7.Los borrachos siempre dicen la verdad.

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Cuando llegue a casa de Sam estaba mal diciéndolo mentalmente, mi mente aún estaba en aquel ring y en el hombre que seguramente aún luchaba en él. Estaba volviendo a odiar a Sam por momentos.

Aporree la puerta con algo de fuerza varias veces, no escuche respuesta alguna, volví a aporrear su puerta con fuerza esperando que alguien me abriera, como me hubiera llamado para una tontería le retorcería todo lo que le cuelga entre las piernas y le haría inservible para alguna mujer.

Escuche por fin ruido tras la puerta, espere unos segundos, luego un golpe y la puerta finalmente se abrió. Allí estaba Sam, despeinado, con los ojos rojos por el alcohol teniendo una peste a este que echaba para atrás. Parecía haberse metido en una bañera de cerveza.

-Estas aquí, pequeña ratita.-Se apoyaba en la puerta por que le costaba mantenerse de pie. Suspire y le empuje dentro de la casa, cerrando la puerta a mi espalda, deje que se apoyara en mí para que no se cayera.

Lo que ninguno de los dos pensamos fue que era el doble que yo y que con su cuerpo apoyado en el mío me costaba mantenerme de pie, cuanto más andar.

A duras penas conseguí llevarlo al baño, el comenzó a reírse cuando noto que entrabamos en el baño, se separó de mi para dejarse caer en la pared y comenzar a quitarse la camisa mientras reía. Borrachos, a saber que estaba pensando.

-Te quieres duchar conmigo ¿verdad? Todas las mujeres quieren un poco de marcha conmigo, pero tengo novia, es un poco zorra pero sssh.- Todo esto lo dijo entre risas y arrastrando las palabras estaba a punto de pegarle una hostia. Lo mire de arriba abajo cuando se quedó en boxes, lo pare cuando quiso quitarse estos. Yo tenía un límite y no iba a pasarlo.

Lo ayude a meterse en la ducha y sin avisar abrí el agua fría, dejando que diera de lleno en su cabeza rubia, eso le ayudaría a despejarse un poco.

Sam me maldijo cuando noto el agua fría caer sobre su cuerpo, pero no me importó, aquello lo ayudaría a aclararse un poco la mente, no iba a aguantar a un borracho en estado puro. No era ninguna niñera.

Lo mire de arriba abajo dándome cuenta de que su cuerpo mojado era mucho más sexy, sobre todo aquellos boxes que ahora se pegaban demasiado a su cuerpo. Me obligue a levantar la mirada y mirarlo a la cara. ¿Qué me estaba pasando? Primero Henry, luego James y ahora Sam. Los tres me estaban atrayendo demasiado, y lo peor era que casi a la vez. Y tenía muchas razones por la que ninguno debería atraerme.

Para empezar Henry era mi amigo, James era famoso y seguramente querría jugar conmigo solo una noche. Y Sam... Sam revolucionaba mi mundo cada vez que entraba en él, rompía mis barreras, mis esquemas con esa sonrisa tan jodidamente preciosa que tenía y luego me dejaba.

Cualquier otra podría estar alegrándose en mi situación y aprovechando cada momento con estos hombres de infarto. Pero yo no, porque sabía que los tres podían hacerme mucho daño de una forma u otra.

Sam salió de la bañera por sí sólo, aún seguía borracho pero parecía que el nivel de borrachera había bajado un poco. Por lo menos ya no se tambaleaba. Cogió una toalla para secarse y con la otra mano agarró mi brazo, tirando de mí hasta el salón, una vez allí me miró fijamente. Aquella mirada era demasiado intensa y no sabía que significaba.

-Mirarme Aria, lo tengo todo, un trabajo que me hace ganar todo, una casa enorme y cara, una novia de físico perfecto, todo el mundo que me ve me adora, ya sea por mi cuerpo escultural o mi ego, pero me adora...-El siempre con tanto ego, algunas cosas no cambiaban.-Pero no soy feliz, hoy me he dado cuenta de lo vacío que estaba, de lo que la necesito...

¿La necesito? Seguramente estaba pensando en aquella chica que me contó en el metro, a la cual perdió. Se veía que no la había podido olvidar. A ese nivel la infidelidad de su novia no era para tanto. O eso estaba pensando yo. Sabía que era tener a alguien que quieres y perderlo, aunque apostaría que ambos lo perdimos de formas totalmente distintas.

Mi pequeña ladrona Donde viven las historias. Descúbrelo ahora