(NARRA JESÚS)
- ¿Se puede? - pregunto asomando mi cabeza por la puerta de la habitación de Iliana, mientras ésta sonríe. Y aquí está su puta sonrisa.
- Claro - dice mientras sonríe y me mira atenta, dejo asomar todo mi cuerpo y me acerco a ella. Me quedo observándola, y ninguno dice nada. - Jesús - dice casi susurrando
- Dime - coge mi mano
- ¿Te voy a volver a perder o ya te he perdido? - pregunta dudando si a echo bien en hacerme la pregunta o no. Agarra mi mano. - No quiero perderte - dice sin quitar su mirada de la mía
- Nunca me has perdido Iliana - no se como pero noto un impulso y la abrazo.
Nos quedamos un rato más hablando animadamente. Me pregunta muchísimas cosas y yo le respondo con gusto.
(...)
(NARRA ILIANA)
Noto unas manos que me acaricia mi mejilla derecha. Abro los ojos con dificultad y me encuentro con mi madre que me sonríe.
- Buenos días cariño - no quita su sonrisa de su rastro. Está verdaderamente feliz, no me quiero imaginar lo mal que lo ha tenido que pasar mientras he estado en coma. - Tienes que desayunar antes de que venga el médico - hago un esfuerzo y me siento en la cama, no es muy fácil levantarse cuando has estado dos meses tumbada sin moverse y alimentada gracias a sueros.
Mi madre me acerca la bandeja que contiene un zumo de naranja, un vaso de leche y unas galletas. Esto es el desayuno de un hospital. Cojo el zumo de naranja y le doy un sorbo, lo alejo rápido de mi boca y hago una mueca de asco. Mi madre ríe.
- Te lo tienes que beber - dice adivinando mis pensamientos
- Está asqueroso - me quejo
- Lo se, pero tienes que coger fuerzas - dice acariciando mi espalda.
Asiento y me termino el desayuno en un abrir y cerrar se ojos. En ese instante entra el médico. Se acerca a mí sonriendo. Le sonrío.
- Por fin veo tu sonrisa - dice alegre - veamos - revisa unos papeles - está todo bien, pero antes de irte a casa tienes que recuperar las fuerzas que has perdido. - explica
- ¿Cuándo podré irme a casa? - pregunto ansiosa porque me responda algo que no me disguste
- Si todo va bien, pasado mañana podrás irte - me sonríe - buenos días - dice saliendo por la puerta.
- Un momento por favor - lo detengo antes de que se marche - mi madre me ha explicado que lo más seguro era que no me despertara, pero no fue así ¿qué a podido pasar? - el médico mira a mi madre
- No estamos seguros al 100%, pero creemos que a tenido que ver... - se queda pensativo
- Jesús - finaliza la frase mi madre, no me esperaba esta respuesta
- Jesús hace una reacción en ti con solo estar cerca tuya, lo descubrimos la primera vez que entró a verte, tu corazón aceleró. - explica al ver que no entiendo nada - la segunda vez igual, así hasta ayer - finaliza - ese chico te a salvado. - sale por la puerta
- Mamá, no lo entiendo -
- No hay que entender nada, hay que sentir - besa mi mejilla - quieres a Jesús, de una manera especial y muy bonita cariño - se a que se refiere, y que pena que él no me quiera de esa manera.
Me tumbo y me quedo mirando el techo. La letra de una canción me viene a la mente. Es la canción que me cantó Jesús cuando me desperté.
(...)
- Ojalá vuelva a ser todo como antes, hacíais muy buena pareja - digo sentada como un indio en la cama del hospital después de que Dani me contará que a vuelto a hablar con Julia y tiene una pequeña esperanza de que ella le quiera - La quieres mucho - le guiño un ojo a mi amigo
- Igual que tú a mi hermano - no se el porque pero mi rastro se pone serio, quizá porque Jesús y yo no volvamos a ser los mismos de antes
- Eso es otra cosa aparte - cojo un mechón de pelo y me lo coloco detrás de la oreja y sonrío - por cierto, ¿dónde está? - digo mirando la hora, es de noche - no a venido en todo el día - le miro - Ah ya, está con Isa - adivino
- No, lista - me hace una burla - a ido con mi madre a hacer recados - noto como mi cuerpo se relaja al oír su respuesta - además, ya no está con Isa - eso llama bastante mi atención
- ¿Y eso? - me atrevo a preguntar
- Eso se lo vas a tener que preguntar a él - dice guiñándome su ojo derecho mientras ríe
- Capullo - digo señalándolo con mi dedo
- ¿Qué me has dicho? - dice levantándose de la silla tentadoramente
- Nada, nada - digo levantando las manos en son de paz y sabiendo en que está pensando, no me da tiempo reaccionar cuando ya lo tengo al lado haciéndome cosquillas, mientras yo le ruego que pare, pero él hace caso omiso.
Poco amigos quedan como él. Me ha ayudado tanto.
Sigo rogándole pero sigue pasando de mí, intento escaparme de sus cosquillas pero se me hace imposible ya que es más fuerte que yo.
- Hola - escuchamos la voz de Jesús en la puerta mientras sonríe, o más bien lo intenta porque le sale un mueca muy graciosa, Dani para de hacerme cosquillas y se separa de mí.
- Hola - digo mientras las comisuras de mis labios se estiran aun más.
- Bueno yo me voy, hasta luego enana - dice revoloteando mis pelos
- Adiós tonto - poso mis labios en su mejilla izquierda, me guiña un ojo y desaparece por la puerta.
Mi mirada se centra en Jesús, que está como cuando entró, serio. Le miro a los ojos y yo también le miro seria. Tardamos cinco segundos en echar a reír. Puta felicidad que me hace sentir. Se acerca y se sienta en la cama.
- Pensaba que no venías - jugueteo con mis dedos
- Me a obligado mi madre - se pone serio a lo que no tardo en hacerlo yo - ¡es broma tonta! - se echa a reír
- No tiene gracia - digo con sinceridad e intento no reírme pero al ver a Jesús me río yo también. La verdad es que me lo había creído.
- ¿Enserio te lo has creído? - posa sus manos en mi barbilla y busca mi mirada - Anoche, cuando salí de esa puerta para irme a casa - señala la puerta de la habitación - ya estaba deseando volver - sonríe
- Te he echado de menos -
- Y yo a ti - un cosquilleo se apodera de mi estómago - por cierto, tenemos una conversación pendiente - al instante caigo, fue antes de mi accidente, lo dejé con la palabra en la boca y me fui corriendo. Me empiezo a poner muy nerviosa, más de la cuenta - ¿me sigues queriendo? -
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Todo ha cambiado. |Jesús Oviedo|
RomanceSegunda temporada de ''Mi favorita casualidad''.