5- Otra tarde juntos

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Ya casi era mediodía y Eriol todavía no podía terminar de leer los archivos con los datos para la reunión de esa tarde, pues su teléfono no había dejado de sonar un momento desde que llegó a la oficina, motivo por el cual terminó optando por desconectar ese infernal aparato. "¿Cómo rayos trabajaron todo este tiempo sin mí?" era la pregunta que se había instalado en su mente después de la tercera llamada.

Estaba concentrado leyendo cuando un sonido llamó su atención era un simple "BZZZZZ" y tardó unos segundos en recordar que había puesto en vibrador su celular, después de buscar un poco encontró aquel aparato en el bolsillo derecho de su saco, a todo esto quien llamaba acababa de cortar. Miró la pantalla y al ver el nombre "Tomoyo" no dudo un momento en llamarla y al segundo pitido se escuchó la voz de la amatista.

―Eriol, hola, lamento molestarte... ―hacía tiempo que no se veían, pero conocía mejor que nadie a esa mujer y su voz le decía que algo sucedía.

―Tomoyo ¿Estas bien?

―Sí, no te preocupes, espero no interrumpir nada importante.

―No, para nada ―estaba claro que algo sucedía, pero así como la conocía sabía que no le diría nada por teléfono―. ¿En qué te soy útil?

―Nada, solo pensé que podía retirar antes a Nakuru del colegio y pasar un rato con ella... ¿No te molesta?

―Claro que no me molesta. Por la tarde tengo una reunión, cuando termine te llamó y las encuentro, ¿te parece?

―Genial, gracias Eriol.

―No hay de que nos vemos salúdame a Na.

Al cortar y dejar el móvil sobre el escritorio, volvió a centrar la mirada en los papeles que seguían frente a él, pero ahora su cabeza no dejaba de preguntarse "¿Qué le pasara a Tomoyo?" después de un rato dando vueltas termino regañándose a sí mismo...

"Basta, todo está bien, si fuera algo realmente serio me hubiera pedido que nos viéramos, ya ha pasado. Una sonrisa siempre la ayuda y esta pequeña Nakuru tiene la más hermosa sonrisa que he visto, si alguien puede ayudarla es ella... deja de darle vueltas a esto" y después de decirse esto a si mismo suspiró y volvió a centrarse en la lectura.

.........

La pequeña pelinegra miraba desde un rincón al resto de los niños que se agolpaban en la puerta del aula para salir de esta y dirigirse al comedor.

―Nakuru, ¿vienes? Sé que el primer día es difícil pero ya te acostumbraras la mayoría de los niños almuerzan con nosotros ―dijo aquella mujer rubia mientras le tendía la mano con una enorme sonrisa en su rostro.

―Yo no almorzare aquí, mi mamá vendrá por mí ―respondió la pequeña mirando con algo de desconfianza a la mujer, la cual se sorprendió del extraño tono violáceo de los ojos de la niña.

La maestra estaba a punto de replicar cuando la secretaria del colegio entró en el aula acompañada por Tomoyo. La amatista lucía algo triste, pero una sonrisa apareció en su rostro ni bien sus ojos encontraron a la pequeña de cabello negro que corría hacia ella. La abrazó y rápidamente la levantó.

―Hola, buen día, soy Natalie Strans la maestra de Nakuru, un gusto ―dijo la mujer rubia mientras extendía la mano para saludar a la amatista.

―Tomoyo, un placer ―respondió la nívea mientras le daba la mano a la mujer.

―Wow, ya veo de donde saco Nakuru sus ojos, es un color muy poco común ―Tomoyo sonrió y volteo a mirar los ojos de la pequeña que llevaba en brazos y eran del mismo increíble color azul de Eriol.

¿Y mi mamá?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora