Empezar de cero. || TERMINADA

Capítulo 24.

— 9 meses después —

POV CAROL

- Carol, cariño, despierta.

Me desperté desorientada, tardé un poco en acostumbrarme a la luz de la habitación... Del hospital. ¡Demonios, ya sé por qué estaba aquí!

— Derek, ¿qué ha pasado? ¿Cómo ha ido? ¿Dónde está nuestro...?

— Eh, tranquila, está todo bien. En medio del parto te desmayaste, estabas muy débil, no podías más. Entonces rápidamente los médicos dijeron de hacerte cesárea. Y bueno, ya pasó todo y estás aquí la mar de bien. Y en cuanto a nuestro hijo o hija supongo que pronto lo traerán.

Derek y yo decidimos no saber el sexo de nuestro niño o niña, así sería mucho más emotivo todo al verlo.

Y no sé si fue por casualidad o porque Dios me escuchó, que se abrió la puerta dejando ver a una enfermera joven con un bebé sus brazos en un pijama y una manta azul.

— Buenos días. —la enfermera se acercó a mí y me lo dio, y por fin pudimos ver la cara y si era niño o niña.

— ¡Es niño! —dije al borde de las lágrimas de alegría.

— El niño más bonito que podríamos tener.

— ¿Tienen un nombre pensado? —la enfermera nos preguntó mientras preparaba y colocaba una cama para recién nacidos al lado de la mía.

— Sí, lo tenemos. —miré a Derek. Sus ojos brillaban. Me miró y los dos sonreímos, y luego miramos al niño. No podíamos ser más felices.

[ ... ]

Ya me habían dado el alta y habíamos vuelto a casa. Yo tenía que seguir yendo al médico cada tres días durante dos semanas, para curarme la herida de la cesárea.

Habíamos decidido hacer una quedada-merienda-fiesta íntima para que conocieran a nuestro hijo. Invitamos a mis padres, obviamente, a Álvaro y Ann, que esta iba a venir con una amiga que conoció en un curso de idiomas el verano pasado en Londres, y bueno, envié una invitación a mis tíos, pero no podían venir, y dijeron que en cuanto tuvieran unos días libres se pasarían.

— ¿Le has cambiado los pañales? ¿Ha comido el biberón de las 3 p.m.? ¿Y tam...?

— Carol, cálmate, todo está bien, ahora está durmiendo. —me besó para tranquilizarme.

La puerta de casa se abrió y aparecieron Ann y su amiga.

— Hola chicos, ella es Jane. Jane, ella es mi hermana Carol y este es Derek.

— Encantada. ¿Y Álvaro? —pregunté

— Ahora viene, está aparcando.

Nos pusimos a ordenar un poco todo y entre todos preparamos el picoteo y demás. En menos de lo que esperábamos eran las 5 pm y sonó el timbre, indicando que ya habían llegado los invitados.

Fui a abrir y vi a Álv y a mis padres. Abracé a Álv fuertemente y luego me tiré encima de mis padres para darles el abrazo de mi vida. Ann debió vernos, porque hizo lo mismo que yo, sin dejarme respirar.