Capítulo 20.

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POV CAROL

— ¡Imbécil, no me tires las patatas! — Derek no paraba de tirarle comida a Ann y ella no paraba de reírse, al igual que los demás.

La comida estaba transcurriendo sin problema alguno, llena de risas, anécdotas y alguna que otra patata frita volando de uno a otro. El postre... Digamos que Ann y yo compartíamos ese gusto tan intenso por el helado de limón, lo que hizo que el helado que compramos en el supermercado durara dos segundos más o menos.

Después de recoger todo, nos sentamos en los sofás para charlar un rato y para pasar el tiempo, no sé, hacer algo.

— Y bien, ¿os quedáis en este piso, o queréis venir a vivir con nosotros? — preguntó Matt.

Eso me pilló por sorpresa, pero era lógico. Ann y yo nos miramos y sólo con ese gesto supimos lo que queríamos las dos.

— Pues... podríamos hacer lo siguiente: vivir aquí, e ir de vez en cuando un par de días con vosotros para pasar algo de tiempo juntos y no sé, algo así.

— Me parece una buena idea. —Alison estaba de acuerdo, a lo que Matt asintió y dimos el tema por finalizado para empezar a hablar de otros.

[ ... ]

— Gracias por el día de hoy. Han sido muchas emociones vividas en pocas horas pero me han dado un giro en la vida bastante bestia. Me hace mucha ilusión saber que vosotros sois mi familia. —Ann se había puesto ñoña y a Ann en ese modo nadie la para.

Alison estaba a punto de llorar y, para evitarlo, Ann se lanzó a sus brazos, pero acabaron llorando igual, y eso provocó que se me aguasen los ojos a mí. Entonces, Matt, al verme, me abrazó y yo se lo correspondí. Lo abracé con todas mis fuerzas. En poco tiempo me había unido bastante a él y, ahora mismo, saber que es mi padre, me reconfortaba mucho más.

— Bueno, nos vemos. Cualquier cosa que necesitéis nos llamáis, ya lo sabéis.

— Gracias Matt, lo haremos. Siento si te llamó así pero me va a costar llamarte papá. —dije riéndome y un poco sonrojada.

— No te preocupes, es normal. —me dio un beso en la frente.

— Adiós niñas, os quiero mucho. —dijo Alison muy emocionada.

— Adiós mamá, nosotras también te queremos.

Cerré la puerta y me apoyé en ella de espaldas. Tenía a Ann frente a mí con una sonrisa que nadie se la podía borrar de la cara, no en este momento.

— Carol, ¿puedes créertelo? ¡Somos hermanas! —se me lanzó encima abrazándome y yo no pude hacer otra cosa que abrazarla también.

Parecíamos tan estúpidas en ese momento, que nos dio la risa y acabamos cayendo al suelo, ella encima de mí, lo que hizo que me diera el porrazo de mi vida con mi bonito culo.

— ¡Ay! Mi culo, eso me ha dolido.

Me levanté y me dirigí a mi habitación para ponerme el pijama, quería ponerme cómoda y como ya no iba a salir más por hoy, ¿qué más daba? Después volví al salón y me tiré en el sofá, cayendo encima de Álvaro y Derek.

— Me ha llamado Will esta mañana, cuando Ann y yo estábamos en su habitación.

— ¡Oh Dios mío! Yo ya me había olvidado de él —dije riéndome.

— ¿Quedamos con él? —Ann tuvo una gran idea.

— Va venga, llámalo y dile que mañana a las 12 dónde las barcas de la última vez.

— ¡No, más barcas no!

— Tranquila Ann, no vamos a subirnos ahí.

— A ver, a ver, a ver, ¿quién es Will y qué me he perdido?

Empezar de cero. || TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora