James se encontraba ajustando las correas de su guitarra alrededor de su cuerpo, justo en el momento en que Ben entraba por la puerta y lo obligaba apresurar su paso. Ya todos se encontraban reunidos en el salón de ensayo, solo ameritaba de su presencia. Aquel sería el último ensayo que harían como banda y el concierto de esa misma noche, en Londres, sería el cierre del «Tour Concert» que habían estado llevando a cabo durante las últimas semanas.
Se apresuró abandonar los camerinos y encaminarse hasta donde se encontraban los demás, en el escenario, revisando los últimos detalles de las luces, junto al grupo encargado del backstage.
Ignoró el ligero malestar, que palpitaba en sus sienes conforme avanzaba y se obligó a mantener los ojos abiertos en el camino, a pesar de que estos parecían, no acatar muy bien las órdenes de su cerebro.
Se sentía exhausto, tanto físico como mentalmente. Y la sensación de tensión, que se apoderaba de sus músculos entumecidos, cada que decidía avanzar un paso más, solo confirmaba, el actual estado en el que se encontraba su cuerpo adolorido.
Los viajes, los ensayos, las entrevistas, más las aperturas y las noches que había pasado en vela componiendo las nuevas letras para el lanzamiento del nuevo disco de la banda, estaban cobrándole la factura en ese momento.
Cuando creía que su noche, no podría empeorar más y el dolor en su espalda y cabeza intensificarse. Ben arribaba al escenario, avisándoles que al final del concierto, abrirían el paso al público, de modo que pudieran compartir, un rato ameno en compañía de sus fans.
La firma de autógrafos tendría lugar ahí mismo, por lo tanto la agencia había decidido, privilegiar a seis fans, que con la ayuda de su esfuerzo, habían sido las elogiadas y las felizmente ganadoras del sorteo que esa misma semana se había estado llevando a cabo, en diversas estaciones de radio ubicadas alrededor de la zona.
A James no le desagradaba la idea, al contrario, le agradaba dedicarle tiempo a sus fans, cada que podía lo hacía. Solo creía que aquella noche, el hecho de mantenerse en pie, por más tiempo de lo esperado, sería un arduo trabajo. Sentía que colapsaría en el suelo, en cualquier momento. Y no podía arriesgarse a que semejante cosa sucediera.
— ¿Estás seguro de que te encuentras bien? —le preguntó un Will preocupado a su lado, mientras lo veía limpiar el sudor de su frente con la manga de su camisa.
James, asintió por tercera vez consecutiva y se dispuso a proseguir practicando las letras de las canciones que juntos habían elegido como repertorio. Will sacudió la cabeza en desacuerdo, e intento seguirle el ritmo a James. La sensación de preocupación, jamás lo abandonó.
Algo en el fondo, le decía que su amigo no se encontraba bien de salud, y el cansancio reflejado en su mirada, no hacía más que confirmar sus sospechas. Sabía que James, no le diría la verdad, a veces podía ser tan testarudo que prefería callarse sus problemas, a sabiendas de que en algún momento la tensión acabaría por derrumbarlo.
