Lora se volvió a despertar por tecera vez en aquel día, aún se encontraba en el carro y Luz seguía allí.
Arta del silencio que había en el carro intento entablar conversación.
- ¿Adonde vamos? - preguntó
- A la Isla – respondió Luz sin prestarle mucha atención.
- Y ¿Qué es eso?
- Se podría decir que es el centro del multiverso, situado en un pliegue spacio-temporal y sede del Consejo.
- ¿porqué me llevas allí?
- No te lo puedo decir, pero te enterarás pronto. Ya hemos llegado.
El carro dió entonces una sacudida y empezó a frenar.
Cuandó el carro se paró Luz había desaparecido y lo único que podía hacer Lora era salir. Así que empujó la puerta y se encontro en una gran plataforma redonda con un suelo de mármol blanco. Ella estaba en uno de los extremos de la plataforma y a su derecha había más gente. El mas cercano a ella era un joven alto, de pelo castaño y ojos azul oscuro, iba vestido con una camiseta gris y un chandal del mismo color. Parecía como si se acabara de despertar y miraba a su alrededor como si no supiese como había llegado allí.
Lora se acercó a él.
- Hola, soy Lora – le saludó.
- Alec, encantado. ¿Dónde estamos? - le preguntó.
- Lo único que se es que este sitio se llama Isla – le respondió.
- ¿Dónde está Bien y Mal?
- ¿Quién?
- Alto, con una túnica blanca y negra, es un miembro del Consejo.
- Ni idea, al único que conozco es a Luz, pero quizá él lo sepa. - dijo Lora señalando a la persona que acababa de llegar en una especie de burbuja azul.
Alec y ella se acercaron a él.
- Así que no soy el único – dijo él.
- ¿A que te refieres? - preguntó Alec mirandole como si le diese asco. Lora también lo entendía, él iba vestido con ropa desgastada y desteñida y tenía el pelo sucio y despeinado.
- Si no me equiboco estamos todos aquí para salvar el multiverso, por cierto, me llamo Eseras – contestó él – y al parecer tambíen hay más. - añadió señalando a tres personas que acababan de llegar atravesando un portal.
Justo ese momento por la pasarela que llevaba a la platforma un grupo de cinco personas que se pararon a unos metros de ellos.
- Bienvenidos, Eseras, Lora, Alec, Arel, Serar y Micar. Mi nombre es Elendar, y me acompañan Mara, Deror, Dark y Jaime. - dijo el que estaba en medio de los otros que tenía el aspecto de un elfo de los libros de fantasía.
- Encantado de conocerte, pero ¿Podrías decirnos que hacemos aquí? - preguntó Eseras.
- Ellos os lo explicarán todo igual que a nosotros, ahora, si haceis el favor de seguirnos. - dijo Elendar.
Los cinco empezaron a andar por la pasarela y el resto no pudo hacer menos que segirlos. La pasarela llevaba a un enorme edificio de planta circular qué se alzaba a una altura de quatro pisos y acababa en una cúpula, todo de color blanco.
A unos veinte mentros del edificio, rodeandolo, había once casas que flotaban en el aire y eran versiones mas pequeñas y de un solo piso del edificio central. Luego había otras dos casas iguales pero a una altura mas baja que las otras.
Cada cas tenía un signo encima de cada puerta pero Lora no los pudo distinguir bien.
La pasarela acababa en una puerta a forma de arco en la pared del edificio central.
- Bienvenidos a la Sede – dijo Elendar abriendo la puerta.
Siguieron caminando por un largo pasillo que los llevó a una sala circular en la que los esperaban once personas vestidas con túnicas cuya capucha les ocultaba el rostro, Lora reconoció a Luz por su túnica blanca y a juzgar por la descripció de Alec también reconoció a ese tal Bien y Mal.
El grupo se paró delante de ellos.
- Bienvenidos, elegidos, nosotros somos el Consejo y somos los que os hemos traido aquí. Estoy seguro de que a algunos conecereis a uno o dos de nosotros pero será mejor que nos presentemos.
Después de las presentaciones Lora aprendió que el que había hablado primero era Nada con una túnica gris claro. Luego estaban Orden y Caos con unas túnicas blancas con rayas negras, las de Orden eran perfectamente paralelas y perpendiculares, mientras que las de Caos estaban completamente desordenadas. A continuación estaba Karma con una túnica verde, Espacio con una túnoca roja, Tiempo con una túnica azul, Oscuridad con una túnica de un negro que parecía que absorvia todo los colores a su alrededor, Destino con una túnica dorada y Muerte con una túnica de un negro brillante.
- Ahora que ya nos hemos presentado, es ora de deciros porque estais aquí – dijo Nada.