De pie, admiré la dulce traición de Rachel hacia mí, al respirar el mismo aire de Ivetth y Doménico.
Caminé hacía ellos y sostuve con firmeza mi pequeña maleta, hasta que los ojos de Doménico coincidieron con los mios. Rachel he Ivetth notaron su mirada en alguien más, así que no tardaron en encontrarme.
Sonreí internamente y un par de segundos después, me encontraba enfrente de ellos.
— ¡Clary! Creí que llegarías más tarde — Rachel fue la primera en hablar. Mirándome como si hubiera visto a un fantasma.
—... Y ahora estoy aquí, ¿Algún problema? — Dije entre dientes.
— Clarissa, ¿Qué tenemos aquí? Una bastard… — Ivetth soltó a lo cual reaccioné casi inmediatamente con grandes carcajadas.
— Sí que me has dejado impactada, Ivetth. Jamás creí que tu boca de perra mal parida sirviera para “insultar“ — Hice comillas con ambas manos —... Sigue practicando — Terminé y me volví hacía Rachel, ella continuaba mirándome. Sabiendo que la dejaría igual que a un pavo después de navidad.
— ¿Podrías decir que quieres? — Doménico habló entre dientes lo miré con fastidio.
— Cuando me tome el tiempo de por lo menos mirarte, entonces te diré. Ahora no eres más que un dolor de cabeza para mí. — Hice una pausa y me volví nuevamente hasta Rachel —... En cuanto a ti. Quisiera las llaves de mi habitación. Tal vez cuando termines de hacer lo que sea que estés haciendo, podríamos hablar un poco —
— Si, por supuesto. ¿Estás bien, Clary? — Su voz temblorosa preguntó mientras buscaba en su bolsa.
Ella sabía que estaba molesta. Más que molesta en realidad. Finalmente, me extendió las llaves y las tome.
— Claro que lo estoy, Rachel. — Hice una sonrisa exagerada — ¿Por qué no debería de estarlo? — Pregunte entre dientes y giré sobre mis talones sin mirar atrás.
Llegue a la habitación y estaba completamente igual a como la había dejado.
Tire mi maleta a un costado y caí sobre la cama cual costal. Me sentía agotada y en un instante, la soledad volvió a mi como a una vieja amiga.
Tenía ganas de llorar y no tenía idea del porqué. Solo sabía lo cansada que me sentía y unas ganas de no esforzarme en la escuela y para los ensayos para navidad, me llenaron.
Pero era algo que tenía que hacer si en verdad quería llenar un estadio. Son cosas que tenía que sacrificar.
*
Rachel seguía insistiendo mientras mi cuerpo seguía acostado con los ojos cerrados.
— Ya pedí disculpas. ¡Solo estaba tratando de saber el plan de Ivetth! Es todo, créeme —
— Si hay algo que no soportaré en la vida, son las traiciones — Abrí mis ojos y me senté sobre mis rodillas —... Pero como realmente te veo suplicante, supongo que te creeré. Además, ¿Desde cuándo me llamas Jane en lugar de Clary? — Me puse de pie y caminé hasta la puerta de la habitación.
Giré sobre mis talones y miré a Rachel mientras la manija de la puerta estaba sobre mi palma.
Ella esperaba que hiciera algo suicida pero ese no era el plan.
— Sabes lo amenazante que puedo ser y sabes que no tengo piedad de nadie — Salí por la puerta y la cerré detrás de mi sin decir nada más. Me dirigí directo hasta la cafetería para desayunar.
Caminando, pensé en si realmente había pasado todo eso con Zayn.
Había sido algo increíblemente surreal y literlamente seguía sin superarlo, pero si nadie llegaba por mí a las 5, entonces sin duda había sido un sueño.
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Miss Movin' On (Zayn Malik Fanfic)
FanfictionElena Rogers. Una hija, estudiante y fanática cualquiera con gran talento y espíritu, es impulsada a salir de su estándar normal para conseguir su sueño. Decidirá dar un giro total a su vida y pretender ser alguien más para evitarse problemas y escá...