"Laurmila"

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-Laurenzo, si no te conociera no sabría que ese tipo no te cae. – Me dice sacando de su bolsillo el paquete de cigarros.

- No me cae para nada, no sé porqué. Pero no quiero negarle nada a Keana tampoco, ella es libre de relacionarse con quien quiera.

-Sólo confía en ella. Pueden ser celos o no se solo estás cuidándola. Es normal. Me pasa con Perrie.

-No sé que será pero desde el primer momento. Esa cara odiosa que tiene. – Miré hacia la luna.

Justo mi celular vibró. Camila. Sonreí.

-Y esa sonrisa? – Me dijo riendo mientras tiraba el humor por sus labios.

-Camila, te acordas la chica de New York y después del programa de Miami?

-Claro que me acuerdo. – Levantó las cejas.

-Bueno... ella. – Me quedó mirando.- Qué? Idiota deja de mirarme así. Es una buena amiga.

-Como digas Laurenzo, pero ordena las cosas no vaya a ser cosa que se te junten el gato con el perro y termine todo en algo que nadie quiere.

-No sé lo que decís.

-Vamos adentro que estoy muriendo de frío. Y trata de tener una gran sonrisa al entrar. – Tiró su cigarrillo.

La noche pasó tranquila. De vez en cuando me escapaba al baño o a la habitación metiendo excusas sólo para hablar con Camila. No le di mucha importancia a la gente de la cena y no porque estuviera de mal humor o algo parecido, pero mi nueva amiga sabía mantenerme entretenida sólo con un mensaje de texto.

P.O.V Camila.

Mi día estaba pasando muy lento, yendo de un lugar a otro. Comprobando ropa y sacándome fotos en ropa interior. Esa era mi rutina muchas veces, no me quejaba.

Ya eran las seis de la tarde y Lauren había dejado de contestar, supuse que se había ido a dormir. Estuvimos hablando toda la mañana.

Cuando salí del estudio preferí irme caminando hacia mi departamento, pero al hacer dos cuadras me tope con un Starbucks. Obviamente que entre, moría de hambre.

Una vez sentada, sola con mi frappuccino de chocolate y una galleta con chispitas, veo acercarse a mi amiga Normani.

-Mila, que estás haciendo por acá? Y encima sola? – Me dice riendo y tomando el lugar frente a mi.

-Sabes que amo comer y odio a la gente. – Reí pero mi amiga no entendió el chiste. – Es una broma. Solo pasaba y se me dio por entrar porque tenía hambre.

-Tus bromas son un asco Camila... Sabes? Esta noche hay una fiesta y-

-Lo siento Mani pero hoy estoy demasiado cansada como para asistir a una fiesta, necesito una ducha caliente y dormir mil años.

-Camila jamás vas a conseguir a alguien si seguís así de cerrada todo el tiempo. Solo estoy tratando que salgas más y te asfixies menos. – Me dijo seria.

-Ya no me asfixio más, fue cosa del pasado, sí? Pero gracias de todas formas por la invitación. Me gusta saber que me tenes en cuenta.

-Bueno, me tengo que ir. – Miró su reloj. – Hoy tengo cena con mi príncipe y no quiero llegar tarde. Cualquier cosa me escribis, sí? – Me tiro un beso con su mano echa un puñito. Yo solamente sonreí.

Terminé mi pedido y mire un poco mi celular. En twitter seguía a un par de personas que eran agradables y supuestamente eran mis "fans". No sé porque tengo fans si lo único que hago es posar frente a una cámara. En fin, estos parece que se habían enterado que me hablo con Lauren y parece que les gusta porque ya hasta nos pusieron un nombre bastante raro. "Laurmila". Bastante ingenioso y lindo. Yo solamente me reía porque algunas se habían vuelto locas porque Lauren me empezó a seguir... Hablando de eso, no me había dado cuenta. Voy a mis notificaciones y ahí estaba "LaurenJauregui ha comenzado a seguirte". Aprete el botón de seguir e hice lo mismo.

Sus tweets eran muy profundos, Lauren sin dudas es alguien demasiado inteligente para ser sólo un ser humano. Debe ser algún tipo de marciano. Subía fotos de atardeceres o de dibujos y eran muy buenos a decir verdad.

Busqué el botón para escribir un tweet y empecé a escribir.

@CamilaCabello97 : @LaurenJauregui Que tengas lindo día, Jauregui.

Guarde mi celular y me levante para ir a mi departamento. Realmente necesitaba llenar la bañera y meterme ahí.

Llegaba esta hora del día donde me sentía sola, necesitaba cariño. Todas mis amigas, las amigas de mis amigas, las personas por la calle, hasta los nenes del jardín tenían pareja. Y yo solamente me tenía a mi misma. Necesitaba una relación seria, alguien que me abrace al dormir, alguien que al despertarse lo primero que haga es mandarme un mensaje de buenos días, alguien que me saque a pasear y me lleve de la mano, alguien que me haga sorpresas, alguien a quien pueda contarle mis cosas y que me escuche atentamente.

Mi celular empezó a sonar y mis pensamientos se fueron al primer sonido.

-Sí? – Atendí rápidamente.

-Hola Camz. – La voz rasposa pero tierna de Lauren sonaba del otro lado del teléfono.

-Hey! Que pasó? – Me preocupé, jamás me había llamado.

-Nada. – Rió- solo quería hablar! Estoy sola y bastante aburrida y no contestabas mis mensajes y no es tan tarde como para que estes dormida.

-Perdón, solo me estaba bañando. Por eso no contestaba, hoy tuve un día agitado y necesitaba relajar de alguna manera.

-Oh, día agitado. Queres hablar de eso?

-No hay mucho que contar, fui de un lugar a otro como loca, probándome vestidos, faldas. Después ropa interior, posar de muchas maneras, algún que otro maltrato de mi manager. Después una amiga diciéndome solitaria y refregándome en la cara que cenaba con su novio. Llegar a casa y que esté fría y que no haya ni un perro para recibirme. Y eso es lo que te perdiste en glee. – Le dije en tono de broma. Y por fin alguien captaba mis bromas. Ella empezó a reír como si le hubiera dicho el mejor chiste del mundo.

-Entonces el programa de hoy de glee fue bastante entretenido. – Me dijo tratando de calmarse a si misma. Su risa hacía que mi estomago tuviera mariposas. – Sos muy graciosa.

-Mis días son siempre así, y más que nada la ultima parte. En fin, que tal tus cosas?

-Nada importante, me acabo de despertar y estoy sola. La cena de ayer estuvo bien pero no quiero hablar de eso. Así que, ahora somos Laurmila. – Rió

-Somos Laurmila. – afirme – suena bien eh? Aplaudo a la persona que se le ocurrió porque yo ni en un millón de años hubiera pensado eso.

Así estuvimos hablando una hora y media, no hablábamos de nada pero al mismo tiempo hablábamos de todo. Esa hora y media se pasó muy rápido y fue muy entretenido, pero tuve que decirle que necesitaba cortar o me iba a quedar dormida mientras hablábamos.


Waiting for you.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora