Al llegar a su habitación, Lora, se tumbó en la cama, no prestó atención a su alrededor, solo se quedo asolada por la tristeza. Y lloró.
Lloró hasta quedarse sin fuerzas, pero aún así se quedó tumbada sin energias para hacer nada.
No se dió cuenta de cuanto tiempo estuvo así, pero serían mas de la una de la madrugada cuando oyó una voz proveniente de un punto a su derecha.
- Lora, ¿Estás bien? - le preguntó la voz, que sin duda pertenecía a una mujer.
- No se como has entrado aquí, pero dejame en paz, ¡Márchate! - contestó Lora.
- No puedo marcharme, pero sobre como he entrado aquí, sería dificil de explicar.
Harta de esta inútil conversación Lora se incorporó, dispuesta a hechar a quienfuese el que había entrado a su habitación, pero cuando miró a su derecha, no había nadie. Tampoco había nadie en el resto de la habitación, pobremente iluminada por la luz que entraba por las enormes ventanas.
- ¿Quién eres? - preguntó Lora.
- Mi nombre es Star, soy una IA creada por Ele – respondió la voz.
- ¿Qué haces aquí?
- Mi deber es ayudar y asistir a los elegidos en todo lo que necesiten.
- ¿En todo lo que necesitemos? - preguntó Lora mientras un descabellado plan iniciaba a formarse en su mente.
- Así es.
- Bien Star, ¿Me podrías decir cual es la manera mas fácil y rápida de llegar a la colonia de Xitar?
- En realidad, hay dos formas de llegar a la colonia de Xitar: la primera consiste en usar uno de los portales situados en la zona de salto al oeste de la sede – dijo Star mientras el holograma de una mapa de la Sede aparecía delante de Lora indicandole la colocación del portal -, pero el portal hacía Xitar ha quedado inhabilitado. La segunda forma consiste en usar una de las naves de Espacio, capaces de teletransportarse por el multiverso, que se pueden encontrar en el angar – y un nuevo mapa apareció delante de Lora mostrandole el camino -.
- Muchas gracias Star, nos vemos luego – se despidió Lora y, sin esperar un minuto, se marchó de la habitación dispuesta a robar una de esas naves.
Siguió el camino que horas antes les había mostrado el Mensajero y regresó a la sala donde se habían encontrado por primera vez con el Consejo. Una vez allí, recordó el mapa que le había mostrado Star y siguió por una de las numerosas puertas que había en la estancia. Después de un largo pasillo iluminado unicamente por estrañas lamparas con forma de gota, encontró una escalera de caracol que descendía. Al final de la escalera había otro pasillo que siguió hasta llegar a una amplia sala. La sala estaba completamente vacía a excepción de las diez pequeñas mesas semirciculares colocadas en dos columnas de cinco, una a cada lado. El resto de la sala estaba constituido por unas paredes completamente blancas excepto la que se encontraba en frente de ella, que era un amplio cristal desde el cual Lora pudo ver el immenso angar con paredes repletas de naves. Atravesando una de las puertas que se encontraban en las paredes encontró un escalera que llevaba al suelo gris del angar y, una vez allí, contempló boquiabierta la magnitud de este.
El angar estaba constituido por una enorme sala rectangular con paredes repletas de naves de todas las formas y colores. Una de las paredes había sido destruida dejando un enorme hueco vacio a traves del cual Lora pudo ver la eterna noche de la Isla, Lora supuso que por ahí salían las naves. En el centro del angar había una nave con forma de ave con las alas extendidas de colores rojos y naranjas que parecía dejada a proposito para ella. Se acercó y entró en la cabina, casualmente abierta, que se encontraba en la "cabeza".
Pero, una vez dentro, se dió cuenta del único problema de su plan, ella no sabia pilotar. Frustrada, golpeó el panel que se encontraba delante de ella y con un pitido este se encendió.
- Hola, Lora – dijo la voz de Star.
- ¡Star!, ¿Qué haces aquí?
- Se te olvida que soy una IA, estoy por toda la Isla
- Ya claro, perdón, pero ¿No sabrás pilotar esto, verdad?
- Claro que sé.
- Entonces, ¿Podrías llevarme a Xitar?
- Sí, agarrate fuerte.
Y la cabina se cerró y Lora salió de la Isla y se encontró en la eterna noche del espacio.
En otro lugar
- Mi señor, Lora se ha escapado y se ha llevado la Fénix – dijo Star.
- Bien, la cosa se ha vuelto interesante – respondió Ele.