Amor

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POV Lauren:

Luego de una rica cena hecha por las hermanas Cabello, comimos el helado que compre para el postre, mientras charlábamos de Sofi y su vida, me gustaba escuchar las experiencias de la niña pequeña y me imagino como fue la infancia de Camila, una hermosa nena, dulce e inocente. O quizás Camila fue una nena bastante rebelde que no le gustaba bañarse los fin de semanas.

Cuando Sofi mencionó su "amor" de primaria, y cuán de enamorada estaba, me hizo sonreír. Me gustaban los sentimientos sinceros de los chicos. Y los relacionaba a mis sentimientos hacia Camila, que eran como los de una nena de primaria, puramente inocentes.

-Sabes Sofi? A mi nunca me había pasado eso de estar tan perdidamente enamorada de alguien, hasta que tu hermana llegó a mi vida. - La mire a la pequeña. - Tu hermana primero desordenó todos mis planes, tal como dijiste hace un rato, luego no podía despegarme de ella aunque ella no me correspondiera ni yo a ella. Necesitaba tenerla cerca todo el tiempo... Qué digo? Necesito tenerla cerca todo el tiempo. Sólo espero que tus amores siempre sean correspondidos, porque es hermoso.

-Lauren, me vas a hacer llorar. - Camila me dijo, desde el otro lado del sillón, con sus piernas encima de éste mientras comía a cucharones el helado de banana y chocolate.

-Kaki, me gusta que te hayas enamorado de mi idola. - Le dijo la más pequeña a mi novia. En los ojos de Camila no había nada más que amor. Y yo sentí mi pecho hincharse.

-Oh, casi me olvido. Te tengo un regalo, pequeña Cabello. - Dije a Sofi y me levanté de mi lugar en el sillón, para tomar la guitarra que había buscado para ella.

Los ojos de la más pequeña en la sala se hicieron grandes y la miró como si fueran millones de kilos de chocolate. Me abrazó tan fuerte que casi se me salen los sesos por los ojos.

-Yo no sé tocar de todas formas, pero prometo que voy a aprender. Kaki sabe tocar muy bien. En el colegio hizo muchos años guitarra, hasta hay una foto de ella en casa cuando tenía mi edad tocando. - Dijo la más pequeña dándole la guitarra a su hermana, señal para que toque algo.

-Camila me encantaría escucharte tocar. La verdad. - Ella negó con el ceño fruncido. - Vamos, maricona, sólo un par de acordes, te puedo acompañar cantando.

-Oy, está bien. Pero... hace mucho no toco, no se decepcionen. - La pequeña y yo negamos con la cabeza al mismo tiempo.

Dejó el plato donde tenía el helado en el suelo, agarró la guitarra y la miraba esperando que sola empezara a sonar.

Pero de repente los dedos de Camila empezaron a tocar "your body is a wonderland" de John Mayer. También cantaba, al principio muy tímida, pero cuando clavó su mirada en mi, parece que cualquier timidez se esfumó y cantó más segura. Yo estaba maravillada, no entendía como alguien podía llegar a ser tan perfecto.

¿Cómo pude estar tan lejos de ella tanto tiempo? ¿Por qué no la conocí antes?

Luego de dejar a Sofi en el hotel, volvimos y me sorprendió que Camila hubiera estado tan callada, no sólo en el viaje, si no durante toda la noche.

-Estás bien Camz? - Pregunté preocupada.

POV Camila:

-Sí, es que sólo... hoy fue un lindo día. - Le dije recordando todas las cosas lindas que habían pasado hoy.

-Me gustó la comida que hicieron, salió muy rica. - Me dijo mirando fijo a la carretera, pero a la vez dándome una de esas sonrisas que me encantan.

Llegamos al departamento. Y cuando Lauren estaba cepillándose los dientes, para ya acostarse, no pude resistirme y la abracé.

La abracé de tal manera que ella se sorprendió. Dio la vuelta para poder abrazarme también. Estuvimos así unos cinco minutos. Era mi forma de demostrarle como me sentía. Le di un suave beso en su clavícula izquierda mientras ella seguía cepillando sus dientes y abrazandome al mismo tiempo.

-Te quiero tanto. - Suspiré. - No sabes cuanto tiempo he esperado para sentir todo esto. Para sentirme completa. No sabes cuanto tiempo he esperado por vos.

Ella parecía no entender por que estaba reaccionando así yo. Pero tenía mis razones. La quería. Siempre quise sentir eso que sienten los personajes de las películas cuando encuentran al amor de su vida. Siempre quise sentir eso que sienten mis amigos cuando hablan de sus novios o novias. Pero pensé que jamás iba a sentirme así por nadie. Hasta que Lauren llegó. Y pudo iluminar todo mi campo oscuro con flores marchitas. Pudo prender la luz en esta oscuridad.

Dejé que terminara su aseo para luego poder hacerlo yo. Cuando volví a la habitación, ella tenía una camiseta vieja de Nirvana y estaba leyendo "juego de tronos". Me senté en la cama, tapándome, agarrando su libro y dejándolo en la mesita de noche a su derecha. Me senté sobre sus caderas.

-Camz, qué estás haciendo? Se estaba poniendo bueno. - Me hizo puchero.

-Más bueno que besarme? Más bueno que esto? - Agarre una de sus manos para ponerla bajo mi remera, en mi pecho, donde no había corpiño.

-Definitivamente no. - Ella empezó a besarme con dulzura mientras sus manos estaban en mi pecho. Pero no hacían nada más que acariciarme y eso se sentía bien. Necesitaba su cercanía.

Debía demostrarle cuanto la quería.

Entonces me saqué la remera y quedé sólo en braguitas. A decir verdad no sé de donde salió ese golpe de seguridad, soy modelo sí. Pero ponerme frente a la gente desnuda no era una gran virtud mía. Para nada.

Ella escaneo todo lo que se veía de mi cuerpo con una "O" en sus labios.

-Mierda. - Dijo sin más y me trajo hacia su cuerpo. - Me siento una adolescente en medio de su pubertad teniendo su primera vez con una supermodelo.

-En parte es cierto. Boba. - Le dije y volví a besarla.

Luego de unos minutos besándonos y yo saqué su camiseta también. Le quedaron mechones de cabello en su rostro y se lo saqué mientras nos reíamos.

Me senté sobre ella y con mis uñas recorrí todo su pecho. Ella solo me miraba a los ojos. Y yo a su cuerpo.

-Sos hermosa, Lauren.

Empecé a besar sus labios, y termine besando unos de sus pechos. Lauren respiraba fuerte y eso me calentaba bastante a decir verdad.

Todo era muy íntimo.

Pase mi lengua por última vez en su pezón, para pasar a darle atención al otro. Mientras con mi mano derecha bajaba hacia su centro, tocando por encima de la tela pude notar como estaba.

Levanté mi cara para ver su cara. Tenía los ojos cerrados levemente, sus mejillas coloradas y mordía su labio inferior con tanta fuerza que en cualquier momento creo que se lo saca.

-Camz. - Me dijo suavemente. Yo asentí y moví un poco la tela de su rompa interior para tocar su clítoris y acariciarlo muy suave. Hacerle pequeños círculos. Tratarla como se debe es mi objetivo. Nunca había hecho antes esto. Pero me sentía confiada. Y para decir verdad, como Lauren estaba reaccionando lo estaba haciendo bien.

Su cuerpo se arqueó un poco sobre las sabanas y sus ojos ahora estaban cerrados muy fuerte.

-Camila, Dios mío. Mierda mierda mierda. - Dijo y yo me acerqué a su cuello, para besarlo y morder.

Sin aviso alguno, metí dos de mis dedos en su interior, mientras con el dedo gordo seguía acariciando su punto nervioso.

Sólo cinco envestidas bastaron para que Lauren llegara en mi mano. Con mi nombre en su boca, me acosté a su lado para besarle cada centímetro de su rostro y sacarle algún que otro pelo que molestaba ahí.

-Te quiero, dedos mágicos. - Dijo la ojiverde a mi lado, sonriendo y luciendo exhausta.

-Te quiero, amor. - Le contesté dándole un besito en sus labios.

Tal y como estábamos, Lauren se tiró hacia mi y su cabeza se puso en mi pecho. Acariciando su melena, con una de sus manos en uno de mis pechos. Nos quedamos dormidas.

Waiting for you.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora