Miss Movin' On (Zayn Malik Fanfic)

Capitulo 21

— ¡ELENA! — Viridiana gritó mientras miraba como el guardia me alejaba de ella.

Miré al guardia y luego a Viridiana. Volví mi vista al fortachón y recordé las clases innecesarias y aburridas de Formación Cívica y Ética que me habían enseñado un poco de los derechos que poseía.

— ¡Oiga! — Detuvo su paso y me miro —... ¡Usted no puede obligarme a hacer algo que yo no quiera hacer! — Lo miré con cara de pocos amigos y el guardia me soltó del brazo. Me miró sin sorpresa.

— Usted está aquí ya que muere por alguno de ellos, he imagino que aún más si ese chico quisiera verla solo a usted. —

Mierda. Tenía razón, pero al menos tenía que despedirme Viridiana.

— Es verdad, ¿Pero podría al menos despedirme de mi hermana? No la veré en mucho tiempo… — El guardia no respondió, pero sabía que me había dejado.

Corrí lo más rápido que pude hacía Viridiana y ella aún permanecía como si hubiera visto a un fantasma.

—... Tengo que irme. ¡Zayn quiere verme! ¿Puedes creerlo!? — La tomé por los hombros y susurré una vez que estabamos cara a cara.

— ¿Y que esperas? El no va a esperarte, Elena —

— Quería despedirme de ti, no sé cuando nos volvamos a ver... — Solté con nostalgía.

— No te preocupes por nosotras. Jamás voy a remplazarte — Ella tomó uno de los tantos collares que tenía sobre su cuello, se lo quitó y lo extendió hacia mí.

— Tómalo. Lo compré en una de todas estas tiendas... — Sostuve el collar negro con inseguridad y comenzó a hurgar en su bolsillo frontero. Ella sostenía uno similar pero en color rojo —... Tu te quedas con el negro y yo con el rojo, ¿Vale? — Ella contenía una sonrisa reluciente aunque sabía que estaba a punto de llorar. Me puse el collar y la abracé.

— Te extrañaré muchísimo. Eres lo único que me queda — Sentía como mis ojos se humedecían.

Viridiana sabía el tipo de recuerdos que me invadirían en cualquier momento y me abrazó un poco más fuerte.

— Cuando todo se haya arreglado, tu vida mejorará, Elena. Con mentiras vaz a alejar a todos los que tienes contigo. Sé que lo haces por tu bien, pero no tienes que exagerar. — Ella me miró a los ojos y sabía que tenía razón. Ella se alejó de mi y sabía que tenía que irse al igual que yo.

— Tengo que irme... Gracias por todo — Las palabras quemaron no garganta. No quería que se fuera.

—... También tengo que irme – Comenzó a caminar sin darme la espalda. Una lágrima recorrió mi mejilla derecha mientras nuestras manos se desprendían lentamente.

— ¡Espera! — Grité antes de que nos alejáramos completamente. Hurgue dentro de mi zapatos izquierdo y saqué la navaja que había ahí. Era bastante pequeña cómo para ser considerada un arma blanca. —... A donde tu vayas.. — Extendí mi mano mostrando la palma —... Yo iré... — Sin pensarlo, corté mi palma y la sangre acompañada del dolor comenzaron a llegar. Mi cara cambió su expresión a sufrimiento —... Nunca te abandonaré... — Tomé la mano de Viridiana como si pidiera permiso. Ella automáticamente me la dio y sabía que ella estaba de acuerdo con lo que le haría a su palma. Pudé notar que su rostro transmitía miedo y seguridad al mismo tiempo. —... Y ahí seguiré... — Corté su palma y sus dedos se cerraron sobre la sangre que salía. —... Tú sangre con mí sangre nos unirá y aún más — Unimos nuestras manos sangrantes y ambas fruncimos los ojos al llegar él dolor.

Ambas nos miramos a los ojos y comenzamos a decir el juramento, mientras conservábamos nuestras manos juntas.

— A donde tú vayas, yo iré. Nunca te abandonaré y ahí seguiré. Tú sangre con mí sangre nos unirá y aún más. —