Waiting for you.

New Orleans

POV Camila:

Preparándome desde temprano para un desfile que tenía en New Orleans, de ropa deportiva, no podía dejar de bostezar. Anoche quedé hasta muy altas horas de la noche hablando por teléfono con Lauren. La extrañaba bastante pero ella dijo que lo más probable es que se haría un tiempo para poder ir a mi desfile ya que ella también estaba acá.

No estamos parando en el mismo lugar pero están muy cerca de todas formas, son las siete y media de la mañana y yo tenía dos días acá para luego volver a Los Angeles, pensando se me ocurrió que podríamos utilizar todo el día de mañana para gastar juntas. Cuando ella despierte y me mande un mensaje se lo voy a preguntar.

Pero eso no hizo falta, ya que luego de sentir dos suaves golpes en la puerta de mi camerino donde me estaban maquillando, ella entró tímidamente con dos cafés en la mano y una pequeña bolsa.

-Buen día preciosa. - Me dijo al verme en el espejo.

-Lo! Qué haces acá? Pensé que estabas durmiendo. - Me paré de la silla y la abracé fuertemente, ella me dio un pequeño beso en la comisura de los labios.

Sentí mis mejillas calentarse y bajé mi mirada.

-Quería darte una sorpresa, ya te extrañaba demasiado.

-Bueno, podes sentarte a mi lado mientras me terminan de maquillar y peinar. No tenes que hacer nada hoy? - Pregunté volviendo a la silla donde Mary estaba maquillándome.

-Sí, pero a las diez de la mañana recién. Quiero que sepas que hice un esfuerzo increíble para despertarme esta mañana. - Reímos y me entregó mi café.

-No recordaba cual te gustaba pero sabía que el de caramelo te agrada bastante. Y te traje un muffin con sabor a vainilla.

-Caramelo con muffin de vainilla, junto con tu presencia es todo lo que necesito. - Mary al escucharnos, me miró en el espejo y sonrió achinando sus ojos.

Terminamos nuestro desayuno entre risitas por chistes inocentes y charlas sobre nuestros trabajos. Mary se fue para darnos "un tiempo a solas, pero solo un tiempo", y ella en seguida me tomó de la mano para ponerme sobre su regazo.

POV Lauren:

Mis ojos la miraban de cerca, mientras mis dedos acariciaban su mejilla izquierda. Ella era hermosa, era perfecta. Sus pecas a penas podían verse, sus labios estaban pintados con un brillo que quería devorar con mis labios, sus pestañas estaban levantadas a la perfección, sus mejillas color carmesí muy claro. Sus ojos mirando fijamente a los míos.

-Sos el ser más hermoso de este mundo, Camila. - Susurré, involuntariamente. Embobada con su hermosura.

Ella respondió dándome un beso en los labios, pero me separé con los ojos cerrados. No quería que su maquillaje se arruine pero tampoco quería dejarla.

-Me gusta estar cerca tuyo, me siento bien. - Me dijo y apoyó la cabeza en el hueco de mi cuello. Yo rodee su cuerpo con mis brazos.

Creo que estuvimos así aproximadamente media hora, hasta que nuestra burbuja se rompió por los toques en la puerta de Mary.

Miré la hora y eran las nueve.

-Es hora de que me vaya Camz, pero prometo estar en primera fila en tu desfile. - Le di un beso en la mejilla, tomé mi campera y me fui.

De vuelta en la calle, me sentí con frío y una sensación de estar incompleta. Eso es lo que sentía los primeros meses cada vez que me alejaba de Keana, sentía que una parte de mi se iba con ella. Cada vez que nos besábamos tras las gradas del colegio, o en la parte trasera de mi auto.

Pero esta vez, era un sentimiento más real. No un amor como el suyo. Momento como el de recién hacían la diferencia. Camila es tan perfecta, inocente, sincera, hace que mi corazón quiera salir de mi pecho cuando ella hacía cosas como esa, que me miraba fijo.

Con el recuerdo de mis brazos sobre su cuerpo, su mirada en mis ojos y sus labios cerca de los míos. Me choqué con la puerta de la recepción del hotel, donde mi amigo Zayn estaba esperándome, fumando un cigarrillo.

-Pudiste ver a tu damisela, pequeña princesa de cuentos?

-Así es. Gracias por atrasar la entrevista.

-Cualquier cosa por la felicidad de mi Laurenzo. - Agarró mi cuello con su mano y sonrió.

La entrevista en la radio fue diferente, esta vez habían personas sentadas frente a nosotros y nos hacían preguntas, retos divertidos y hasta cantaron con nosotros.

Yo no paraba de ver mi reloj, ya quería que sea la hora para ir a ver a Camila.

Salimos de la radio y fui directamente a la ducha. Luego seleccioné la ropa. ¿Cuál sería un atuendo adecuado para asistir a uno de esos desfiles? Quería estar bien para Camila.

Me puse unos jeans negros apretados, rotos en las rodillas, unos zapatos negros y una camisa blanca con rayas negras. Sequé mi cabello, un poco de perfume y fui hacia el lugar del desfile.

Zayn me acompañaba, el estaba algo parecido a mi, tenía jean negro, botas y una camisa blanca. También tenía un sombrero negro bastante gracioso, pero al reirme él me miro mal y tuve que tragarme la risa.

Nos sentamos en primera fila, un señor de cuerpo enorme nos preguntó el nombre y el apellido de ambos y nos dijo que teníamos sillas reservadas.

Media hora después el desfile había comenzado, pasaron aproximadamente doce modelos pero ninguna era Camila. Sentada aburrida en mi silla, con las piernas cruzadas y un codo apoyado en la rodilla para sostener mi mandíbula, esperaba a la morena. Pero una modelo rubia y hermosa empezó a caminar frente a nosotros y Zayn aplaudía como loco. Lo miré extrañado.

-Te gusta Gigi? - Pregunté.

-Estas hablando con el próximo novio de Gigi. - Respondió y yo reí.

Pero mi risa terminó en el momento que vi a Camila. Estaba vestida con unas calzas negras que hacían su trasero más enorme de lo normal, un top violeta y una cola de caballo bien alta. No me di cuenta de que no estaba respirando hasta que el aire me empezó a faltar.

Ella me miró y soltó un beso con sus labios hacia mi dirección. Yo mordí mi labio inferior involuntariamente y levanté mis cejas.

Su pasada fue corta y tuve que esperar unos veinte minutos más para que vuelva a pasar. Esta vez no estaba vestida muy diferente a la pasada anterior, pero esta vez tenía unos shorts amarillos flour y una remera deportiva.

Terminó el desfile y espere a la morena fuera de su camerín. Ella al salir me vió y rápidamente me metió en dentro.

Me besó y yo la bese, no pude no bajar mis manos hacia sus caderas, para luego bajar a su trasero. Ella se alejó al ver esa acción y entrecerró sus ojos.

-Lauren! - Dijo sorprendida.

-Perdón, es que esa calza, santo Dios Camila. - Dije y reímos. Le di un beso entre risas. - Me estás volviendo loca Cabello.

-Siempre me volviste loca, Jauregui.

Esa noche Camila y yo salimos a cenar, al restaurant de mi hotel. No queríamos que la gente nos viera, era muy pronto a decir verdad.

Comimos y nos dirigimos a mi habitación.

-Quedate esta noche. Te extraño. - Le dije tomando sus manos en la puerta de mi habitación. Ella asintió dándome una sonrisa.

Nos acostamos luego de sacarnos nuestros pantalones y quedar solamente en remera y ropa interior, ella acostada en mi pecho mientras mirábamos una película. Pero el día largo y cansador nos pasó factura y ambas quedamos dormidas después de media hora.