a descansar- dijo la chica quien se parecía a la Hellsing ya que lo ignoraba y seguía en sus deberes.

-Cuidas mucho de ella ¿verdad? -

-Si, la verdad desde que usted desapareció mi única compañía era mi madre y ella cuido de mi como si fuera su hija- respondió la draculina con una sonrisa en su rostro al recordar su pasado.

- Y dime chica policía ¿que a pasado todo este tiempo?- pregunto el vampiro curioso por saber información que no podía obtener a causa de que algo o alguien interfería cada vez que quería leer la mente de alguien. 

La cara de la draculina cambio en un instante de tener una sonrisa a una expresión de horror y sorpresa.

Alucard pensó que la chica lloraría, pero después de un instante la cara de la chica volvió a cambiar a un semblante serio.

-Lo siento maestro pero solo le puedo decir que lo que paso fue horrible. No me gusta recordar los momentos pasados, pero lo bueno es que nos recuperamos y conseguimos nuevos reclutas hasta un nuevo mayordomo.-

Al decir eso Alucard recordó a que era a lo que venía así que impulsado por la platica de la chica siguió la conversación.

-Y dime ¿de donde salio el mayordomo?- al decir esto el vampiro tomo asiento en una de las sillas que estaba en frente del escritorio para poder dar un aire de que la pregunta no era nada seria.

La Nueva CondesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora