La princesa de Auradon [Descendientes/Carlos De vil] LPDA1

Capítulo 17. "Una segunda oportunidad"

La ex reina Bella estaba al límite de su paciencia, primero su hija no era su hija. Estaba en cualquier parte del mundo sin que ella supiese su paradero y luego su hijo, el rey de Auradon, se fue con sus amigos por teletransportación y desaparecieron sin avisar a donde se irían.

Eso era el colmo.

—Estoy segura que volverán pronto... Ya los guardias fueron al museo por mi varita —anunció el hasta madrina dándole esperanzas a Bella. —, volverán.

—Hada... Perder a mis dos hijos en un día es lo peor que me ha pasado, lo peor que le puede pasar a una madre. —Dijo Bella tapando su rostro con sus manos.

El hada madrina posó una mano en el hombro de su amiga antes de dirigirle una mirada a su hija que estaba junto a ellas.

—Ni se te ocurra hacer algo cómo eso Jane.-dijo ella y su hija miró a su madre sorprendida.

—Descuida madre, distingue vaya a querer hacer algo así. —Dijo la chica antes de alejarse h acercarse a Chad y Audrey que estaban parados cerca de una barra de comida.

Entonces fue cuándo escucharon el murmullo de los invitados al baile, Bella levantó la mirada y vio a su esposo yendo directamente hacia ella.

—¡Bella, han vuelto!. —dijo Adam con una gran sonrisa.

Bella escuchó esas palabras y sintió una emoción por dentro, ella sin dudarlo fue detrás de su esposo y vio el montón de personas reunidas en el centro del lugar.

El grupo de chicos había aparecido rápidamente en el salón. Toda la gente se había apartado rápidamente y en cuanto notaron que se trataba de ellos, se alborotado y llamaron a los guardias para que ayudarán a los padres del y la princesa.

Astrid vio el montón se personas vestidas elegantemente  y se sonrojó apenada. Había olvidado en baile de aniversario del reino.

El conjunto de chicos que la acompañaban estaban igual de tensos que ella. La princesa había obviado que todos excepto Dan y Peter estaban vestidos elegante. Ella llevaba un vestido azul, pero igualmente ni era apto para eso y le hacía sentir raro. Tampoco es que fuese a importarle al cien por cien esas cosas, pero ella conocía exactamente como era la gente en ese tipo de eventos con la presencia de la familia real.

—¡Chicos! —ella escuchó una voz masculina que reconoció al instante.

Entre las personas se hacía presente un chico alto con lentes quien los saludaba aliviado.

—¡Doug! —dijo Astrid cuándo lo vio venir hacia el grupo.

—¡Astrid! —dijo él en forma de saludo amigable. 

El chico se acercó a ella y la abrazó rápidamente. Doug y Astrid se separaron quedando a distancia respetable, él hizo una ligera reverencia y ella negó.

—Sabes que detesto las formalidades Doug, no es necesario. —Dijo Astrid y el chico sonrió.

—Ya lo sé —dijo él antes de dirigir su vista un poco más allá de la princesa. — . ¡Evie! —exclamó él viendo a la peliazul.

Ella sonrió al ver al chico.

—¿Estás bien? —preguntó Doug preocupado.

Ella asintió.

—Oh, estoy bien. Mi vestido se ensucio un poco por la cueva, pero estoy bien.

—Me alegra saber eso... ¿quieres ir a por algo de comer? —dijo él y ella asintió. Astrid vio las expresiones de ambos y se dio cuenta de algo bastante importante