Linda me miro con una expresión realmente rara al saber que la había sitado en mi consulta, no necesitaba nada de su arrogancia solo necesitaba saber de Frank, camine junto a ella hasta mi oficina y ella se sentó delante de mi.
—Que es lo que quieres? —me preguntó de mala manera y yo sonreí.
—Que le has hecho a Frank? —le pregunte de forma brusca y repentina.
Si no me decía por las buenas tendría que ser por las malas.
—Lo que nunca debi haber dejado de hacer —me dijo y yo bufé molesto.
—Es una broma —le dije y ella movió su pelo.
—No cariño no es una broma, Frank tiene un no muy buen historial mas ahora que le han detectado drogas —me dijo mientras miraba tranquilamente sus uñas.
¿Que?
—Tu sabias de esto? —le pregunte y ella se encogió de hombros.—Que clase de madre eres.
Rio sarcástica.
—La madre que le ha dado todo y ha recibido nada —le dijo y yo rei, era increíble el rencor en su alma.
—Vete de aquí —le dije sin mas y ella se puso de pie.
—Frank esta en el hospital estatal, si eso era lo que querías saber desde un principio —me dijo antes de cerrar la puerta.
Mis puños se cerraron con fuerza, aun no entendía a ninguno de estos seres que me rodeaban, primero quería alejarlo de mi ¿y ahora? Quería que fuera por él, no entendía absolutamente nada.
Al salir de ahí estaba seriamente pensando en ir o no ir, tenia unas ganas de verle que no podría calmar fácilmente, pero por otro lado no soportaría verle en ese estado, definitivente no era una persona a la cual le gustaba ver la desgracia ajena, es más siempre trataba de ayudar; creo que lo mejor seria ir a verle, deje mi chaqueta encima del sillón principal, Venus se recostó sobre ella fui a mi habitación para ponerme ropa mas casual para poder ir rumbo al hospital.
Aveces pensar en no haberlo conocido...creo que no era un buen pensamiento, nunca me arrepiento de haberle conocido.
Si habia algo que odiaba era la lluvia inesperada, mi mente se mantuvo fija en los pensamientos del hospital y de Frank, conocía ese hospital y era uno de los mejores, no me fije cuando llegue hasta que vi el establecimiento pintado de un neutro color blanco, el nombre se leía visiblemente y yo estacione dentro, ya me conocían trabaje un par de tiempo cuando salí de la universidad.
Baje del auto y camine hacia la entrada, las recepcionistas se veían concentradas en documentos, mientras personas esperaban para poder ver a sus familiares o que se yo, me acerque a una de ellas y me sonrió.
—Hola, digame que necesita —me dijo y yo le sonreí.
—Vengo de visita —le dije y ella sonrió.
—Deme el nombre —.
—Frank Iero —le dije y ella me miro con los ojos muy abiertos.
¿Que?¿Habia algo malo?
—En estos momentos el paciente Iero no puede resivir visitas —me dijo y yo levante una ceja.
¿Era una broma?
—Soy su medico tratante, por que no podría verle —ella mordió su labio nerviosa.
Se mantuvo en silencio.
—Dejame hablar con tu jefa —le pedí y ella levantó un teléfono a su izquierda y se comunicó.
—Tome asiento por favor —me dijo y posteriormente me senté.
Algo nervioso, mordía mi labio inferior y mi pierna se movía inquietamente, no sabia si era bueno para mi salid mental venir hasta acá, pero ya estaba aquí y arrepentirse no era una buena idea, cuando la jefa apareció en mi encuentro sonreí.
—Gerard, no lo creo —me dijo mientras me abrazaba.
—Hola Beth —Le dije y ella me sonrió.
—Pero que grande éstas, por fin acabaste tu carrera que mentiroso eres 'los vendré a ver lo juro' patrañas —me decía mientras reía, también reí.
—Mucho trabajo —le dije y ella me sonrió.
—Que ha pasado? ¿por que has llegado hasta aquí? —me pregunto y yo le sonreí de lado.
—Un paciente mio llego aquí, y necesito examinarlo y todo eso, tu sabes —le trate de explicar pero ella asintió.
—¿De que paciente estamos hablando? —me pregunto y yo no sabia si se lo tomaría mal o pésimo.
—Frank Iero —le dijo y ella me miro sorprendida.
—Te gustan las cosas difíciles —bromeó y luego me hizo seguirla.
Solté el aire aliviado, la seguí por un pasillo para poder llegar al ascensor, mientras conversábamos de la vida ella bromeaba de Beth, y yo solo podía reír, aun que tuviera ganas de decirle que ya el tema me estaba aburriendo.
Llegamos a las salas de aislamiento, o de cuidados intensivos como decía Beth, ella busco las llaves en sus bolsillos y se posó justo fuera de una celda protegida con abarrotes de fierro, abrió la puerta y ahí estaba él.
Miraba el suelo, sin movimiento alguno de sus piernas, descansaba sus manos a los lados y cuando se abrió la puerta su mirada no se fue del suelo.
—Frank, tienes visitas —dijo Beth y el no le dirigió la mirada en ningún momento.
—Vayanse —dijo y Beth fruncio el ceño.
—Es Gerard —dijo Beth y su mirada se dirigió hacia la de ella para pasar a la mía de inmediato.
Se puso de pié rápidamente y camino hasta mi.
—Eres tu? —me preguntó y quizás era el medicamento el que lo tenia algo aturdido.
—Si Frankie, soy yo —le dije y Beth salio dejándonos solos.
El se volvió a sentar en la cama que había, me senté a su lado, evito mi morada en todo momento, movía sus manos nervioso y murmuraba cosas que no podía oírle.
—No deberías estar aquí, no es un buen lugar para ti, no soy una buena persona para ti —me dijo mientras seguía moviendo sus manos.
—Estoy aquí por que quiero, por que me importas —le dije y el me miró.
—Tengo miedo, no me mires así —no entendía nada de lo que decía, me estaba confundiendo.
—Quieres contarme de una buena vez que es lo que te sucede?—.
El me miró, se acerco a mi peligrosamente antes fe besar mis labios susurró.
—Estoy jodidamente enamorado de ti —.
y me besó, como nunca antes.
Es una de las historias mas complicadas que he escrito, pero en fin.
Disfruten del capitulo por que de aquí a que haya uno nuevo.
perdón, si hay algún error.

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Lost Cause (Ferard)
Romance"Quiero informarte; estoy enamorado, quiero ser yo el que te haga feliz, quiero ser tu ángel, tu ángel de la muerte" anónimo Gerard Way un famoso psicólogo que recibe anónimos. Frank Iero un paciente, mas bien...