(NARRA JESÚS)
- Julia y yo vamos al hospital ¿te vienes? - pregunta mi hermano sacándome de mis pensamientos
- ¿Desde cuándo hablas con Julia? - pregunto levantando mi ceja derecha
- Desde el accidente de Iliana - no me sorprende la respuesta, Julia y mi hermano se siguen queriendo pero son demasiados testarudos para decirlo, si estuviese aquí Iliana ya estuvieran juntos desde hace tiempo - ¿te vienes o no? -
- Sí, vamos - digo abriendo la puerta, me toco el bolsillo trasero para asegurarme que llevo el móvil y así es.
El invierno está cada vez más cerca. Cada vez hace más frío y anochece antes. Caminamos cuatro calles, y paramos en casa de Julia y enseguida sale.
- Hola - saluda y hace un esfuerzo por sonreír
- Pronto se va a despertar, ya verás - dice mi hermano abrazándola
La verdad es que todo a cambiado mucho por aquí. Todos estamos decaídos, apenas quedamos para salir. Julia no está muy alegre, como siempre ella a sido, con ganas de comerse el mundo. Echa de menos a su mejor amiga. La verdad es que le estoy muy agradecido, mi hermano lleva unos días más contento gracias a ella y juraría que ella también está contenta gracias a mi hermano.
- Lleva dos meses en esa cama, sin un pequeño movimiento - me mira - los médicos ya no saben que hacer - se desespera - y todo por tu culpa - levanto la mirada y me está señalando a mí
- ¿Qué dices? - digo enojado
- Si no le hubieses dicho que la has olvidado, si nunca hubieses estado con Isa... - se calla - si nunca se hubiese enamorado de ti esto no habría pasado - se acerca a mí, intenta pegarme, pero al ser más baja y tener menos fuerza no me inmuto, porque en realidad tiene razón, me merezco esto y más. Me merezco cada lágrima que he derramado estos meses. - ¿Qué pasa? - me pregunta muy enojada - ¿no te vas defender? -
- No - para de pegarme - todo lo que has dicho es verdad, ella está así por mi culpa, y eso caerá en mi conciencia de por vida. - por su reacción deduzco que no era la respuesta que esperaba.
Le doy la espalda y empiezo a caminar sin rumbo.
(...)
Cuando me doy cuenta estoy frente a la habitación donde está Iliana. Desde que está aquí la he venido a visitar todos los días, no se me ha escapado ninguno. Pero solo he entrado a verla cinco veces. Y esas cinco veces a sido gracias a la madre de ella. Me lo pedía, con la esperanza de que su hija al oír mi voz despertara, pero eso no ha sido así.
Miro hacia la derecha y después hacia la izquierda, ningún familiar de Iliana por aquí. Su madre lo más seguro que haya bajado a la cafetería.
Apoyo mi mano en el pomo de la puerta, la abro. Y allí está, como la última vez que la vi. Aguanto lo posible para no llorar. Me acerco a ella, sonrío.
- Tan preciosa como siempre - digo en voz alta, porque tengo la pequeña esperanza de que ella me escucha. Me acerco a ella y beso su frente. Cojo una silla y la pongo al lado de la cama. - Te voy a contar un pequeño secreto, pero no se lo puedes decir a nadie - la miro y sonrío - estos dos meses que has estado aquí, he escrito una canción. Esa canción es tuya, porque dice todo lo que siento por ti. - Agarro su mano - Te quiero Iliana. - Levanto mi cabeza con la mínima espereza de que esté despierta, pero esa espereza desaparece. Aprieto su mano.
- Eres esa luz que derrama,
la felicidad que persigo.
Eres un recuerdo dormido,
tatuado en mi piel.
Eres de mis sueños las alas,
de mis pasos eres camino.
Un regalo cada mañana.
Mi escudo, mi bandera, mi única verdad. - canto la canción que he escrito mientras mis mejillas se llenan de lágrimas. Esta situación puede conmigo, pensaba que con el tiempo iba a ser menos doloroso, pero pensé mal. La quiero tanto que duele.
- Me encantaría volver a escucharla - dejo de acariciar su mano y levanto mis ojos y se fijan en ella, que está sonriendo y mirándome fijamente, me quedo sin habla - ¿te vas a quedar ahí todo el día? - dice casi susurrando, no tiene fuerzas.
- Te has despertado - la abrazo - pensaba que no volvería a ver tu sonrisa - confieso
- No te ibas a librar tan fácil de mí - dice cerca de mi oído, que hace que se me erice hasta el último pelo de mi cuerpo. Le doy un beso de la mejilla y salgo de la habitación corriendo. No veo a nadie conocido, decido bajar a la cafetería . Llamo al ascensor, no aguanto ni un segundo más y bajo las escaleras a toda prisa. Cruzo todo el hospital corriendo y sonriendo, sonriendo desde hace mucho tiempo. Abro la puerta de la cafetería, para mi sorpresa veo a lo lejos a los padres de Iliana, a su hermano, a mis padres, a mi hermano y a Julia. Me acerco a ellos corriendo, la madre de Iliana cambia de cara.
- ¿Ha pasado algo? - pregunta asustada
- Sí - grito - Iliana a despertado - grito aun más fuerte y sonriendo mientras unas pequeñas lágrimas caen por mis mejillas - Se ha desper...- no me dejan acabar cuando todos salen por la puerta de la cafetería, voy tras ellos.
Cuando logro alcanzarlos, veo a los padres y hermano de Iliana entrando a la habitación. Siento como mi corazón bombea con fuerza, y no todo no se debe al haber corriendo, se debe a la felicidad. Iliana está de vuelta, y no pienso volver a perderla.
(...)
A los 20 minutos sale la madre de Iliana y tres médicos de la habitación. Los médicos saludan y se alejan por donde vinieron. La madre de Iliana la veo acercándose hacia mí, mientras sus ojos se llenan de lágrimas. Lágrimas de felicidad.
- Muchas gracias - me abraza - sabía que tu eras la solución - confiesa mientras me vuelve a dar las gracias
- Si me disculpa, yo no soy la solución solo se ha despertado así, y a dado la coincidencia de que he estado yo con ella nada más. -
- Los médicos no opinan lo mismo - me susurra, voy a responderle, pero me interrumpen
- Mamá será mejor que comas algo - dice Manu, el hermano de Iliana
- Tiene razón, ¡vamos! - dice el marido
- Iliana se quedará sola - se niega su madre
- Yo me quedo con ella mientras cenáis - la madre de Iliana me mira y me da las gracias.
En ese instante sale Julia y mi hermano de la habitación. Y se marchan junto con mis padres. Después el padre de Iliana me llevará a casa ya que también tiene que llevar a su hijo. Mis padres me han dejado un rato más debido a que mañana es Sábado.
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Todo ha cambiado. |Jesús Oviedo|
RomanceSegunda temporada de ''Mi favorita casualidad''.