Los fuertes brazos de Edward habían estado posados suavemente sobre el lomo del animal, mientras que la cabeza de Jacob yacía sobre el regazo del vampiro.
Edward había mantenido sus ojos cerrados, desde que su cachorro se acunó sobre sus piernas, poco a poco su frío y parco rostro había empezado a mostrar una pequeña, pero sincera sonrisa, mientras que aquel corazón, que una vez dejo de latir, ahora deseaba saltar con todas sus fuerzas, al sentir el suave aroma del menor.
Abrió lentamente sus ojos ámbar al escuchar como las pequeñas patas de un pequeño conejo rompían suavemente una delgada rama que yacía sobre la arena húmeda, los ojos rojos del pequeño animal observaron fijamente su cuerpo y el cuerpo de Jacob, y quiso reír cuando el conejo salió despavorido del lugar.
Alzó suavemente su mirada para observar como las delgadas ramas de los árboles empezaban a moverse con suavidad, la luz empezaba a ocultarse, dejando que el frio viento soplara un poco más fuerte, trayendo consigo el aroma a sal de la pequeña playa.
Palmeó ligeramente la cabeza del animal y Jacob soltó un pequeño aullido, y sin que el mayor se diera cuenta, Jacob saltó al cuerpo del vampiro, empezando a lamerle la cara.
Sí, Edward estaba seguro que lo comparaba con un perro, pero era su cachorro.
-Vamos, es hora de regresar. –Jacob agachó su cabeza, soltando un ligero aullido, pero movió su cola, cuando la mano de Edward cayó sobre su cabeza.
Lentamente su cuerpo empezó a regresar a su forma humana, dejándolo completamente descubierto ante la mirada del vampiro.
Edward estaba casi seguro que sus níveas mejillas se encontraban tiñéndose de un fuerte carmín, el cuerpo de Jacob era delgado, dejando ver apenas unos pequeños músculos en sus brazos, piernas y en su tórax, quiso acercarse y palpar aquella caliente piel, pero rápidamente Jacob se acuclilló, cubriendo su desnudes con sus delgados brazos.
Jacob había cubierto su rostro entre sus manos, mientras que su cuerpo temblaba levemente, más por la mirada del vampiro que por el vendaval de la noche, Edward se aceró con calma, intentando controlar sus emociones e instintos de deseas saltar sobre el cuerpo desnudo del menor, y colocó sobre los hombros del menor su casaca.
No pudo evitar mostrar una pequeña sonrisa al ver como aquella prenda le quedaba tan larga en el cuerpo del menor, logrando cubrir hasta la mitad de sus muslos.
-No... no me mires de esa forma. –La voz de Jacob había sonado temblorosa y avergonzada, mientras intentaba cubrir su sonrojo con los mechones de sus cabellos.
-Lo siento, no puedo evitarlo. –Edward aprisionó el cuerpo del menor entre sus brazos y escondió su rostro en la curvatura del cuello del menor, percibiendo el dulce aroma de aquella caliente sangre, pero lo único que pudo llegar a hacer, fue acariciar con su nariz aquella zona, pasó suavemente su lengua, percibiendo un sabor dulzón, mientras que el cuerpo semidesnudo de Jacob temblaba entre sus brazos.
La mano de Edward aprisionó fuertemente la del menor, mientras que sus pasos eran suaves y calmados, Edward había empezado a relajarse al escuchar el suave latido del corazón del menor. Cuando pudo visualizar La Push, dejó que Jacob se ocultara detrás de su cuerpo, frunció ligeramente su ceño al imaginar que su cachorro se llevaría la mirada de todos los varones de aquella zona.
Jacob agachó su mirada, avergonzado al estar tan solo cubierto con una prenda que le llegaba hasta la mitad de sus muslos, mordió ligeramente su labio inferior al sentir como el viento recorría libremente entre sus piernas, cerró fuertemente sus ojos al desear tan solo estar en la comodidad de su habitación.
Soltó un leve grito al sentirse en el aire y cuando abrió levemente sus ojos, sus mejillas se tiñeron de un fuerte carmín al darse cuenta que se encontraba entre los brazos de aquel hermoso ser, su corazón golpeó con fuerza su pecho y él tan solo ocultó su rostro en el pecho del mayor.
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Little pain (yaoi-Mpreg)
FanfictionVarios siglos pasaron desde que fue convertido en algo que ni él mismo comprendía. Varios siglos estuvo buscando el motivo del por qué seguía con vida. Un pequeño cachorro en busca del amor, llevando una carga sobre sus delgados hombros y con un fut...