Capítulo 46. "Sentirse atrapado"

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Melody no recordaba si se le había hecho difícil aprender a nadar cuando era más pequeña, podía recordar que antes de cumplir los diez años, ella ya se salía del castillos para nadar en el océano a escondidas de su madre, aunque no muy lejos de ahí, a los once ya salía y nadaba hasta el fondo del mar cercano a su castillo, le parecía la cosa más sencilla del mundo.

Pero ver a Urell en un estado de shock ante el óceano, como si eso fuera a tragárselo entero en menos de un segundo. Entonces se dio cuenta que tal vez enseñarle a nadar podría ser más difícil de lo que había pensado al principio.

El peliblanco estaba parado en la arena sin moverse, viendo como las olas iban y venían a la orilla, el sonido que provocaban las olas le taladreaba en los oídos hasta el cerebro.

Era simplemente algo horrible.

—Oye... —Urell escuchó la voz de su acompañante, se volvió para ver a la princesa de cabellera negra parada detrás de él.

—¿Sí? —le preguntó él, tratando de sonar calmado ante la situación.

—¿Estás listo? —preguntó Melody, teniendo que admitir que estaba algo preocupada.

—¿Yo? —el chico sonrió—. Ah, sí claro... ¿Por qué crees que no lo estaría?.

Fue cuando la princesa estuvo a punto de apuntar a la cara de horror del chico en frente suyo hacia unos instantes, pero decidió mejor no mencionarlo. Se había prometido a si misma que iba a enseñarle a nadar al hijo de Úrsula.

—Bien, empecemos. Tú tienes que ir un poco más cerca de la orilla. —Dijo Melody y el peliblanco alzó ambas cejas.

—¿Qué? —preguntó el peliblanco.

—Tienes que acercarte a la orilla para que puedas entrar. —Indicó la princesa.

—No... —dijo Urell a lo que la princesa se cruzó de brazos— ¿No podríamos repasar la parte teórica primero?.

—Es lo más ridículo que he escuchado en la semana. Oh vamos, sólo vas a tocar tu pies en la orilla del mar. No te va a pasar nada, lo prometo por mi tiara. —dijo Melody suspirando.

El peliblanco tragó dándole una mirada a una ola que se acercaba a la arena.

—¿Sabes qué?, mejor hoy no, no tengo muchas ganas de nada hoy... además que comí hace menos de 2 horas y escuché por ahí eso no es bueno —señaló Urell—. ¿Qué te parece si seguimos mañana?.

En peliblanco se dio la vuelta dispuesto a alejarse del mar. Pero entonces sintió la mano de la chica tomar su hombro y detenerlo en pleno acto.

—Tienes que superar tu miedo. —dijo Melody firmemente. El peliblanco vio el toque serio en su mirada y supo que ella estaba decidida realmente.

El peliblanco quiso protestar pero el agarre de la chica era fuerte y ella empezó a arrastrarlo al mar. Urell miró aterrorizado y empezó a protestar y a presionar sus pies con la arena pero era inútil.

Arena estúpida. Gruñó él en su mente.

Entonces cerró los ojos cuándo vio acercarse y siguió protestando, no quería ahogarse. Sentía como un nudo se formaba en su garganta y no respiraba.

Entonces fue cuándo escuchó su nombre.

El corazón del chico se detuvo un segundo y volvió a palpitar.

—Urell —Volvió a escuchar y esta vez abrió los ojos y vio a la chica en frente de si. Ella lo miraba sonriente—. No es tan malo, ¿ves?.

La chica miró abajo de si y el peliblanco la siguió con la mirada y lo observó. Sus pies estaban en la orilla del mar dentro del agua.

La princesa de Auradon [Descendientes/Carlos De vil] LPDA1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora