16. ¿Paraíso?

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POV ____:

Desperté porque los rayos del sol me comenzaron a molestar, lentamente levante mi vista intentando recordar cómo había llegado a este lugar. Estaba sentada en la cama, en frente de mi un televisor, a los lados solo había una cajonera y dos puertas de cada lado, lo último que recordaba era haber salido de aquel bar con lágrimas en mis ojos al escuchar las hirientes palabras de Dean...

Una lagrima bajo por mi mejilla, que rápidamente limpie ya que el ruido de la puerta abriéndose me sobresalto, mis ojos se abrieron como platos al ver quien había entrado a la habitación: Dean, quien venía con una enorme sonrisa, el cabello mojado y una toalla enredada en su cintura, se acercó aun con la sonrisa hacia mí, se subió un poco a la cama para poder darme un pequeño beso en los labios, a lo cual no correspondí ya que estaba sorprendida.

–¿Pasa algo? – me pregunto mirándome confundido

–Eso mismo quería preguntarte yo a ti– respondí –¿Qué paso ayer? –

Dean me miraba ahora mas confundido. –¿Ayer? ¿De que hablas princesa? –

Espera... ¿Dean Winchester me había llamado princesa? Esto si que era una locura, ¿Qué demonios había pasado entre ayer y hoy que no lograba recordar nada?

–Tu solo responde– le pedi

El se levanto y camino hacia la cajonera para sacar ropa interior. – Nada importante, llegamos a casa después de haber ido al cine, cenamos un par de hamburguesas y luego tu y yo hicimos el amor, nada mas ¿Por qué? –

–Espera... ¿Qué tu y to hicimos que? – pregunte ahora realmente confundida y asombrada, aunque una parte de mi se alegro al saber que había hecho el amor con Dean

El soltó una pequeña risa. –¿No estas ebria? –

Yo sonreí. –Espero y no–

–Bueno–

Él se quitó la toalla, a lo que yo rápidamente me tape mi rostro con la sabana de la cama, él solo soltó una carcajada mientras yo moría de vergüenza, cuando quite la sabana de mi rostro, él ya traía ropa interior.

–¿Por qué te da pena? Me has visto desnudo cientos de veces, así como yo te he visto a ti– sonrió tiernamente

–Lo... lo siento, solo... olvídalo– dije levantándome de la cama

–Estas rara– dijo acercándose a mí –Pero me gusta, me recuerda la primera vez que nos vimos– sonrió –Eras tan tierna y dulce–

Yo sonreí. – ¿Vas a alguna parte? –

El asintió. – Debo ir al trabajo–

–¿Trabajo? – lo mire –¿Iras a cazar? –

El me miro extrañado. – ¿Cazar? Yo jamás he cazado en mi vida, iré al despacho amor–

–¿Despacho? – pregunte confundida –¿Eres abogado? –

El asintió confundido. – De verdad ___ me estas asustando, ¿Estas bien? –

Asentí. –Tu ve a trabajar, yo me quedare aquí y te esperare– sonreí

–¿Espera, no iras a trabajar? –

–¿Trabajar? –

–Si, a la guardería–

–Oh si claro, debo trabajar yo también–

Dean rio. – Mi novia me está asustando– dijo abriendo una puerta y de ella sacando un traje, ya que al parecer ese era el armario.

–¿Ahora soy tu novia? – pregunte sonriendo enormemente

–Lo has sido desde hace 2 años hermosa, que por cierto, han sido los mejores de mi vida–

****

Y ahora que Dean se había ido tenía tiempo para pensar todo esto, ¿Dónde demonios estaba? ¿Qué había pasado? Solo recuerdo a un hombre tocando mi frente y de allí aparecí en este... ¿Paraíso? Ya que no sabía ni siquiera en donde trabajaba, decidí investigar, y cuando al fin tuve la dirección del lugar junto con el teléfono, llame para reportarme enferma, aunque lo único que quería era saber la verdad sobre todo esto. Se me ocurrió tomar mi móvil y llamar a la persona que tanto quería.

–¿Diga? – pregunto Sam del otro lado del teléfono

–Sam... Sam tienes que ayudarme, no sé dónde diablos estoy y todo esto es muy confuso– dije

–Espera... ¿Estas bien? – pregunto preocupado

–Si, es solo que cuando desperté Dean estaba a mi lado y me trato como a su novia y ahora resulta que es abogado y yo maestra–

Sam rio. – ¿Estas ebria? ¿O solo fumaste marihuana de nuevo por error? –

–No Sam enserio todo esto es muy raro–

–___, estoy en mi luna de miel, ¿Es muy urgente la llamada? –

–¿Luna de Miel? Sam ¿Por qué no sabía de esto? –

Sam rio. – Si sabias, de hecho tú y Dean fueron padrinos y tú fuiste dama de honor cuñada– dijo él –Tu y Samanta son inseparables–

–¿Te casaste con Samanta? – pregunte ahora feliz olvidando mi confusión

–___ te sugiero que duermas para que el efecto de la droga o alcohol pase, ahora volveré con mi linda esposa si no te importa–

Y dicho esto, Sam colgó él móvil, dejándome a mí con demasiadas preguntas y sin respuestas, ¿Esto es real? Intente hacerme reaccionar varias veces, pellizcándome, metiendo mi cara en agua, pero nada funcionaba, ¿Y si yo ya estaba muerta y esto era el cielo? Pero no tenía sentido, ya que según a lo que Cass me conto del cielo, ese es un lugar en donde revives un buen recuerdo, pero en este caso, no era un recuerdo, más bien era como un deseo... un deseo interno que nadie sabía más que yo. Aun dándole vueltas a todo este asunto, comencé a indagar pistas, al menos para saber en dónde estaba, encontré fotos, fotos que tenía con Dean la mayoría, pero también tenía unas con Sam y otras con Samanta, pero también había fotos que tenía con mi madre y al parecer eran recientes. Un sobre que se encontraba en la mesa llamo mi atención así que lo tome y vi que era uno del banco, pero fue la dirección que llamo mi atención, estábamos en Los Ángeles, tome rápidamente mis llaves y salí del departamento, tome un taxi y le indique la dirección a la cual quería que me llevara.

Baje y camine a paso lento hacia la casa, estaba en perfecto estado, toque varias veces el timbre, hasta que escuche pasos, segundos después la puerta se abrió y... me quede paralizada al ver a mi madre mirándome.

–¿Mama? – pregunte intentando contener las lágrimas que amenazaban con salir

–¿___ que pasa? – respondió preocupada

Yo no respondí, solo me limite a abrazarla, abrazarla con todas mis fuerzas, ella tal vez de lo confundida que estaba no me respondió inmediatamente mi abrazo, pero después de unos segundos lo hizo.

–___ ¿Estas bien? Me estas asustando un poco–

–Ahora estoy mejor– respondí separándome un poco de ella

–¿Dean te hizo algo? – me acaricio mi mejilla

Yo negué. – Es solo que... no sabes cuánto te extrañaba mama–

Me miro confundida. –

–Olvídalo mama solo... te amo– le dije limpiando mis lagrimas

–Yo también pequeña, ¿No quieres pasar? –

Asentí. –

–¿De verdad no te ocurre nada grave? ¿Volviste a fumar marihuana por error? –

Yo solté una pequeña risa. – Eres la segunda persona que piensa eso de mi–

–No mama, solo me sorprende mucho que estés aquí– sonreí –

Mi Salvación [Dean & ____] (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora