Capítulo 18

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Por primera vez en su vida se sentía plenamente feliz. Tenía el amor y apoyo de su madre y su hermano, los dos pilares de su vida desde que era muy joven. Tenía un buen trabajo que le hacia sentirse bien y le permitía vivir sin temer no tener dinero para imprevistos, y tenía a Hyukjae. El mayor era el mejor novio del mundo. Le robaba besos cuando estaban en su despacho, cada semana le dejaba un nuevo ramo de rosas, tenían largas noches de pasión o cenas románticas en su casa con la comida que el castaño cocinaba.

Adoraba la forma en que el mayor elogiaba su comida, incluso cuando intentaba hacer algo nuevo y no le quedaba del todo bien, su perfecto novio le decía no estaba tan mal y la próxima vez le quedaría mejor. Sus suegros eran personas maravillosas que parecían apreciarlo mucho. Incluso su suegra se hizo con su número móvil para poder llamarle y preguntarle como estaba en todo momento.

Tenía una sonrisa presente en el rostro todo el rato, e incluso gente de la oficina que se encontraba de vez en cuando le preguntaba si alguien le había robado el corazón porque parecía más feliz. Él se reía pero no contestaba.

- ¿En qué piensas? -Preguntó Hyukjae rodeándole la cintura con los brazos.

- En nada, solo esperaba a que el chocolate terminara de calentarse... Hacia mucho frío en la calle, ¿no?

El pelinegro asintió aunque prefirió ocupar sus labios en besar el cuello de su novio con ternura, causándole cosquillas aunque también avivaba las mariposas que revoloteaban en su estómago. Donghae le dejó hacer mientras llenaba dos tazas con la bebida y esperaba a que el otro le diera algo de tregua para poder moverse sin que le temblaran las manos pero él no parecía por la labor y simplemente se dedicaba a besar cada espacio de su cuello que la camisa revelaba.

- Me gusta mucho cuando te duchas aquí... Adoro oler mi champú en ti...

- Hyukkie...

Fue una súplica aunque le salió como un gemido, pero era difícil no comportarse así cuando las manos de su novio intentaban abrirse paso por su ropa para poder tocarle la piel. Jadeó echando la cabeza hacia atrás porque no tenía fuerzas para apartar al otro, ni tampoco quería hacerlo. No fue hasta que el móvil del pelinegro comenzó a sonar, que se separó de él a regañadientes. Descolgó sin muchas ganas y lo vio poner los ojos en blanco cuando la otra persona le habló.

- ¿Se puede saber cómo tienes mi número? -Gruñó consiguiendo que Donghae frunciera el ceño.

- ¿Cariño?

- ¡Claro que estoy con él! ¿Qué parte de es mi novio no entiendes? -Siseó al teléfono consiguiendo que Donghae dejara las tazas y fuera a abrazarlo para que lo que le estuviera enfadando no lo hiciera tanto.- Me da igual lo que opines o lo que creas. Nadie ha pedido tu opinión.

- Hyukkie, relájate... -Susurró en su oído, besando luego su hombro y suspiró cuando el brazo que el mayor no usaba, le rodeó.

- Si preferías follarte cualquier agujero porque no podías esperar, no entiendo cuál es el problema ahora. No voy a estar contigo jamás, Joonmi. Y mucho menos ahora que tengo a alguien que sí vale la pena conmigo. Adiós.

Donghae contuvo la respiración en todo momento hasta que el otro colgó y vio cómo usaba su fuerza de voluntad para no lanzar el móvil contra cualquier superficie. Le abrazó con más fuerza, besando su cuello repetidas veces en un intento de relajarle. No le gustaba verlo así de enfadado.

- Cariño, ya está. No merece que malgastes tu tiempo en él. -Murmuró tomando la cara de Hyukjae entre sus manos para besarle los labios.

- Agh, lo sé pero es que me supera. ¿Cómo se atreve a llamarme para hablarme mal de ti? Debería...

Shibari 「EunHae」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora