Shibari 「EunHae」

Capítulo 5

- Relájate. -Fue lo primero que le dijo Hyukjae, acariciando su hombro desnudo con las yemas de los dedos.- Confía en mí, Hae. No voy a apretarlo mucho, ni tampoco voy a impedirte moverte. Solo quiero que sientas lo que es, quiero que lo disfrutes.

Donghae volvió a asentir con la cabeza y el roce de los dedos del mayor fue reemplazado por el de algo menos animado. Hyukjae había decidido acariciarle con la cuerda, ligeramente y haciendo que su cuerpo temblara con anticipación. Soltó un suave suspiro que hizo al moreno sonreír. Se iba endureciendo lentamente, bajo la mirada del otro que parecía más que complacido por ello.

- Hyuk... Por favor...

Fue un solo susurro pero el índice de Hyukjae se posó en sus labios, haciéndole callar al momento. De todas formas entendió su súplica, tomando la cuerda comenzó a rodear su cuerpo. Se dejó hacer, sintiendo como el material abrazaba sus hombros, se pegaba a su espalda y a su pecho.

- Cierra los ojos, Hae.

Obedeció. Un nudo se formó entre sus pectorales, sintió los dedos de Hyukjae rozarle levemente cada vez que hacía un nuevo nudo. Todo su toros acabó siendo rodeado por la cuerda, lo que por un segundo le hizo plantearse cuan larga era. Al menos sus brazos estaban libres.

- Mírame.

El tono era tan bajo que creyó haberlo imaginado pero de todas formas abrió los ojos a tiempo de ver cómo el mayor daba unos pasos hacia atrás. Quería decirle que no se alejara, que siguiera tocándole pero luego de verle un poco más supo lo que hacía. El moreno le estaba contemplando su obra en él. Se quedó muy quieto, no queriendo cometer algún error que hiciera al otro enfadar.

- Alza la cabeza. -Le dijo en el mismo tono para suspirar cuando Donghae le hizo caso. Un bulto se apreciaba ya en sus pantalones y quería poder liberarlo. Con pasos lentos, sin apartar la vista se acercó al pequeño, comenzando a acariciar su mejilla.- Eres tan hermoso, Hae. -Susurró de una forma tan profunda que causó escalofríos en el cuerpo contrario.- Tócame.

Donghae no supo si fue una orden o una súplica pero no intentó saber más. Hincó las rodillas en la cama, poniéndose a la altura del mayor mientras suspiraba. Sus palmas rozaron los pectorales del mayor a la vez que sus miradas chocaban. Y no pudo más. Fue algo mutuo, su rostro se acercó al de Hyukjae al mismo tiempo en que él le tomaba de la nuca para besarle. Sus labios chocaron con necesidad y las manos del castaño subieron hasta que se enredaron en los cabellos de su amante. Jadeó porque el beso se tornó más desesperado y la lengua de Hyukjae pronto estuvo dentro de su cavidad, recorriéndola como si fuera su fuente de oxígeno.

Algo le impulsó a hacerlo y pronto sus manos bajaron hacia el pantalón del mayor para desabrocharlo, dejando que cayera al suelo sin romper el beso.

Estaba extasiado. Pronto la boca de Hyukjae dejó la suya para comenzar a recorrer su cuello entre besos y mordidas, haciéndole temblar constantemente. Gimió echando la cabeza hacia atrás justo cuando el mayor se separó de él, buscando algo en la mesa de noche. Lubricante, pensó al ver la botellita que el mayor abría.

- Debes estar relajado, ¿está bien? -Susurró mientras le ayudaba a acostarse en la cama.

El pequeño abrió las piernas casi de forma tímida y se sorprendió al escuchar cómo el mayor gruñía al colocarse entre ellas. No se esperaba que el otro vertiera una porción del liquido entre sus muslos pero pronto tenía esas grandes manos esparciendo la sustancia por la cara interna de éstos, haciéndole gemir y arquearse a cada momento.

Las manos se convirtieron en dedos y pronto tenía uno abriéndose paso entre sus nalgas. Se mordió el labio a tiempo de que el dedo acariciara su anillo de músculos. Se contrajo sin poderlo evitar y el mayor suspiró sabiendo lo mucho que el otro iba a apretarle con cada embestida.